jueves, 19 de junio de 2008
Río abajo: Émile y el sexo
Demostrando su interés por publicar todo tipo de cómics, Norma Editorial acaba de sacar al mercado Río abajo de Rabaté, una obra que los lectores españoles esperaríamos ver antes en el catálogo de Astiberri, Sins Entido o Ponent Mon... por poner algunos ejemplos de empresas muy interesadas en el cómic francés de autor, en obras únicas (en varios sentidos) muy sujetas a la realidad tangible, a eso que en Estados Unidos llaman slice of life y aquí deberíamos tildar de costumbrismo.
Este álbum, que fue garlardonado con el Premio de la Crítica Francesa (ACBD) al mejor cómic en 2007, relata unos días de la vida de Émile Garreau, un anciano que vive solo en su casa de la campiña francesa, y que dedica su tiempo de ocio -esto es, todo el que pasa sin dormir- a ver concursos de formar palabras con letras en televisión, en tomar una copa con los habituales en el bar del pueblo -muy pequeño, y por tanto todos se conocen entre sí- y en pescar en el río con su mejor amigo Edmond.
Será precisamente una confesión de este último, posiblemente algo más joven y seguro que mucho más vital que el propio Émile, quien desencadene un profundo cambio en su vida: Edmond lleva tiempo saliendo con mujeres que conoce a través de una agencia de contactos, y está planeando poner fin a su condición de soltero con la última que ha conocido. Pero la muerte le sobreviene precipitadamente y frustra todos sus planes de futuro.
La cercanía de la muerte y el hecho de que solo se puede confiar en el presente llevarán a Émile a plantearse una serie de dudas vitales, y su gris cotidianeidad íntima, estrictamente solitaria tras el fallecimiento de su esposa a causa de un cáncer y después de un largo período de hospitalización y quimioterapia, se verá fuertemente tambaleada, moviéndose a partir de ese momento entre pensamientos funestos (la idea del suicidio) y unas renovadas ansias por vivir.
Con Río abajo -el título es una diáfana metáfora de la vida del protagonista, ya en su último tramo abocado al inevitable final- Pascal Rabaté ha construido una obra intimista sobre la ancianidad -como ya hecho recientemente el español Paco Roca con Arrugas, si bien centrándose especialmente en el alzheimer-, que en el caso del francés se muestra repleta de vitalidad, con un protagonista de la tercera edad que lejos de rendirse a las limitaciones físicas de su condición, y sobre todo a la comodidad del tedio, siente la necesidad de recuperar algo que no sabía que echaba de menos: el sexo.
Así, el autor de Ibicus retrata un tema lamentablemente tabú para algunos, el sexo en la vejez, con una sinceridad aplastante y un enorme cariño, que nunca cae en la banalidad de la idealización, por sus personajes. Pero lo que hace grande a Río abajo no es -al menos no lo es tan solo- su retrato del (segundo) despertar sexual de Émile Garreau, ni tampoco las sorpresas que deparará el devenir de la trama al propio Émile y con él a los lectores... sino la verosimilitud que Rabaté imprime, gracias a su capacidad de observación y al gusto por los pequeños detalles, a unas páginas rebosantes de vida. El resultado un cómic que muy bien podría ser llevado al cine -como ya decíamos de Caída de bici de Davodeau y Chabrol-, aunque habría que conformarse con algún realizador contemporáneo (¿Robert Guédiguian?), porque el cineasta más adecuado a esta historia, el gran Jean Renoir, falleció en 1979.
Título: Río abajo
Autor: Rabaté (guión y dibujo)
Editorial: Norma Editorial
Fecha de edición: mayo de 2008
96 páginas (color) - 19,50 €
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