jueves, 29 de diciembre de 2011
El fantasma de Hoppers: Maggie Returns
En algunas ocasiones, el consumidor de cultura en general y el lector de cómics en particular se siente empujado al deseo de encontrar, parafraseando a Honoré de Balzac, esa obra maestra desconocida que aparece de forma inesperada en el camino, por lo general realizada por un autor del que no se sabe nada o casi nada. Pero en otras ocasiones, muy al contrario, nos mueve la necesidad de apostar sobre seguro, y saber que el tiempo que le vamos a dedicar a la obra en cuestión no será, en ningún caso, tiempo perdido.
Muy pocos autores hay que garanticen esa seguridad, y para el que esto firma, los hermanos Hernandez -o, como se les conoce más popularmente, los Hernandez Bros-, forman parte por derecho propio de ese club tan selecto. Últimamente era Beto Hernandez quien más me había llamado la atención, no ya por su ciclo de Palomar o por la reciente Ciudadano Rex concebida con Mario, el menos prolífico de los tres hermanos, sino sobre todo por dos novelas gráficas tan soberbias como Una oportunidad en el infierno y Hablando del diablo, esta última uno de los mejores tebeos de los últimos años. Pero pese a ello no hay que olvidar que es Jaime Hernandez quien firma en solitario esa joya que es Locas, el título que mejor recoge el espíritu original de la inimitable Love & Rockets, el fanzine que publicaran los Hernandez desde 1981 hasta su desaparición en 1996.
La obra que nos ocupa, El fantasma de Hoopers, y que acaba de editar en castellano -como el resto de obras de estos autores- La Cúpula, no es sino una suerte de continuación de Locas, al incluir las nuevas historias breves protagonizadas por Maggie Chascarrillo que ya aparecieron de forma serializada en la mítica cabecera. Así, el presente volumen sigue a los anteriormente publicados La educación de Hopey Glass y Penny Century en la ampliación del universo de Locas, dando forma a todo un fascinante microcosmos que hará las delicias de los amantes de lo imprevisible.
Y es que si algo caracteriza a la obra de los Hernandez Bros, y al universo de Locas en particular, es la rabiosa libertad creativa con la que sus autores encaran su creación. Así, El fantasma de Hoppers -que, leído de una sentada en el presente tomo, adquiere la entereza de una novela gráfica entendida de forma unitaria- puede parecer, por momentos, un relato costumbrista en la línea del slice of life que tanto abunda en el marco del cómic indie norteamericano. Pero cuando menos se lo espera, el lector se encuentra con un giro sorprendente, un requiebro en el relato que lo transforma en un cuento de terror atmosférico y psicológico, en la línea del mejor Roman Polanski, el de La semilla del diablo o El quimérico inquilino.
Así, este relato que protagonizan no solo la propia Maggie, sino otros personajes del universo de Locas, como la carismática e impulsiva Hopey, la inquietante Izzy o la voluptuosa Vivian (que viene con un violento ex novio acosador de regalo), deviene en un cúmulo de situaciones inesperadas donde lo mismo nos encontramos con el paso fugaz de una superheroína con dificultades para mantener su identidad secreta como la presencia fantasmal de unos perros que ladran en mitad de la noche pero que nadie alcanza a ver.
Por supuesto, habrá quienes no comulguen con esta manera de entender el arte narrativo (ya sea con viñetas o no), y defiendan la necesidad de seguir una estructura clásica de planteamiento, nudo y desenlace, además de la obligatoriedad de adscribirse a un género y no a un arriesgado cóctel que mezcle varios. Por supuesto, la obra de los Hernandez Bros, y El fantasma de Hoppers no es una excepción, no es para ellos. Pero si no es tu caso, y eres capaz de dejarte llevar por el placer de lo inesperado, te harás un gran favor a ti mismo si te haces tanto con los tres volúmenes de Locas como con las mencionadas continuaciones, El fantasma de Hoppers incluida.
Título: El fantasma de Hoppers
Autor: Jaime Hernandez (guion y dibujo)
Editorial: La Cúpula
Fecha de edición: diciembre de 2011
130 páginas (b/n) - 16 €
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