Abandonad toda esperanza

lunes, 7 de noviembre de 2011

Las viñetas de George R. R. Martin



Vaya por delante que no he leído la obra de George R. R. Martin. Es decir, que no sé prácticamente nada de la popularísima saga Canción de hielo y fuego, y por tanto tampoco de su primer volumen, el celebrado Juego de tronos; ni siquiera he visto la serie televisiva a la que ha dado lugar y que ha producido la reputada HBO. La fantasía heroica -lo que en el ámbito anglosajón se conoce como sword & sorcery, esto es, "espada y brujería"- nunca ha sido uno de mis (sub)géneros predilectos: apenas he leído algunas novelas del mismo, y a la mayoría de lo poco que conozco de primera mano he llegado a través del cómic y sobre todo del cine.


George R. R. Martin, creador de caballeros y vampiros


Pero el interés que despierta el mundo del noveno arte en general, y las adaptaciones de obras literarias y/o cinematográficas a este medio cada vez más pujante en particular, me ha llevado a leer las versiones en cómic de dos de las tres novelas cortas que este escritor norteamericano ha dedicado a su universo de Canción de hielo y fuego y que funcionan a modo de precuelas de dicho ciclo literario. Estas son El caballero errante (1998) y La espada leal (2003), e imagino que la más reciente The Mystery Knight (2010) no tardará demasiado en ser vertida también al lenguaje de las viñetas.




El sello encargado de editar en español estas dos adaptaciones ha sido DeBolsillo, que las lanzó sucesivamente al mercado en los meses de mayo y junio de este año dentro de su línea "Best Seller", en la cual han aparecido otros cómics de muy diversa índole. Con esta ampliación del mercado, la editorial Random House Mondadori pretende hacerse con un target muy concreto y no limitarse así al sector especializado: me refiero al lector ocasional, que más que el medio conoce el género o, en este caso -y en el de Stephen King y su saga La torre oscura- al autor y su obra literaria previa.




Pero centrémonos ya en lo que cuentan estos dos volúmenes, editados en Estados Unidos por la mismísima Marvel Comics: El caballero errante nos presenta ya en su primera página al personaje principal, Dunk, un escudero cuyo señor acaba de fallecer, y que pretendiendo convertirse como este en un caballero errante planea hacerse pasar por uno y combatir en el gran torneo de Vado Ceniza. En su caminar hacia el poblado se cruzará con un misterioso muchacho de cabeza rapada, que responde al nombre de Egg ("Huevo"), y del que más tarde descubriremos su verdadera identidad...




Estamos pues ante una narración de caballería de ambientación medieval no muy distinto de los que conforman el ciclo artúrico protagonizado por el rey de Camelot y sus caballeros de la Mesa Redonda. Esto es: un relato de iniciación acerca de la forja de un héroe, que se muestra cargado de aventuras, y donde no faltan algunos apuntes humorísticos (muy medidos) y una pequeña dosis de romance. Por no faltar, no se echan en falta tampoco algunos elementos de corte fantástico -sobre todo, la presencia puntual de los dragones, prácticamente extinguidos-... si bien la fantasía es menor que en la obra del autor de El Señor de los Anillos, aunque de Martin se haya dicho en más de una ocasión que es "el J. R. R. Tolkien estadounidense".




La presente edición se completa, a modo de material extra, con un cuadro que incluye la representación de los escudos de armas de los distintos clanes que participan en el torneo del Prado de Vado Ceniza, así como un par de ilustraciones pertenecientes a otras tantas cubiertas originales... y un adelanto de siete páginas del siguiente título, La espada leal, centrada en la batalla del campo de Hierbarroja, que allí aparecerá a modo de evocador flashback.




La acción que narra este segundo -y, por el momento, último- volumen acontece dos años después de finalizar El caballero errante: Dunk se ha convertido ya en un caballero con todas las de la ley, y responde al nombre de "Duncan el Alto". Por su parte, Egg le sirve como fiel escudero. Y ambos están a su vez al servicio de Ser Eustace, señor de Tiesa, una región pobre atormentada por una devastadora sequía.




El uso ilegítimo del agua de Tiesa por parte de la región vecina de Fosafría gracias a una presa subrayará todavía más la enemistad entre Eustace y Lady Rohanne, la temible señora de Fosafría y a la que apodan "la Viuda Escarlata". Este desencuentro generará un enfrentamiento en el que Dunk y Egg se verán envueltos y donde su lealtad se volverá a poner a prueba, hasta alcanzar un desenlace sorprendente. Como imaginará el lector, estamos ante otro relato de caballeros medievales al uso, si bien aquí ya no hay que presentar el marco espaciotemporal y a los personajes principales, donde brilla particularmente el trabajo del dibujante Mike S. Miller, un artista que ha trabajando para los universos superheroicos de Marvel y DC en cabeceras tan populares como Wolverine, X-Men, Justice League of America y Adventures of Superman.




Al igual que los títulos citados, tampoco había leído Sueño del Fevre, la más celebrada novela de terror de Martin y considerada como una de las mejores obras del género de los últimos tiempos. En cambio, debido a mi interés por el terror y por contraposición a lo dicho acerca de Canción de hielo y fuego, siempre tuve cierta predisposición a leerla a poco que cayera en mis manos un ejemplar. Mientras tanto, no está de más disfrutar de la adaptación que acaba de publicar Glénat y que firman el guionista Daniel Abraham y el dibujante Rafa López.




De nuevo se destaca en la cubierta de la edición española el nombre del escritor del libro original, dado el tirón comercial del que dispone actualmente... si bien sí se les reserva un pequeño espacio a los autores de esta maxiserie de diez entregas publicada por Avatar a lo largo del pasado año y que aquí se recopila al completo, como suele ser usual en el caso de esta editorial siempre que la extensión del material lo hace viable.




La acción de Sueño del Fevre arranca en abril de 1857, la noche en la que se van a conocer los dos personajes principales del relato: Abner Marsh y Joshua York. El primero es un veterano capitán de navío que sueña con poseer el barco de vapor más rápido de todos los que cruzan el río Misisipi; el segundo es un misterioso caballero de porte aristocrático que le ofrecerá al primero una suculenta oferta: financiar la ampliación de su compañía de paquebotes Fievre. Marsh, claro está, terminará aceptando, y el principal resultado de esta peculiar alianza será la creación de la embarcación que da título a la obra, novela y cómic...




Sueño del Fevre es un relato de vampiros que presenta a estas criaturas como seres de corte romántico y aspecto decimonónico, más en la línea de Anne Rice que del fundacional Bram Stoker y su Drácula... aunque a decir de los que han leído a ambos el estilo literario de Martin es muy superior al de la autora de las Crónicas vampíricas. De una forma u otra, no aporta nada nuevo al género, si bien cuenta con algún aspecto de interés: el principal es cómo presenta la relación de amistad creciente entre un vampiro, York, y un humano, Marsh, al principio repleta de mentiras y sospechas pero que con el tiempo se va consolidando cada vez más. Un elemento este que, en otro medio tan distinto como la televisión, me recuerda al vínculo existente entre los personajes del sheriff Nick Monohan y el inquietante Dylan Radcliff, a la postre el apunte más interesante de la serie, por lo demás mediocre, The Gates (Ciudad de vampiros).




Para terminar cabe destacar, claro está tratándose de un cómic y como sucedía en El caballero errante y La espada leal, el apartado gráfico del producto: el trabajo del granadino Rafa López, también conocido como Rafael Sandoval, es más que funcional, y aunque no siempre brilla a la misma altura, en sus mejores momentos -sobre todo hacia el tercio final de la obra-puede recordar al estilo de Mike Mignola, el creador de Hellboy.


La novela, como las de Canción de hielo y fuego,
están editadas en español por Gigamesh


En definitiva: una lectura muy recomendable para los aficionados a las historias de vampiros, e indispensable para los completistas de George R. R. Martin, que al fin y al cabo es de lo que se trataba: de ampliar el universo de este moderno forjador de mitos.


Título: El caballero errante
Autores: Ben Avery (guion, según la novela corta de George R. R. Martin) / Mike S. Miller (dibujo)
Editorial: DeBolsillo
Fecha de edición: mayo de 2011
160 páginas (color) - 12,95 €

Título: La espada leal
Autores: Ben Avery (guion, según la novela corta de George R. R. Martin) / Mike S. Miller (dibujo)
Editorial: DeBolsillo
Fecha de edición: junio de 2011
144 páginas (color) - 12,95 €

Título: Sueño del Fevre
Autores: Daniel Abraham (guion, según la novela de George R. R. Martin) / Rafa López (dibujo)
Editorial: Glénat
Fecha de edición: septiembre de 2011
256 páginas (color) - 19,95 €

4 comentarios:

JOSÉ DIEGO dijo...

Fran, allá por los 70, Martin escribió la novela corta "Una canción para Lya", publicada por Caralt.
En 1975 dicha historia consiguió el Hugo, ser finalista del Locus y también finalista del Nebula.
En aquellos años había "músculo" todavía en los escritores de S.F.
Hoy, de George R.R. Martin parece que es aprovechable todo y aun
están a tiempo de rescatar la historia para hacer otro cómic.

Anónimo dijo...

Aún cuando he leído mucho de fantasía épica y ciencia ficción, veo que me falta bastante campo que explorar. Con Martin no probé nunca, voy a ver qué hay disponible en mis librerías amigas.

Don Fran Ortiz, discúlpeme, pero usted se parece (mucho, según mi criterio) a este señor:

http://www.e-pol.com.ar/newsmatic/usr/66/200/pardini2.jpg

Gillermo Pardini, argentino, conductor de radio y panelista en televisión.

Francisco J. Ortiz dijo...

¿Un doble argentino, en la tierra de Borges, al que tanto interesaba el tema? Bueno es saberlo... :-)

"Conductor de radio" imagino que es lo que aquí llamamos "locutor", pero "panelista" es un término que desconozco. ¿Quizá presentador de un programa televisivo?

Por lo demás, gracias por su visita... y le seguiré la pista al tal Pardini, por si acaso me deja en mal lugar. Un abrazo.

Anónimo dijo...

Sí, locutor quise decir, y panelistas les decimos a esas personas que están sentadas junto al conductor en los programas de chismes, o de cualquier temática y contribuyen con sus comentarios.

Saludos Pardini, digo, Fran Ortiz.


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