Abandonad toda esperanza

miércoles, 17 de marzo de 2010

Reediciones de lujo



Y con lo de "reediciones de lujo" no me refiero solo (aunque también) al envoltorio, en tapa dura y buen papel, sino al contenido. Y es que hoy toca recuperar dos de las más interesantes reediciones de entre las que llegaron a las librerías en un año, el 2009, particularmente propicio para la recuperación de clásicos contemporáneos del tebeo. Los más viejos del lugar recordarán sin duda la particular recomendación que de vez en cuando salpicaba los "checklists" de novedades de los tebeos publicados por la desaparecida (y qué quieren que les diga, muy añorada) Ediciones Zinco: "¡Si solo puedes comprar un cómic este mes, que sea este!". No me extrañaría nada que dicha aseveración hubiera adornado la referencia de los dos títulos que hoy nos ocupan y que en su día publicó en España la citada editorial, por aquel entonces poseedora de los derechos de publicación de DC Comics en nuestro país.



Empecemos por Epicuro el Sabio, que hoy publica Norma Editorial en formato de lujo, y que en su día editó Zinco como Epicurus el Sabio. Estamos ante una de las obras que más hicieron por normalizar, allá a finales de los años 80, la inclusión de elementos propios de la alta cultura -en este caso la historia de la filosofía antigua, nada menos- en un ámbito muchas veces mal considerado como infantil o de nulo interés.



Escrita por William Messner-Loebs y dibujada por un arrebatador Sam Kieth, con color de los magníficos Steve Oliff y Alex Sinclair, Epicurus the Sage fue el buque insignia de Piranha Ress, la respuesta de DC Comics, dando libertad total a los autores y emulando así a lo que su más directa competencia -Marvel- había hecho años antes con la línea Epic, al auge que empezaban a experimentar las pequeñas compañías independientes. La obra en cuestión contó con una miniserie de dos entregas y el volumen unitario Epicurus The Sage Fast Forward Riding the Sun, material todo él publicado entre 1989 y 1993 y recogido ahora de forma íntegra en la nueva edición de Norma.



En este relato, el hoy célebre filósofo griego Epicuro, apodado 'el Sabio', viaja desde Samos, su ciudad natal, a Atenas, núcleo de la filosofía, el arte y la democracia de la cultura helénica. Allí conocerá a Platón, a Aristóteles, al venerado maestro Sócrates e incluso, en uno de los varios anacronismos que el guionista se permite, a un pequeño pero ya impulsivo Alejandro Magno que sueña con dominar el mundo. Juntos vivirán aventuras en las que desempeñarán un papel muy importante, como no podía ser de otra forma dada la época, los mismísimos dioses del Olimpo.



Bebiendo de la historieta europea de ambientación histórica y espíritu irreverente, con el Ásterix de Goscinny y Uderzo a la cabeza, Epicuro el Sabio ofrece un divertidísimo e ilustrativo relato en el que figuras importantístimas de la historia de la filosofía universal son retratadas, gozosamente, sin ningún engolamiento impostado. Pero si el guión de Messner-Loebs resulta divertidísimo, no es menos llamativo el trabajo de Sam Kieth, que hasta la fecha apenas había dibujado algunos números del The Sandman de Neil Gaiman, y que después nos regalaría, siempre con su muy reconocible trazo, obras tan interesantes y personales como Zero Girl. En Epicuro el Sabio el dibujante vuelve a autorretratarse como un digno heredero de Bernie Wrightson pasado por la estética caricaturesca de Sergio Aragonés y el resto de autores de la revista MAD.



En definitiva: una adquisición indispensable, se esté o no interesado en la filosofía clásica, siempre y cuando se tenga interés por la historieta de calidad; y, además, disponible en una edición de lujo como la ocasión se merece, coronada por una galería de ocho páginas que incluye ilustraciones de portadas y bocetos de personajes de un Kieth cuyo trabajo, repetimos, se erige en el mayor atractivo de la obra.



No ocurre así en el otro título que hoy queremos recomendar, Skreemer, nada más y nada menos que el primer trabajo del hoy afamado guionista Peter Milligan para DC, y a la postre una de las piedras angulares -otras fueron el Swamp Thing de Alan Moore, el Animal Man de Grant Morrison y el Hellblazer de Jamie Delano- de la base de lo que luego sería la línea Vertigo. Y es que en el trabajo del escritor de Shade, el hombre cambiante reside precisamente el mayor aliciente del presente título, pues los ilustradores Brett Ewins y el hoy famoso Steve Dillon simplemente cumplen con el mínimo requerido.



Así pues, esta serie de seis comic books vuelve a editarse como merece: en un volumen unitario en tapa dura, de la mano de Planeta de Agostini. Y se lo merece no solo por su calidad intrínseca, les aseguro que indiscutible, sino porque estamos ante un relato que gana enteros leído de una sentada y sin subrayar cliffhangers que funcionan como tales pero que a la postre se me antojan innecesarios.



El comienzo de la acción de Skreemer se sitúa en el año 38 después de La Caída, en unos Estados Unidos alternativos dominados por las bandas, que muy bien podría ser un futuro por llegar o bien un presente ucrónico surgido tras el crack bursátil de 1929 y distinto del que nos ha tocado vivir. Hay que tener en cuenta que el libreto de Milligan, tan ambicioso y provocador como nos tiene acostumbrados, renuncia a una narración cronológica lineal, y apuesta por una innovación al respecto pareja a la literatura de James Joyce, referente tanto del guionista como del dibujante Brett Ewins -autor del prólogo de la presente edición-, y a la postre influencia vital de la obra junto con las películas de género negro protagonizadas por mafiosos y matones.



Para ello, el guionista se vale de un narrador, Peter Finnegan, que cuenta el relato en primera persona, centrándose por un lado en su propio padre, Timothy Finnegan, que ejerce de guardaespaldas de Veto Skreemer, el más temible gángster del período, así como en este último y en los que fueron sus amigos de infancia: Dutch Amsterdam y Victoria Chandler, esta última convertida en uno de los 30 presidentes de la nación, que no son otra cosa sino los cabecillas visibles de dichas bandas criminales organizadas.



A partir de ahí, Finnegan (el narrador, cuyo apellido es un homenaje a Finnegan's Wake, la novela más experimental y arriesgada, por anti-narrativa, de Joyce) va atrás y adelante en el tiempo esbozando el auge y caída tanto del propio Skreemer como de varias generaciones de su propia familia, sobre todo su tío Charlie y su padre Tommy, en un relato marcado por la contraposición que se establece entre el destino y el libre albedrío.



Así, el personaje de Skreemer se erige como una estatua de piedra colocada en el centro neurálgico de un relato de género negro con tintes fantásticos que se acerca más que nunca a la tragedia griega, marcada por el devenir de sus protagonistas hacia un destino aparentemente inexorable del que no pueden escapar. De esta forma, el teatro clásico griego se suma a la obra y el pensamiento del filósofo Giambattista Vico y el citado Joyce, y a películas como El largo Viernes Santo de John Mackenzie y Érase una vez en América de Sergio Leone, como los elementos que pusieron la semilla de una obra genial que ya hacía intuir lo que iba a significar la carrera posterior de su guionista.


Título: Epicuro el Sabio
Autores: William Messner-Loebs (guión) / Sam Kieth (dibujo)
Editorial: Norma Editorial
Fecha de edición: septiembre de 2009
160 páginas (color y b/n) - 23 €


Título: Skreemer
Autores: Peter Milligan (guión) / Brett Ewins & Steve Dillon (dibujo)
Editorial: Planeta de Agostini Comics
Fecha de edición: diciembre de 2009
176 páginas (color) - 15,95 €

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