Los autores del mismo, el guionista Christopher E. Long y el ilustrador Andy Kuhn, eran ilustres desconocidos para el que esto suscribe. Eso, unido al absoluto desconocimiento de la trama (más allá de su pertenencia al género señalado), han convertido la lectura de Easy way en una inesperadamente satisfactoria experiencia.
Un conocido refrán anglosajón afirma que el camino del infierno está pavimentado de buenas intenciones. Algo así viene a enseñarnos la historia de Duncan, un drogadicto en rehabilitación que ve cómo su vida se va por el retrete cuando su esposa lo abandona con la hija pequeña de ambos a cuestas. A partir de ahí, y con la idea de recuperarla, Duncan se verá inmerso en un robo de droga que vender con el fin de ganar algo de dinero y salir adelante.
Como puede verse, buena parte de los estilemas que han convertido al noir en lo que es, están presentes en Easy way, una obra que entronca en la tradición del loser abocado a un descenso a los infiernos como tantas veces hemos leído y visto en los clásicos de la novela y el cine negros.
Como señala Robert Kirkman (Los muertos vivientes) en su prólogo, no es necesario que los personajes de Easy way caigan bien al lector para que su trama funcione: si lo hace es gracias a la pericia del dibujante, estupendo narrador gráfico, y sobre todo al talento del guionista, que construye unos personajes verosímiles y unos diálogos que subrayan dicha condición.
Así pues, y sin ser en ningún momento una obra que vaya a cambiar el género o a aportar algo nuevo (cosa que en ningún momento se pretende), Easy way viene a ser una estupenda muestra del noveno arte en su vertiente noir, que demuestra que el camino más fácil no es siempre (o mejor dicho, casi nunca) el mejor.
Título: Easy way
Autor: Christopher E. Long (guión) / Andy Kuhn (dibujo)
Editorial: Norma Editorial
Fecha de edición: noviembre de 2006
104 páginas (bitono) - 10 €
No hay comentarios:
Publicar un comentario