"Hay tantas verdades como hombres. De vez en cuando, alcanzo a vislumbrar una Verdad más verdadera, escondida entre simulacros imperfectos de sí misma, pero en cuanto me acerco, se agita y se hunde más todavía en la espinosa ciénaga del desacuerdo."
Precisamente anoche terminé la primera parte de la novela, "El Diario del Pacífico de Adam Ewing", ambientada en 1850... y que termina in medias res de forma brutal. ¿Adónde nos llevará ahora el prestidigitador que la firma?
![](http://photos1.blogger.com/blogger/2165/2990/320/david_mitchell.jpg)
Tengo que confesarles que llevo trabajando en una novela desde hace mucho tiempo, con un largo parón de inactividad que terminó hace un par de meses. Como a Enrique Vila-Matas, lo que más me mueve a escribir son algunos libros, algunos autores, cuyo sentido de la narración lo llevan a uno a poner por escrito su visión del mundo. El autor de Historia abreviada de la literatura portátil confesaba en una entrevista que, antes de ponerse a escribir, siempre leía (o releía) unas páginas de alguno de sus escritores favoritos.
Creo que hay escasas dudas, y aun llevando leído muy poco, acerca de que el libro de Mitchell sea, como la obra de Nabokov, como las novelas de Auster, de esas pocas muestras que lo llevan a uno a sentirse inspirado y ponerse al teclado.
Gracias a Mitchell escribí hace un par de días el último párrafo de mi novela. Ahora sólo queda casi todo lo del centro. ;-)
[En la foto, David Mitchell.]
1 comentario:
I really enjoyed looking at your site, I found it very helpful indeed, keep up the good work.
»
Publicar un comentario