Vaya por delante que la película que nos ocupa, Say Yes, no posee muchas de las características de los films que aparecen en esta sección de los martes: ni tiene un presupuesto ínfimo, ni efectos especiales lamentables, ni es divertida por su falta absoluta de vergüenza. No: este film coreano se toma a sí mismo muy en serio, y pretende ser un thriller inquietante que reviente la taquilla... Y lo segundo lo consiguió, al menos en su país natal.
La razón de destacar a Say Yes en esta selección de lo peor del séptimo arte es demostrar que en ocasiones, el tan aplaudido cine asiático (sin ir más lejos, en este vuestro blog) peca de los peores tics del cine comercial norteamericano; esto es, no aportar absolutamente nada nuevo, en esta ocasión al subgénero del cine de terror o thriller protagonizado por psicópatas.
La película, protagonizada por una joven pareja acosada por un siniestro individuo que pretende jugar con ellos hasta llevarlos a la muerte, remite a mil y una películas del cine de Estados Unidos, especialmente a la maravillosa Carretera al infierno de Robert Harmon, pues no hay mucha diferencia entre el psicópata del film de Kim Sung-Hong y el John Ryder interpretado por un memorable Rutger Hauer en aquella.
De esta forma, la trama avanza en ocasiones de forma inverosímil y siempre de manera predecible, sin que el espectador encuentre novedad alguna que despierte su interés; por ello, la indiferencia no tarda en aparecer. Y esto es algo absolutamente imperdonable en cualquier caso, pero sobre todo cuando de películas de suspense se trata. Avisados quedan: no es oro todo lo que reluce en el cine oriental.
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