Abandonad toda esperanza

miércoles, 27 de junio de 2007

Volátil: Luis Durán y la creación literaria

A la hora de escribir crítica de cómic, resulta muy fácil ejercerla cuando la obra a comentar te ha resultado satisfactoria; en cambio, es más complicado cuando el tebeo en cuestión no ha satisfecho tus expectativas. Esto es así en líneas generales, pero no se cumple con las creaciones de Luis Durán: cuanto mejor son, cuanto más te han fascinado, menos capacitado te sientes para transmitir las sensaciones que te ha provocado su lectura.



Así ocurre con Volátil, su última obra, publicada por Edicions de Ponent. Sobre todo, porque nos encontramos sin duda ante una de las cumbres de su ya de por sí excelsa producción. Y si el otro día, al reseñar El viaje de Gasparetto, decíamos que aun siendo una de sus obras menos ambiciosas era un gran cómic, imagínense de lo que estamos hablando al referirnos a este Volátil.



El título, que parece irónico dada la complejidad y la extensión de la obra (246 páginas de historieta), la más larga de este autor guipuzcoano, hace referencia al camino que recorre la imaginación desde que surge la idea que será el germen de una creación y la materialización de esta a través de la escritura. Según el Diccionario de la Real Academia Española:

Volátil.
(Del lat. volatĭlis).
1. adj. Que vuela o puede volar.
2. adj. Dicho de una cosa: Que se mueve ligeramente y anda por el aire.
3. adj. Mudable, inconstante.



Así son la imaginación y las narraciones de Durán: se mueven ligeramente, caminan por el aire, mudan y presentan una línea inconstante. Así se pone de manifiesto en la historia que cuenta Volátil: el protagonista, Tobías, acaba de terminar su formación universitaria, y descubre que las clases de literatura del profesor Patrick han hecho mella en él; por ello, durante sus vacaciones estivales, que pasa en casa de sus tíos Percy y Ariadna y en compañía de su primo Samuel, y al redescubrir unas runas vikingas del siglo VII que le fascinaron siendo niño, comenzará a escribir una novela...

Pero, tratándose de Durán, ya imaginarán que Volátil es mucho más: esta obra es tanto la historia de Tobías como la historia de Audum, el esclavo vikingo; son también los cuentos para libélulas que escribía la tía Ariadna cuando aún quería dedicarse a la creación literaria; es el cuervo del Nevermore de Edgar Allan Poe; es el cuento popular del soldadito de plomo; es una historia sobre la alquimia; y así hasta el infinito, en una narración fascinante como solo Durán es capaz de concebir.



Y todo ello plasmado en la obra mejor dibujada de su autor: Durán es un grandísimo guionista al que siempre se ha tachado, injustamente, de mediocre ilustrador. En todo caso limitado, pero no mediocre: ha construido un estilo personal, muy reconocible, para plasmar sus historias... pero incluso dentro de este estilo ha ido evolucionando, y en apenas pocos años se nota una mayor soltura y una expresividad más conseguida: compárese su trilogía de obras del 2005 (Caballero de espadas, Nuestro verdadero nombre, La ilusión de Overlain: ¿qué otro autor sería capaz de publicar tres obras, y de tamaña calidad, en un mismo año?) con el apartado gráfico, majestuoso e hipnotizador, de este Volátil.



Digámoslo ya: Volátil es una obra maestra, y será sin duda de lo mejor que se publicará este año. Y digámoslo bien alto: Luis Durán es uno de los mejores autores de la historieta española contemporánea. Pero como decía al principio, no les puedo explicar muy bien el porqué. Solo les pido que confíen en mi palabra y se dejen llevar por sus particulares e inimitables creaciones. Me lo agradecerán.


Título: Volátil
Autor: Luis Durán (guión y dibujo)
Editorial: Edicions de Ponent
Fecha de edición: junio de 2007
256 páginas (b/n) - 24 €


[Imagen 5.ª: Autorretrato, por Luis Durán.]

1 comentario:

Corominas dijo...

Vuelo a comprarlo.


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