Tortugas Ninja Jóvenes Mutantes: Para todos los públicos, en el mejor de los sentidos

En este vuestro blog ya hemos hablado, al hilo de la publicación por parte de Norma Editorial de los cómics originales de las Tortugas Ninja creadas por Kevin Eastman y Peter Laird, que la visión que el gran público tiene de estos personajes que nacieron como una confesa parodia de los samuráis y los ninjas de Frank Miller está muy alejada de la realidad, condicionada por la serie de animación de los años 80, claramente infantiloide, y los tebeos que surgieron a partir de esta.



Los que conozcan a los cuatro galápagos por las películas de imagen real que se realizaron a finales de los 80 y primeros 90 (tres películas, si no recuerdo mal) también tendrán esa visión condicionada de la creación de Eastman y Laird. Algo que podría cambiar, al menos en parte, gracias a TMNT (Tortugas Ninja Jóvenes Mutantes), el nuevo salto de las criaturas a la pantalla grande, esta vez mediante la más adecuada opción de la animación.



Y decimos en parte porque es obvio que con esta TMNT que escribe y dirige Kevin Munroe se ha intentado agradar a toda clase de espectadores, ofreciendo un producto para todos los públicos. Por tanto, el film queda lejos de los aspectos más oscuros del tebeo original.



No obstante, es de agradecer que también quede lejos de la ridiculización en la que habían caído todos los productos mencionados, y se haya cuidado más el carácter de los personajes y la trama. Esta última, en lo que se refiere al meollo de la historia, no es nada del otro mundo, pero han tenido el acierto de dejar a un lado a la eterna némesis de los cuatro héroes, el villano Schredder, y han optado por un argumento totalmente nuevo... lo cual permite, claro está, el lucimiento del equipo creativo gracias a la aparición de numerosos personajes y monstruos nuevos.



En cuanto a los protagonistas, el guión se decanta claramente por dos de ellos, Leonardo y Raphael: el primero, líder natural del grupo; el segundo, el rebelde del mismo. En el conflicto que se establece entre ambos encontramos algunos de los apuntes más interesantes del film, nada novedosos para los lectores habituales no ya del tebeo original, sino de los cómics de superhéroes, pero muy agradecidos de contemplar en un producto en teoría concebido para los niños.



Por lo demás, el que conozca la mitología de la serie se encontrará con los secundarios habituales de la misma: Splinter, el maestro de las tortugas; April O’Neill, la intrépida periodista; y Casey Jones, justiciero nocturno a tiempo parcial. En todos estos personajes se aprecia el acierto de hacer evolucionar un poco la historia, apartándose de los caminos más trillados de la serie (como ya hemos señalado, al malvado habitual apenas se le menciona en un par de ocasiones, una de ellas dando pie a su retorno... ¿en una secuela?), y expresando así el paso del tiempo: sin ir más lejos, la chica ya no trabaja de periodista, y su relación con Jones se ha formalizado, pues ambos viven juntos...



En cuanto a la calidad técnica del film, está fuera de toda duda, y los amantes del cine de animación encontrarán motivos suficientes para que el visionado no haya sido en vano. Y los que busquen un entretenimiento digno para una tarde estival, al que poder llevar a hijos y sobrinos sin que la sesión se convierta en una tortura, tampoco saldrán defraudados.