"Esto ha sido un sueño... La verdadera aventura empieza ahora". Estas líneas, extraídas de una de las historias que incluye este primer volumen de Valentina de Guido Crepax, editado por Norma Editorial, ya dan una pista de la rabiosa originalidad de la obra, que convirtió a su autor en uno de los nombres clave de la historieta italiana.
Crepax había empezado a trabajar en el ámbito del cómic en 1963, y tan solo dos años después crearía al personaje que le daría la fama: Valentina. Esta mujer desinhibida y sin complejos apareció por vez primera en el segundo número de la revista Linus -la misma que también vería el alumbramiento de otro clásico del tebeo universal: Alack Sinner de Sampayo y Muñoz-, fundada y dirigida por Giovanni Gandini. Valentina nació como un personaje secundario en un relato de Philip Rembrandt, alias Neutrón, un crítico de arte e investigador ocasional dotado de superpoderes -una muy útil mirada paralizadora-... pero su creador se percató del potencial de la prometida del protagonista, personaje para el que se inspiró en la actriz Louise Brooks (véase la Pandora de G. W. Pabst, referencia explícita en el cómic) y en su propia esposa Luisa, y la convirtió muy pronto en el personaje principal del cómic.
Este tomo en cuestión incluye algunas de sus primeras aventuras -entre ellas "La curva de Lesmo", inédita en español hasta la fecha-, y desde el arranque se nos muestra el caos que reina en el universo de Valentina, un mundo surrealista y anárquico plagado de imágenes desconcertantes y sueños oníricos. La influencia de Jung y sobre todo del psicoanálisis de Freud es innegable, y eso hace que en estas historias primen las sensaciones por encima de la acción física.
Crepax fue un autor muy influido por otras artes, particularmente por el arte pictórico, el cine y la publicidad, aunque también por la literatura y la música: los habitáculos de sus personajes están plagados de estanterías llenas de libros (cuyos títulos pueden leerse sin dificultad), y las referencias a nombres clave de la pintura o la fotografía (con útiles notas a pie de página por parte de la estupenda edición española) u homenajes a clásicos del cine como El acorazado Potemkin (Eisenstein), Nosferatu (Murnau) o Jules et Jim (Truffaut) son constantes.
Y es que a la hora de crear a Valentina, Crepax venía del mundo de la publicidad -su campaña para Shell le valió la Palma de Oro-, y había realizado numerosas portadas de discos para músicos como Louis Armstrong, Charlie Parker o Fats Waller. Esto se aprecia en la atrevidísima composición de páginas de su obra, donde alterna páginas con bocadillos repletos de texto con otras sin el apoyo de estos, mostrándose muy permeable a influencias del campo de la publicidad visual, así como del pop art y de la libertad extrema que caracteriza a las partituras del jazz.
Para hacerse una idea de lo que supone la lectura de Valentina, considero que la referencia clave no hay que buscarla en el mundo del arte secuencial, sino del cine: posiblemente sea Jean-Luc Godard el artista cuya obra más se parece al tebeo de Crepax, y es que este se acerca a los géneros de la misma forma que el crítico de Cahiers du Cinéma y director de cine: cuando Godard realiza un film negro el resultado es À bout de souffle, si opta por el drama puede ofrecernos Vivre sa vie, su visión del cine dentro del cine es Le mépris, y cuando se acerca a la ciencia ficción rueda Alphaville. Películas todas ellas originalísimas, que como las historietas de Crepax se saltan a la torera las reglas y estilemas de los géneros.
De esta forma, merece especial atención aventuras como "Los subterráneos" y los dos relatos siguientes, que conforman una trilogía en la que Crepax homenajea el mundo de Jules Verne, sus personajes emprendedores y sus aventuras sin límite. Una historia esta curiosísima, y donde se revela el origen de los poderes de Rembrandt.
Así pues, este volumen es verdaderamente indispensable para los amantes del cómic europeo... aunque hay que señalar que no encontrarán en su interior, al menos no desarrollado del todo, el componente erótico -sobre todo en lo referente al fetichismo, el sadomaso y el bondage- que hizo de Valentina uno de los tebeos más conocidos de su momento y de épocas venideras, y que su autor siguió explorando (y explotando) en sus adaptaciones al cómic de clásicos de la literatura erótica como Justine, Historia de O o La Venus de las pieles. Esto ya aparecerá en los próximos volúmenes de esta encomiable edición española de la mejores historias de Valentina de Guido Crepax.
Título: Valentina (Vol. 1)
Autor: Guido Crepax (guión y dibujo)
Editorial: Norma Editorial
Fecha de edición: abril de 2008
280 pp. (b/n) - 20 €
[Fotografías: Louise Brooks, Jules et Jim, Vivre sa vie.]
1 comentario:
Esta la tengo pendiente de compra, siempre que la ojeo en la fnac salgo fascinado.
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