Cuando hace poco más de una semana nos hicimos eco del deceso del especialista en maquillaje Dick Smith, comentamos que rara vez pasan por esta sección de necrológicas los profesionales del cine ajenos a la dirección y la interpretación; de hecho, en el caso de los productores son quizá Dino de Laurentiis y el español Elías Querejeta los únicos de cuya desaparición publicamos en su día el pertinente obituario. Hoy, lamentablemente, hemos de sumar otro nombre más a esa breve lista: el del cineasta israelí Menahem Golan, figura clave del cine más popular en la década de los 80.
Menahem Golan (1929-2014)
En sus años de juventud, Menahem Globus -que cambiaría su apellido por Golan debido a razones políticas vinculadas a un sentimiento patriotico- fue piloto del ejército de aire israelí, pero pronto se decantó por satisfacer sus inquietudes artísticas: su viaje a Londres supuso un antes y un después en su carrera profesional, y a su regreso a Israel estableció una asociación laboral con su primo Yoram Globus, cuyos primeros frutos fueron el debut en la dirección de Golan con El Dorado en 1963 -film que no hay que confundir con los trabajos homónimos de Howard Hawks y Carlos Saura- y la producción de Sallah Shabati, que consiguió una nominación al Oscar como mejor película de habla no inglesa para Israel.
Menahem Golan & Yoram Globus: primos y socios
Pese a que sus comienzos se caracterizaron por producciones más prestigiosas, cuando la pareja de primos compró en 1979 una productora en declive llamada The Cannon Group Inc. efectuaron un giro de ciento ochenta grados hacia el cine más descaradamente comercial. De hecho, Golan y Globus convirtieron a la Cannon en la principal fuente de películas de acción y aventuras de la década de los 80, con la explotación internacional de las estrellas del género en el punto de mira.
¡... O una maldición del infierno!, una de las producciones más atípicas de Golan
Así, además de encargarse de la coproducción con Italia Seis balas... una venganza... una oración (cinta a rebufo del éxito del llamado spaghetti western desde finales de la década de los 60), las seis entregas de la saga juvenil Polo de limón (uno de los mayores éxitos internacionales del cine israelí hasta ese momento), u ¡... O una maldición del infierno!, un modesto pero estimable film de terror, Golan se embarcó en la producción de series como las inauguradas por La justicia del ninja, Delta Force (estas dos dirigidas por el propio Golan), Yo soy la justicia, Desaparecido en combate o El guerrero americano. Filmes a mayor gloria de estrellas del momento como Charles Bronson, Chuck Norris o el más discreto Michael Dudikoff, que se convirtieron en celebridades en los cines y videoclubs de todo el mundo de la mano de la Cannon.
Delta Force: Chuck Norris y Lee Marvin dirigidos por el mismo Golan
Otras películas de acción y aventuras producidas por Golan y Globus -que se repartían, respectivamente, las funciones artística y financiera de la Cannon- fueron Invasión USA, El templo del oro y El héroe del terror con Chuck Norris; La ley de Murphy, El guardaespaldas de la primera dama y Kinjite: prohibido en Occidente con Charles Bronson; Cobra (El brazo fuerte de la ley) y Yo, el Halcón -esta realizada también por el propio Golan- con un Sylvester Stallone explotando la fama obtenida con Rocky y Rambo; o las dos entregas de las aventuras del Allan Quatermain encarnado por Richard Chamberlain. Pero la productora no le hizo ascos al cine fantástico y de terror, y su asociación con el realizador Tobe Hooper dio pie a la realización del film de culto Lifeforce (Fuerza vital), la irregular La matanza de Texas 2 y la mediocre pero divertida Invasores de Marte.
Otro film dirigidp por Golan: Yo, el Halcón, a mayor gloria de la estrella de Rocky y Rambo
Pese a ello, Menahem Golan no abandonó del todo la producción de filmes de corte más autoral y temáticas más intimistas: es el caso de filmes como Corrientes de amor de John Cassavetes, Los amantes de María y El tren del infierno de Andrei Konchalovsky, Barfly (El borracho) de Barbet Schroeder -escrita por el mismísmo Charles Bukowski-, Los hombres duros no bailan -adaptación de una novela de Norman Mailer dirigida por él mismo- o el particular King Lear de Jean-Luc Godard.
La pareja Cassavetes & Rowlands en Corrientes de amor: la vertiente arty de Golan
El año 1987 supuso un punto de inflexión y comienzo de cierta decadencia para la Cannon: Superman IV: en busca de la paz fue un fracaso relativo desde un punto de vista comercial y un fiasco absoluto en términos artísticos, y otros títulos más bien deleznables como Masters del Universo o el Capitán América de Albert Pyun -mediocre realizador con el que repetirían en Cyborg, con una estrella ascendente como Jean-Claude Van Damme- no ayudaron a mejorar la situación. Finalmente, la productora de Menahem Golan y Yoram Globus cerraba sus puertas en 1993, aunque sus principales responsables seguirían dedicándose a las labores de producción durante varios años más.
Superman IV, o el principio del fin de la Cannon
Menahem Globus, llamado Menahem Golan, nació en 31 de mayo de 1929 en Tiberias, Palestina (actualmente Israel), y falleció en 8 de agosto de 2014 en Jaffa, Israel. Tenía por tanto 85 años. Descanse en paz.
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