Abandonad toda esperanza

miércoles, 17 de noviembre de 2010

Wilson: El hombre sin atributos



Lo nuevo (y muy ansiado) de Daniel Clowes, Wilson, llega a España por la puerta grande, como lo hacen -y esto es un adelanto, uno más, para el medio- las novelas más esperadas de autores superventas como Umberto Eco o Ken Follett: en dos ediciones, en castellano y en catalán. Así, Mondadori -que ya editó el anterior Ice Haven- se encarga de la primera y La Cúpula -que ha publicado el grueso de la obra del norteamericano: Ghost World, David Boring, Pussey!, Como un guante de seda forjado en hierro, Caricatura- se hace cargo de la segunda.



Así pues, no hay excusa (lingüística) para no hacerse con la nueva obra de uno de los autores indispensables de la historieta contemporánea -indie o no-, y que pese a lo difícil que siempre supone responder tanto a una ambición creativa considerable como a unas altas expectativas por parte del público al que se dirige, en esta ocasión vuelve a cumplir con creces y nos deja, como lectores, asombrados ante un resultado tan completo.

Daniel Clowes

Cabe señalar, antes de entrar en materia, que estamos ante la primera novela gráfica de Daniel Clowes concebida como tal: téngase en cuenta que sus títulos anteriores fueron publicados de forma serializada en su celebrada serie Eightball -publicada en parte por La Cúpula como Bola Ocho, en once números independientes y un volumen en tapa dura- antes de ser recopilados en formato libro.



Wilson viene a ser una serie de 71 historias de una página, todas con título propio, al estilo de las planchas dominicales de la prensa estadounidense -una estética con la que Clowes ya coqueteó en el citado Ice Haven-: la primera de la serie, "Fraternidad" ("Fellowship"), nos descubre al protagonista de todas ellas, el Wilson titular, que se presenta interpelando directamente al lector como una persona sociable a la que le encanta la gente. No obstante, los lectores intuiremos muy pronto -en la última de las viñetas de dicha historia- que el concepto de persona sociable que tiene Wilson no se corresponde exactamente con el nuestro: lo demuestra su respuesta seca y cortante, un recurso que se repetirá en un buen número de estas historias de una sola página.



A lo largo de la obra, debido a su comportamiento y su forma de dirigirse a sus semejantes -no se pierdan sus disquisiciones acerca de la película de Christopher Nolan El caballero oscuro, aun sin haberla visto-, el protagonista se dedica a echar por tierra una y otra vez toda posibilidad de empatía hacia él, tanto por parte del lector como del resto de personajes con los que se relaciona. Así, si hay un alter ego del lector en el libro no es como suele ser el caso su figura central; si acaso, nos identificaríamos antes con los familiares, amigos y vecinos de aquel, que lo contemplan con una mezcla de indiferencia, extrañeza y rechazo.



Como ya imaginarán, lo que cuenta Wilson en tanto en cuanto devenir vital de su protagonista, es lo de menos. No obstante, hagamos un pequeño repaso: se trata de un hombre que tras la muerte de su madre vive solo, que lleva años sin hablar con su padre y que solo parece sentir algo parecido al cariño por su perro Pepper, al que saca a pasear cada día. Abandonado por su esposa Pippi -a la que cree atrapada en el mundo de la prostitución, la droga y las carencias de los vagabundos sin techo-, acabará pasando un tiempo en prisión, y a su salida descubrirá que de su matrimonio nació una hija de la que no sabía nada hasta ese momento.



Aunque llegado ese punto Wilson se proponga recuperar el tiempo perdido, pronto nos daremos cuenta -los lectores, porque él parece padecer algún tipo de incapacidad emocional que lo lleva a no percatarse de según qué cosas- que ya es demasiado tarde, que todo está perdido, y que está condenado a morir solo. Nunca Clowes fue precisamente la alegría de la fiesta, pero hasta la fecha cierto sentido del humor (negro), el extrañamiento que provocaban sus historias más marcianas -como la de Como un guante de seda forjado en hierro, tan lynchiana como buñuelesca- o el carácter casi siempre meramente temporal de la inadaptación adolescente de las protagonistas de Ghost World, podían redimir algo a sus personajes y suavizar el choque del lector ante un universo, el de los muy verosímiles freaks de Clowes, que aquí se muestra con una crudeza y una brutalidad inéditas.


Hay que señalar que uno de los aspectos más sorprendentes y arriesgados de la obra, y que incide todavía más en el distanciamiento que se crea entre el personaje y el lector, es el cambio constante de estilo gráfico que lleva a cabo el autor, y que no parece responder a ninguna clave en cuanto al contenido de las distintas historias: una reproducción más realista es seguida inmediatamente por un trazo más caricaturesco, y las páginas de color se complementan con algunas en bitono. Así, el Clowes dibujante no solo rompe con las convenciones del medio -lo que quizá quedaría como un recurso meramente gratuito-, sino que imposibilita todavía más la empatía con el personaje y la recepción del relato como un fragmento de realidad... aunque Clowes muestre el envejecimiento progresivo del personaje hasta llegar al ocaso de su vida, momento en el que encuentra un sentido a la misma -o al menos eso piensa él-, pero que el autor nos escamotea como un último y cruel guiño en el final abierto que culmina la obra.



Estamos pues, en cierta medida, ante una perversión del llamado slice of life (literalmente, "pedazo de vida") de la historieta yanqui, con el que siempre se ha vinculado al autor de David Boring, así como un nuevo paso, y muy firme, en la carrera de un autor ya imprescindible. Llegado este punto ya puede decirse, a estas alturas del 2010, que Wilson es una obra llamada a estar entre lo mejor del año en cuanto a novedades de cómic se refiere. Solo nos queda, pues, recomendar encarecidamente su lectura, y felicitar a Mondadori por las excelencias de su edición, que es la que hemos manejado; recordemos, no obstante, que los que prefieran leerlo en catalán tienen también la oportunidad de hacerlo. La cuestión es, sea como sea, leerlo.


Título: Wilson [edición en castellano]
Autor: Daniel Clowes (guión y dibujo)
Editorial: Mondadori
Fecha de edición: noviembre de 2010
80 páginas (color) - 17,90 €

Título: Wilson [edició en català]
Autor: Daniel Clowes (guión y dibujo)
Editorial: La Cúpula
Fecha de edición: septiembre de 2010
84 páginas (color) - 17,90 €


1 comentario:

elprimerhombre dijo...

Muy buena recomendación, sí señor.

Un saludo!


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