Abandonad toda esperanza

martes, 24 de abril de 2012

De encuentros y reencuentros


Un encuentro: Manuel Rivas y Lois Pereiro

Sirva como excusa este juego de palabras alrededor de un concepto, el del encuentro, para hermanar el comentario de dos obras que no tienen que ver entre sí más que su carácter biográfico (en uno de los casos, autobiográfico)... y su calidad intrínseca. Y es que ambas son dos novelas gráficas dignas de ser recomendadas sin ningún tipo de reservas.




Confieso que hasta hace casi un año, ni siquiera sabía de la existencia del poeta gallego Lois Pereiro, y por supuesto no había leído ningún texto suyo. Lo primero se remedió cuando tuve noticia de que la editorial Libros del Silencio editaba su Obra completa en edición bilingüe; lo segundo, cuando he podido disfrutar de varias de sus composiciones -convenientemente traducidas al español por Daniel Salgado- incluidas en este Breve encuentro que primero fue publicado en gallego y que en estos días ve la luz en versión castellana de la mano de Sins Entido, en una edición ampliada con cuarenta páginas más de cómic y algunos extras que comentaremos después.



Y no es de extrañar que un servidor no conociera a Lois Pereiro: primero, porque como he confesado en más de una ocasión no soy lector habitual de poesía, y por tanto más allá de algunos autores muy concretos, la mayoría ya clásicos, tengo grandes lagunas respecto de este género literario, sobre todo en lo referente a poetas contemporáneos; segundo, porque Pereiro fue un claro ejemplo de eso que ha venido a llamarse un autor de culto, o en su caso incluso un "poeta maldito", de esos que cuentan con un número escaso de seguidores que le profesan una admiración muy cercana a la devoción.



En Breve encuentro, el autor vigués Jacobo Fernández Serrano (que en la cubierta firma como Jacobo F. S.) efectúa lo que explicita el subtítulo de la obra: "Un acercamiento a la vida y a la obra del poeta Lois Pereiro". Así, el volumen se divide en dos partes: la primera, la más extensa y aparentemente la más sencilla de ejecutar aunque en el fondo resulte ser mucho más compleja de lo que parece, es un recorrido por el devenir vital de este "poeta maldito, punk amable, gótico, contracultural, vanguardista, tintinófilo, apasionado de la música, el cine y los cómics" -como se ve, susceptible de varias definiciones o encarnaciones por más que siempre fuese fiel a su esencia- nacido en Monforte de Lemos en 1958 y fallecido en A Coruña en 1999 a la temprana edad de 38 años.


Lois Pereiro

De esta manera, el relato arranca con un prólogo de hálito poético que recoge un (breve) encuentro aparentemente casual entre el protagonista y la mismísima muerte, y que homenajea una de las películas favoritas de Pereiro: por supuesto, nos referimos a Breve encuentro, pequeña pieza de cámara romántica del británico David Lean, luego especialista en superproducciones épicas como Lawrence de Arabia, El puente sobre el río Kwai o Doctor Zhivago, y cuyo título sirve también para bautizar la presente obra. Acto seguido, el autor nos sitúa en la ciudad de Monforte de Lemos, en un domingo de carnaval de 1958, cuando el pequeño Lois, fruto de la unión de Manuel Sánchez Vila e Inés Pereiro Pontón, llega al mundo.



Durante sus años de infancia, aquellos en los que se forja la personalidad del adulto que luego será, Lois se descubre como un lector ávido de novelas de aventuras (especialmente, Verne y Salgari), una literatura muy lejana de la poesía que le interesará después, y que dará pie a su propia producción lírica, de la que varios ejemplos jalonan el presente relato. También durante su infancia y adolescencia lee muchos cómics, un hábito que le acompañará toda la vida: primero Tintín, que será siempre su gran amor; después llegarán los superhéroes norteamericanos, Conan el Bárbaro, autores europeos como Moebius y Hugo Pratt, el cómic indie de Robert Crumb...



Es por tanto casi un acto de justicia poética que Fernández Serrano haya elegido este medio para construir esta biografía no autorizada -simplemente porque se realizó y publicó después de su desaparición- tan emotiva y apasionante. Una biografía que se hace eco de la admiración del homenajeado por el rock y el punk, por clásicos contemporáneos del malditismo y la bohemia musical como The Doors, Lou Reed o Leonard Cohen. Pero sobre todo por la literatura de todos los tiempos, muy especialmente la poesía, y también la filosofía: por las páginas de Breve encuentro se dejan caer, maravillosamente caracterizados por el lápiz del autor en apenas unos trazos, genios de las letras de todos los tiempos: Homero, Dante, Poe, Rilke, Joyce, Baudelaire, Rimbaud, Kafka, Beckett, Carver... Por supuesto, también concursa Manuel Rivas, amigo íntimo del protagonista, y autor del texto "En la muerte de Lois Pereiro: Poesía última de amor y enfermedad", publicado cinco días después del fallecimiento de Pereiro, en la edición de El País del 29 de mayo de 1996, y que aquí se incluye a modo de apéndice final junto a la versión en gallego de los poemas incluidos.



Pero antes de llegar a ese colofón, el capítulo 13 del volumen, titulado "Visiones", incluye precisamente trece historietas breves, a modo de metáforas y alegorías visuales, a partir de poemas de Pereiro o ideas del propio autor surgidas al hilo de la obra del anterior. Son una suerte de trece ensoñaciones en las que se puede apreciar la influencia de autores tan dispares como Guillem Cifré o Santiago Sequeiros, y que culminan la que será, sin lugar a dudas, una de las mejores novelas gráficas de la producción española del presente año. Porque al terminar su lectura, uno se siente cercano al sentir de Pereiro, y cuando -como es el caso- no se le conoció ni personalmente ni a través de su obra, el mérito es mucho mayor que en el caso de lectores predispuestos a la identificación. Una obra superlativa, pues, este Breve encuentro de Jacobo Fernández Serrano... Lois Pereiro mediante.




También resulta de gran interés un cómic autobiográfico como Reencuentro de Pascal Girard, editado recientemente por La Cúpula. De Girard ya había tenido la oportunidad de leer y disfrutar el muy recomendable Valentín, publicado por la misma editorial hace unos meses, pero en aquella ocasión el autor ejercía solo de dibujante poniendo su magnífica labor con las acuarelas al servicio de un estupendo guion de Yves Pelletier, y por lo tanto estábamos ante una obra interesante pero mucho menos personal.



En esta ocasión, al contrario, este autor canadiense toma las riendas como artista completo para ofrecernos un retrato autobiográfico de un tema muy querido por los autores de cómics de corte intimista: la crisis de la mediana edad y la aceptación de que, tarde o temprano, todo el mundo, de una u otra manera, mejor o peor, envejece. Para ello, Girard se convierte a sí mismo en personaje central de su relato mediante un trazo simple pero efectivo en tanto en cuanto su representación hace gala de una gran expresividad.



El detonante de la acción es una carta fechada en abril de 2009 y a través de la cual se le invita a nuestro protagonista a asistir a un encuentro con sus antiguos compañeros de enseñanza secundaria una década después de haber terminado los estudios. Esto despertará en Girard una pequeña crisis de ansiedad y potenciará su capacidad de autocrítica y su preocupación por cómo le puedan ver los demás: ¿es un triunfador? ¿Ha logrado sus objetivos? Por no hablar de su estado físico: ¿ha envejecido mal? ¿Ha engordado demasiado?


Pascal Girard

Girard sabe que sí, o al menos cree que sí, y se autoimpone alcanzar una difícil meta: adelgazar unos veinte kilos en los tres meses y medio de los que dispone hasta que llegue el 29 de agosto, fecha en la que acontecerá tan temido conventum -nombre que reciben este tipo de reuniones, y título original de la obra- y volverá a encontrarse con sus antiguos compañeros de clase, entre ellos Lucie Côté, la chica de la que estaba enamorado en secreto.



De esta manera, Reencuentro podría dividirse en tres partes: las dos primeras, mucho más extensas, son las semanas previas a la reunión que da título a la obra por un lado y el propio encuentro en sí por otro; la tercera parte serían los días posteriores a la reunión, que sirven al relato a modo de epílogo. El nexo en común entre estos tres apartados es, por supuesto, el propio Girard personaje, que es tratado por el Girard autor con dureza y escasa benevolencia: algo egoísta y centrado en sí mismo, con un punto de obsesivo que lo llevará a atormentarse previamente a tan temido reencuentro; para descubrir luego que, efectivamente, todo lo que puede salir mal, saldrá mal... por lo menos a él.



Con estos mimbres, Reencuentro se erige como una espléndida novela gráfica de temática intimista, un slice of life que no desmerece demasiado a la obra de autores mucho más conocidos dentro del (sub)género (de Peter Bagge a Daniel Clowes, pasando por Terry Moore o los Hernandez Bros.) por parte de un autor todavía joven -nació en 1981- al que valdrá la pena seguir de cerca.


Título: Breve encuentro. Un acercamiento a la vida y a la obra del poeta Lois Pereiro
Autor: Jacobo Fernández Serrano (guion y dibujo)
Editorial: Sins Entido
Fecha de edición: abril de 2012
212 pp. (b/n) - 17 €

Título: Reencuentro
Autor: Pascal Girard (guion y dibujo)
Editorial: La Cúpula
Fecha de edición: enero de 2012
116 pp. (b/n) - 16 €


(+) Las webs de los autores:
- Jacobo Fernández Serrano
- Pascal Girard

4 comentarios:

Ollo de Vidro dijo...

Me alegra mucho leer esta anotación sobre "Lois Pereiro. Breve encuentro". Disfruté enormemente cuando la leí en su versión original, lo cual no es de extrañar porque además de seguidor de Jacobo Fernández Serrano soy un enamorado de la poesía de Pereiro, que fue el primer poeta que fui capaz de leer, entender y disfrutar por mi mismo, sin recomendaciones, tutelas ni unidades didácticas que me indicasen significados.

Pero por encima de todo, al terminarlo, tenía la sensación de que la obra, por el interés de lo narrado y la altísima calidad del trabajo de Fernández, podía interesar a cualquier lector, gallego o no, conocedor o no de Pereiro y su obra. Por eso me alegró saber que iba a ser traducida al castellano y por eso me alegra ahora comprobar que efectivamente hay un lector que disfruta con esta obra.

un saludo

Francisco J. Ortiz dijo...

Hombre, espero que sea más de un lector, por el bien del autor y de la editorial... :-)

Efectivamente, es un gran tebeo, que se defiende por sí solo, sin necesidad de recurrir a la figura de su protagonista (como, de forma inevitable, era mi caso). Por supuesto, aquellos que gusten de la obra de Pereiro lo disfrutarán todavía mucho más.

Un abrazo.

Ollo de Vidro dijo...

Con lo de "un lector" me refería a "un perfil de lector", pero no quería reducirte a un estereotipo...

Un saludo

Francisco J. Ortiz dijo...

Tranquilo, entendí el sentido. :-)


Estadísticas