Abandonad toda esperanza

domingo, 12 de abril de 2009

Clive Barker y los fotogramas de sangre



En las últimas semanas hemos visto tres adaptaciones de imagen real -dos cinematográficas y una televisiva- de otros tantos relatos del escritor Clive Barker pertenecientes a sus célebres y muy merecidamente aplaudidos Libros de Sangre. En dos casos se trata de revisiones de títulos de los años 90, mientras que en otro estamos ante un film de reciente factura pero lamentable e injustificadamente inédito en nuestro país.



"Lo prohibido"

Si no estamos confundidos, este relato fue el primero de los Libros de Sangre en ser adaptado al cine, concretamente en 1992. El resultado fue Candyman (El dominio de la mente), quinto largometraje del realizador londinense -por tanto, británico como Barker- Bernard Rose. Rose, de cuya filmografía anterior solo conocíamos la curiosa película de culto Casa de papel (Paperhouse), volvió a demostrar después de este film sobre los terrores infantiles lo bien que se le daba el horror psicológico, por más que en esta adaptación del cuento de su compatriota no le hiciera ascos a cierto coqueteo con la estética gore.



Recordemos que el film es muy fiel al texto original del que parte, el cual venía a suponer la mirada del escritor de Liverpool acerca del tema de las leyendas urbanas: lejos del tratamiento superficial -aunque sea un digno entretenimiento- de la saga cinematográfica Leyenda urbana, tanto "Lo prohibido" como Candyman suponen un acercamiento a este asunto social de mucha más enjundia, pues reflexiona sobre los orígenes y las consecuencias de este fenómeno que ha llevado a poblar de fantasmas las curvas de las carreteras nocturnas y de cocodrilos las cloacas de New York.



En el film, Virginia Madsen interpreta a Helen Lyle, una profesora universitaria que junto con su mejor amiga Bernadette Walsh (Kasi Lemmons) prepara su tesis doctoral sobre las leyendas urbanas de su entorno. Esta investigación, apoyada por su esposo Trevor (Xander Berkeley), a la postre profesor en la Universidad de Illinois, y que aúna sociología y estética, llevará a Helen a Cabrini Green, uno de los barrios más deprimidos y peligrosos de Chicago.



Allí entrará en contacto con el mito de Candyman (Tony Todd), un personaje legendario cuya historia corre de boca en boca y que sirve para aterrorizar a niños y adultos. Lo que en un principio parecía una fantasía se convertirá muy pronto en una aterradora realidad, que llevará a Helen a un estado muy cercano a la locura, y a todos los que la rodean a considerarla culpable de una serie de horribles crímenes... para, poco después, convertirse ella misma en víctima, en asesina, en leyenda urbana.



Bernard Rose consiguió con Candyman una de las películas de terror más interesantes de los primeros años 90, en la línea del horror serio en la que se inscribía el film del propio Barker Hellraiser, y alejado de las slasher movies miméticas, las secuelas innecesarias y los filmes a medio camino entre el terror vacuo y la comedia intrascendente que venían dominando el género en aquel momento. Lástima que las dos secuelas del film, que convirtieron a Candyman en un icono más del cine de terror del que aprovechar su tirón para producir merchandising -algo que, por cierto, hicieron también con Pinhead, el líder cenobita de Hellraiser-, no estuvieron a la altura y en buena parte acabaron malogrando, pese a la ampliación de su mitología, los logros de la cinta original.



"La política del cuerpo"

Peor suerte tuvo en su traslación a imagen real este cuento de Clive Barker, curiosamente el primero que de su autor leyó un servidor hace muchos años, y que es sin duda uno de los más conseguidos... además de los más originales: en él, el autor de Sortilegio relata la rebelión que llevan a cabo las dos manos de Charlie George, un cirujano de éxito.



El relato fue adaptado en 1997 para la pequeña pantalla por Mick Garris, todo un especialista en reescribir cuentos de terror de Stephen King -por cierto, el fan número uno de los Libros de sangre de Barker-, en el telefilm Quicksilver Highway, que venía a ser un remedo de este cuento y de otra adaptación, precisamente de King y de su relato "Chattering Teeth" ("La boca saltarina").



Dejando a un lado la adaptación del texto de King, que a nuestro parecer carece de cualquier interés... ¿qué podemos decir de este televisivo "La política del cuerpo"? Pues que buena parte de la fuerza del texto original radica en la capacidad sugestiva -y, claro, subjetiva- de la literatura de su autor, por lo que una vez plasmado en imagen real -y por tanto objetiva-, la revolución de las manos pierde mucha capacidad de inquietar y se acerca peligrosamente al ridículo (ay, esas voces en off para ilustrar los pensamientos y las emociones de las manos rebeldes).



Esto es algo que ni siquiera un buen reparto puede evitar, por más que el televisivo Matt Frewer (Max Headroom, Taken, Eureka) ofrezca un estupendo trabajo como George, y Bill Nunn esté competente como su psiquiatra particular. Dos apuntes finales respecto del reparto: en una escena en el quirófano, podemos ver al propio Clive Barker como un anestesista al que casi apuñala un escalpelo lanzado por las manos del protagonista, así como al realizador John Landis como un ayudante del cirujano. En cuanto al reparto de esta producción televisiva, hay que señalar la presencia de los conocidos Veronica Cartwright (una niña en Los pájaros, ya crecida en Alien) y de Christopher Lloyd (Doc Brown en Regreso al futuro), este como Aaron Quicksilver, el anfitrión a modo de los tebeos de EC y Warren que sirve para darle empaque y unidad al producto.



"El tren nocturno de la carne"

Mucho más interesante resulta la reciente adaptación de este relato -que los más veteranos del lugar conocerán como "El tren de la carne de medianoche", en su antigua traducción de Martínez Roca y Círculo de Lectores- por parte del cineasta japonés Ryuhei Kitamura: Midnight Meat Train es un film estupendo, que no ofende al relato original del que parte, y que merecería mejor suerte de la que ha tenido en los cines de todo el mundo... cuando se ha estrenado, que no es el caso de España(*).



Recordemos el texto original: Leon es un oficinista de gris existencia que se traslada a la ciudad de New York proveniente de Atlanta, y que pronto se enamora de la Gran Manzana. Pero lo que desconoce y no tardará en descubrir es que algo oscuro se oculta en el corazón de esa manzana podrida: por la noche, una de las líneas del metro se convierte en un viaje directo al Infierno, gracias a un asesino en serie llamado Mahogany y al que la Policía y la prensa conocen como "El Carnicero"...



El film de Kitamura, como es lógico, añade nuevos elementos a un relato en verdad muy sencillo y esquemático, e incluir en la trama a la novia de Leon (Maya, interpretada por Leslie Bibb) o convertir a este en un artista fotográfico en manos de una galerista manipuladora a la que encarna una recuperada Brooke Shields, no mitiga de ninguna forma la fuerza y la brutalidad del cuento original.



Cabe destacar el buen hacer de los protagonistas del film: Bradley Cooper (Will Tippin en Alias) es Leon, y Vinnie Jones (Juggernaut en X-Men: La decisión final y habitual en los filmes de Guy Ritchie) es Mahogany, al que el actor convierte en una máquina de matar imparable de presencia rotunda... frente al individuo de apariencia apocada y rutinaria del texto de Barker.



El resultado final es un film espléndido, al que solo malogra en cierta medida algunos efectos especiales infográficos demasiado patentes, no integrados con naturalidad, y al que su final, que da al relato cierta circularidad, no hace sino mejorar por mucho que se vea venir.

Esperemos que las próximas adaptaciones al cine de los relatos de Barker -ya se anuncia una película que reunirá el primer y último relatos, a modo de prólogo y epílogo, de los Libros de Sangre- estén en la línea de Candyman y Midnight Meat Train, y no del decepcionante telefilm aquí comentado.



[Nota bene: del film El Señor de las Ilusiones, dirigido por el propio Clive Barker, ya hablamos en su día cuando comentamos el cuento original que adapta: "La última ilusión".]


(*) Post Scriptum (15/IV/2009): La película no se estrenará finalmente en los cines españoles, pues se ha lanzado directamente en formato digital, modalidad de alquiler, con el título de El vagón de la muerte.

1 comentario:

Andreu Romero dijo...

Y Tortured Souls pa cuando? No iban a hacer una peli de esos muñecajos o un remake de Hellraiser? Rumores, rumores...


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