Hubo un tiempo en el que William Shakesperare, dramaturgo por excelencia del teatro inglés y autor de obras inmortales como Romeo y Julieta, Hamlet, Macbeth, Ricardo III, Sueño de una noche de verano o La tempestad, fue un autor popular, cuyo teatro arrastraba a las masas a los teatros de ambos lados del río Támesis como hoy las finales del reality Gran Hermano congregan a una audiencia considerable frente al televisor.
Hoy en día, en cambio, su obra está considerada como una lectura para minorías -especialistas en literatura y filología, así como lectores exquisitos de alpargatas, pipa de tabaco picado en los labios y fuego en la chimenea-... lo cual dice mucho de la progresiva y aparentemente imparable decadencia intelectual de Occidente. Pero todavía queda un resquicio de esperanza: Shakespeare podría volver a ser una figura tan popular como los superhéroes de la Marvel, el asesino de Scream o los conductores de The Fast and The Furious. ¿Y quién podría lograr semejante cosa sino la industria de Hollywood?
Y es que la enésima revisión de la figura del dramaturgo que llegará a nuestros cines, con la oscarizada Shakespeare enamorado todavía no muy lejana en el tiempo, ha recaído en las manos de, agárrense, Roland Emmerich, el director de blockbusters catastrofistas que ante todo pretenden destrozar la taquilla, caso de Independence Day, Godzilla, El día de mañana o 2012. ¿Conseguirá Emmerich con Anonymous, que así se llama su película sobre los misterios que todavía hoy rodean a la identidad del bardo, un taquillazo que lleve a Shakespare a convertirse no ya solo en un autor de best sellers, al más puro estilo Dan Brown o J. K. Rowling, sino en la pieza central de una operación de merchandising, con sus muñecos y sus camisetas de rigor? El poster, al menos, es de lo más sugerente...
La respuesta, en otoño de este año.
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2 comentarios:
El trailer es bastante chulo, la idea simpatica..
qué miedo... no me la pierdo, saludo
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