La Cumbre de los Dioses / Seton: Taniguchi y los héroes de carne y hueso

Las nuevas entregas de La Cumbre de los Dioses y Seton, dos magníficas series dibujadas por el maestro Jiro Taniguchi, demuestran que su amor por la naturaleza y por la dimensión heroica del ser humano lo lleva a implicarse en obras que potencian estos factores, aunque el guión corra a cargo de otros autores y no de él mismo.



El segundo volumen de La Cumbre de los Dioses (hace unos días Ponent Mon publicaba ya el tercero), prosigue la historia allí donde se quedó al concluir la primera entrega: corre el año 1993, y el fotógrafo y alpinista Makoto Fukamachi, el protagonista de la narración en tiempo presente, sigue obsesionado por encontrar la cámara del alpinista Mallory y, sobre todo, por profundizar en la fascinante figura de Joji Habu, el escalador japonés alrededor del cual gira toda la historia.



El guión urdido por Baku Yumemakura prosigue enlazando con una precisión magistral pasado y presente, con Fukamachi entrevistando a diversas personas que conocieron a Habu, al modo de la típica narración de género negro o de películas basadas en dicha estructura, sin ir más lejos la célebre Ciudadano Kane de Orson Welles. Porque este manga tiene tanto de thriller de investigación como de drama humano y de historia de ambiente deportivo.



De igual modo, el lector será testigo en sus páginas de acciones pasadas que han consolidado la leyenda de Habu y otros alpinistas, entre ellas el reto de ascender a las cumbres del K2 o las escaladas que enfrentaban a dos caracteres tan opuestos y al mismo tiempo igual de admirables como los de Habu y el algo más joven Tsuneo Hase.



Así pues, en este espléndido drama conoceremos los complicados entresijos del mundo del alpinismo, especialmente a través del cuaderno del propio Habu, en el testimonio de un accidentada ascensión que lo dejó con un brazo y una pierna rotos, y que acabó costándole la amputación de varios dedos, por no mencionar que casi le supone perder la vida.



Pero si el retrato de los personajes que realiza Yumemakura es soberbio, merece especial atención el oficio de Taniguchi a los lápices: su meticuloso trabajo en los planos generales, que recordarán a las viñetas de otras obras suyas sobre la escalada, como El rastreador o K, subraya la pequeñez del hombre ante la majestuosidad de la naturaleza, y acaba consiguiendo un resultado memorable, con un blanco y negro rayado de gran belleza.



Estos elementos, tanto temáticos com formales, de La Cumbre de los Dioses, están también muy presentes en Seton. El naturalista viajero, el cómic biográfico protagonizado por Ernest Thompson Seton, el naturalista viajero. Ahora que en Japón acaba de aparecer el cuarto y último volumen de la obra, Ponent Mon pone a disposición del lector español la penúltima entrega, "Sandhill Stag", centrada ya en la mayoría de edad de su protagonista.



Así, y después de conocer la infancia del personaje, en esta entrega Yoshiharu Imaizumi y Taniguchi permiten al lector ser testigos de cómo un Seton de apenas 22 años malvive como puede en la ciudad de Londres, comiendo y durmiendo apenas lo preciso, para estudiar en la Royal Academy of Arts y visitar siempre que puede el zoológico de la ciudad con el fin de tomar notas para sus ilustraciones de animales.



En este último espacio se encontrará con Joseph Wolf, célebre ilustrador alemán especializado en el retrato de especies naturales, que lo aconsejará con precisión en su trabajo. Más influyente que este consejo será todavía el acceder a la biblioteca del centro y conocer las más célebres obras de reconocidos naturalistas, como el Walden de Thoreau o, sobre todo, la Naturaleza de Ralph Waldo Emerson. Estos libros, de cabecera para cualquier naturalista, convencerán al impetuoso protagonista de que es hora de volver a Canadá para, como el protagonista del libro Hacia rutas salvajes y su adaptación al cine, vivir en total comunión y armonía con la naturaleza.



Allí, y una vez recuperado junto a su familia del estado físico en que lo dejó un par de años de penurias en Inglaterra, el joven Ernest se independizará finalmente del entorno familiar; y marchará a Sand Hill para descubrir allí la grandeza del rey de los ciervos, Sandhill Stag, un animal tan honorable como el lobo Rey del primer volumen. Su encuentro con este animal de majestuosa cornamenta, y las enseñanzas del cazador indio Chaska, serán tan vitales como las doctrinas de Thoreau y Emerson para su formación como naturalista.



Aunque la acción de Seton transcurra un siglo antes que la de La Cumbre de los Dioses, y su personaje central sea real, frente a los ficticios del manga anterior, dos son los rasgos principales comunes a ambas obras, que ya señalamos antes: por un lado, el retrato de las maravillas de la naturaleza; y por otro, tan importante o más que lo anterior, el homenaje a unos héroes de carne y hueso (reales o ficticios) de gran fuerza física y mayor vigor psicológico y moral: Joji Habu y Ernest Seton, dos personajes memorables que se ganarán el respeto y la admiración del lector. Como el trabajo, perfecto y sin fisuras, de Jiro Taniguchi.


Título: La cumbre de los dioses (vol. 2)
Autores: Baku Yumemakura (guión) / Jiro Taniguchi (dibujo)
Editorial: Ponent Mon
Fecha de edición: noviembre de 2007
336 páginas (b/n) - 18 €

Título: Seton. El naturalista viajero (Vol. 3: "Sandhill Stag")
Autores: Yoshiharu Imaizumi (guión) / Jiro Taniguchi (dibujo)
Editorial: Ponent Mon
Fecha de edición: diciembre de 2007
280 páginas (b/n) - 18 €

(+) Los volúmenes anteriores de ambas series:
- La Cumbre de los Dioses (vol. 1)
- Seton (vol. 1)
- Seton (vol. 2)