El próximo mes de marzo verá por fin la luz la edición española de una novela del reputado Seishi Yokomizo. El primer libro del escritor japonés que se publique aquí será El Clan Inugami, de la mano de La Factoría de Ideas.
Avalada por millones de ejemplares vendidos, su obra ha sido llevada al cine en varias ocasiones (dos de ellas, a partir de esta novela, en sendos filmes dirigidos por Kon Ichikawa en 1976 y 2006); y uno de sus protagonistas más emblemáticos, el extravagante detective privado Kosuke Kindaichi, es uno de los personajes literarios más populares de Japón.
La sinopsis del libro es la siguiente: En el Japón de mediados de los años cuarenta, Sahei Inugami, poderoso jefe del grupo Inugami, muere en su mansión a la venerable edad de 81 años. En su juventud, Sahei fue rescatado de la pobreza y de una muerte segura por un sacerdote shinto. Sin embargo, tras la muerte de Sahei, su deuda de gratitud con el sacerdote desata una maldición que provoca una serie de espantosos y extraños asesinatos, mientras los miembros de la familia Inugami se enzarzan en una desesperada lucha por su fortuna. Al descubrir los terribles secretos, las relaciones prohibidas, la monstruosa crueldad y las identidades secretas del clan Inugami, Kindaichi desentraña la compleja red de relaciones y pasiones humanas que se esconden tras los asesinatos.
Así pues, el lector será testigo de asesinatos de una crueldad extrema, pasiones ocultas y relaciones prohibidas que descubren la cara más negra de Oriente, un mundo que el autor ha sabido convertir en una exquisita delicatessen del género policíaco, de la cual la web de la editorial pone a disposición del visitante las primeras 46 páginas, que podéis leer pinchando en el siguiente enlace:
El Clan Inugami, de Seishi Yokomizo: Avance (PDF)
De la novela volveremos a hablar en este vuestro blog cuando llegue a las librerías.
jueves, 31 de enero de 2008
El gran Catsby: Dulce pájaro de juventud
Si el manga o cómic japonés, considerado en general, es junto con la historieta norteamericana el más vendido en el sector en muchos países, incluido España, el manhwa o cómic coreano es un ilustre desconocido entre nosotros, y las obras provenientes de Corea llegan con cuentagotas a las estanterías de nuestras librerías especializadas.
Esta situación va cambiando poco a poco, gracias sobre todo a editoriales especializadas en cómic asiático, como Ponent Mon o Iced Lands, así como a otras con un amplio margen dedicado al tebeo de Oriente, caso de Planeta, Norma o nuevos llegados como Dolmen. En el caso de Glénat, la editorial cuenta ya con una amplia tradición en la edición de cómics asiáticos, y una de las joyas editadas recientemente es precisamente un tebeo coreano. Nos referimos a El gran Catsby, de Doha.
La serie, formada por seis volúmenes de los que se han editado ya la mitad, está protagonizada por Catsby, un veinteañero sin oficio ni beneficio que es testigo de cómo, de la noche a la mañana, la que ha sido su novia estable durante los últimos seis años, Persu, lo abandona para casarse con un hombre adinerado y mucho mayor que ella. Su único consuelo reside en salir a emborracharse, cantar en el karaoke y ligar con otras mujeres (aunque sea pagando) en compañía de su mejor amigo, Houndu, que permite a Catsby quedarse en su casa en estos momentos de doloroso sufrimiento e inestabilidad emocional.
"El Gran Catsby va de juventud. Por juventud me refiero al lugar que sin duda queda en la memoria de todas y cada una de las personas. Es el lugar donde uno, a veces, sueña sin fundamento o hiere a otro sin ningún reparo". Así se expresa Doha, autor de este cómic de gran éxito en su Corea natal, en el prólogo que abre este primer volumen: una juventud que Doha contempla con la sabiduría y la madurez que da la edad adulta, desde una posición que toma conveniente distancia para enjuiciar hechos y emociones de una etapa vital donde todo sentimiento se sublima y engrandece.
Como El gato Fritz, como Omaha, como Blacksad y como otros tantos cómics clásicos y contemporáneos, El gran Catsby está protagonizada por un gato. Un gato antropomórfico, claro, que usa el móvil y lleva corbata sin traje a la boda de su ex pareja. Un felino que se mueve con soltura y tormento por los callejones de la ciudad, reflexionando sobre su nueva condición de soltero y sobre si volverá a encontrar el amor o vivirá solo el resto de sus días.
Uno de los mayores atractivos de esta obra reside en el arte gráfico de Doha, que logra captar la frescura de una época que ya no volverá gracias al uso de colores planos y cálidos, así como a una disposición de viñetas atrevida e inusual, dejando espacios en blanco (o en verde, o en rosa, o en cualquier otro color) en la composición de cada página.
Scott McCloud se cuenta entre los muchos fans de este cómic, cuyo título, claro está, remite a El gran Gatsby, la novela de Francis Scott Fitzgerald que llevara al cine Jack Clayton con Robert Redford y Mia Farrow encabezando el reparto. Y no nos extraña la admiración del autor de Entender el cómic y otros libros teóricos sobre el medio: el manhwa de Doha, al menos en su primera entrega, se lee con interés y emoción, resultando muy fácil identificarse con las peripecias y emociones de sus protagonistas. Y además cuenta con un uso no ya del lenguaje visual del cómic, sino de la propia narrativa escrita, de alto nivel literario. Una gozada, en definitiva.
Título: El gran Catsby (vol. 1)
Autor: Doha (guión y dibujo)
Editorial: Glénat
Fecha de edición: noviembre de 2007
224 páginas (color) - 15 €
Post Scriptum.- Dado el gran éxito del cómic original, que ha sido publicado en otros muchos países además de en España, no es de extrañar que la adaptación en imagen real se haya puesto pronto en marcha: el resultado es una miniserie de televisión que no estaría de más se estrenara por estos pagos.
miércoles, 30 de enero de 2008
4 meses, 3 semanas, 2 días: Cara a cara... al desnudo
El título de la película de Ingmar Bergman viene ni que pintado para titular estas notas acerca de 4 meses, 3 semanas, 2 días, la última Palma de Oro del Festival de Cannes, un premio que al otorgarse a esta espléndida cinta rumana se dignifica como galardón del certamen cinematográfico más importante y respetado del mundo.
Con esta película el realizador Cristian Mungiu, hasta ahora un ilustre desconocido, se convierte en un valor a seguir del cine europeo actual: después de debutar en la dirección de largometrajes con Occident (al parecer una comedia, y quién podría pensarlo tras ver la cinta que nos ocupa) y de participar en el film de episodios Lost and Found, de autoría colectiva, con este su segundo largo se convierte en el primer cineasta rumano que obtiene la citada Palma de Oro (un premio que hasta ahora han recibido cineastas de la talla de Wilder, Rossellini, Welles, Fellini, Buñuel, Coppola, Wenders, Lynch, Tarantino, Kusturica, Angelopoulos o Moretti, por citar solo algunos), así como en el elegido para representar a Rumanía en los Oscar (aunque al final la candidatura no fructificó en nominación).
La acción del film acontece en la Rumanía de 1987: el país vive los últimos años de la dictadura comunista, marcada por un duro racionamiento de artículos de primera necesidad y bajo un férreo control institucional. En una pequeña ciudad viven Otilia y Gabita, dos jóvenes universitarias que comparten una habitación en una residencia de estudiantes. Gabita está embarazada, no sabe muy bien de cuánto tiempo, y quiere abortar; pero esta es una operación ilegal y debe realizarse con mucha precaución en algún hotel anónimo, por lo que pedirá ayuda a su mejor amiga...
Mungiu no necesita mostrar para contar. Que su cámara registre las penurias del día a día se vuelve innecesario, así como el dibujar un retrato cruel y despótico por parte de las fuerzas policiales: a finales de los 80, Rumanía era un país donde hasta los conserjes de hotel podían ejercer de defensores de la ley y guardianes de la moral. Tampoco es necesario subrayar la gran amistad que se profesan las dos protagonistas, cuya relación emocional es fría vista desde fuera pero lo suficientemente fuerte y sincera como para que Otilia realice los mayores sacrificios por el bienestar de Gabita.
De esta forma, la narración (que abarca apenas unas horas de una jornada cualquiera, y que sin contar los sutiles saltos temporales y espaciales entre secuencia y secuencia, se nos muestra en tiempo real) se articula alrededor de un hecho clave en la vida de ambas amigas: el aborto de Gabita, llevado a cabo en una habitación de hotel por un profesional de semejante cometido, en una secuencia cuyos preliminares incluyen las lógicas explicaciones médicas y el sexo como moneda de cambio, y que se nos antoja tan sostenida que deviene en insoportable.
En 4 meses, 3 semanas, 2 días, Mungiu se muestra heredero de la mirada de Robert Bresson y de las de otros adalides de la búsqueda de realismo en el cinematógrafo, al construir una ficción despojada en todo lo posible de cualquier artificio: se prescinde por completo de la música incidental, porque según el realizador el empleo de cualquier melodía subrayaría y matizaría la acción, esto es, establecería un juicio sobre la misma, y su opción (primero moral, por extensión estética) es la de ofrecer unos hechos sin enjuiciamiento por su parte, desnudos del todo, a un espectador lo más libre y virginal posible.
Igualmente, el cineasta renuncia a un montaje más elaborado, que pondría al descubierto el artificio del cine y la mano de su máximo responsable, y aboga por filmar largos planos secuencia montados luego con naturalidad y sin grandes aspavientos técnicos.
Así pues, 4 meses, 3 semanas y 2 días habla del aborto, pero este deviene en una excusa para denunciar algo más amplio: la lamentable situación vital de toda una nación bajo el yugo de la dictadura, que arranca la inocencia a dos jóvenes que devienen en adultas al final del film. Es esta una película que empieza con dos chicas mirándose cara a cara... al desnudo para terminar de igual manera, si bien ambas son ahora dos mujeres maduras. Acto seguido, se produce un requiebro final en el que Otilia (una espléndida Anamaria Marinca) dirige su mirada directamente al espectador, convertido en voyeur, y lo increpa, lo interroga sobre lo que acaba de ver de la misma forma que Mungiu construye su ficción: con discreción, sin prisas y en silencio.
Una cita ineludible: exposición de King de Ho Che Anderson
Uno de los cómics más interesantes y arriesgados de entre todo lo que se publicó en el año 2006 fue King, la biografía en viñetas de Martin Luther King, y obra cumbre de su autor, el artista Ho Che Anderson. Esto es así ya no solo por el interés intrínseco de la obra en cuanto narración de la vida y milagros del principal defensor de la igualdad de derechos para negros y blancos, sino también por su mera existencia como cómic biográfico, un género no muy habitual en el noveno arte (salvo que sea autobiográfico, este sí más común), y, claro está, por el espléndido trabajo gráfico del autor.
Este último aspecto, caracterizado por el uso de diversos registros de forma sorprendentemente compacta, logrando un resultado de gran fuerza expresiva, podrá comprobarse de primera mano en King, de Ho Che Anderson, una ambiciosa exposición de originales y material inédito de esta novela gráfica. Dicha muestra llegará al Aula de Cultura CAM de Alicante (Avenida Ramón y Cajal, 5) el próximo jueves 14 de febrero, con una inauguración programada a las 19.00 horas.
La exposición, que después se trasladará a Valencia, Palma de Mallorca y Murcia, podrá visitarse en Alicante del 14 de febrero al 30 de marzo, en horario de martes a sábado de 18.00 a 21.00 horas y domingos y festivos de 11.00 a 14.00 horas.
- Información proporcionada por Caja Mediterráneo:
Caja Mediterráneo ha programado en 2008 la puesta en marcha de la exposición King, una inédita e innovadora muestra basada en la novela gráfica desarrollada por el ilustrador canadiense Ho Che Anderson, y que ofrece al espectador un recorrido por la vida y figura de Martin Luther King, liberándole de su imagen santificante y unidimensional.
La exposición King presenta al espectador los trazos más significativos del cómic original elaborado por el autor, y que se mostrará en distintos módulos de madera distribuidos en distintos puntos de los espacios expositivos. De este modo, podrá verse un recorrido de la vida de Martin Luther King desde su niñez, su educación, o su importancia para el movimiento por los derechos civiles. La muestra recoge al reverendo King padre, marido, político, negociador, idealista, pragmático, inspiración para millones de personas, traído a una vida intensa, de carne y hueso, hasta el trágico momento el 4 de abril de 1968 cuando fue abatido a tiros en la terraza del Hotel Loraine en Memphis, Tennessee.
Una de las características más particulares de la visión que Ho Che Anderson hace de Martin Luther King es su parte de hombre y no de héroe. El ilustrador, nacido en Londres en 1969, reside actualmente en Canadá, y debe su nombre a los revolucionarios Ho Chi Min y Che Guevara. Anderson ha trabajado como ilustrador, escritor, productor de radio y periodista, antes de ser reconocido por la crítica y el público de Estados Unidos y Europa. King, una biografía en cómic de Martin Luther King es la novela gráfica que le ha dado a conocer. Éste tardó 10 años en realizar la obra, una combinación de ficción y realidad que ha sido profundamente documentada, dotada de diferentes estilos artísticos. Ho, después de documentarse, estuvo 6 meses trabajando en el guión de la novela; cuando empezó a dibujar, iba cambiando el guión con nuevas ideas e introduciendo nuevos elementos según iba accediendo a nueva documentación. Por otra parte, cabe destacar que si bien la novela gráfica de Ho Che está concebida básicamente en blanco y negro, en la última parte utiliza el color, y combina además técnicas distintas para la concepción de las ilustraciones (fotografías reales en color, dibujo en color).
A partir de estos argumentos, Caja Mediterráneo extrae una gran selección de estas ilustraciones originales que muestran la gran calidad del ilustrador, la potencia de la obra y las diferentes técnicas utilizadas. Todo ello transformado por primera vez en la exposición King.
En su día ya recomendamos fervientemente la lectura de King, publicado en España por Edicions de Ponent. A continuación recuperamos dos textos sobre la obra, publicados en la columna semanal de El Periódico de Villena y en este vuestro blog. Por lo demás, esperamos veros en la inauguración de esta indispensable muestra de arte secuencial.
- Abandonad toda esperanza, salmo 46º: "Black Power"
- King: un intento de biocomic total
Este último aspecto, caracterizado por el uso de diversos registros de forma sorprendentemente compacta, logrando un resultado de gran fuerza expresiva, podrá comprobarse de primera mano en King, de Ho Che Anderson, una ambiciosa exposición de originales y material inédito de esta novela gráfica. Dicha muestra llegará al Aula de Cultura CAM de Alicante (Avenida Ramón y Cajal, 5) el próximo jueves 14 de febrero, con una inauguración programada a las 19.00 horas.
La exposición, que después se trasladará a Valencia, Palma de Mallorca y Murcia, podrá visitarse en Alicante del 14 de febrero al 30 de marzo, en horario de martes a sábado de 18.00 a 21.00 horas y domingos y festivos de 11.00 a 14.00 horas.
- Información proporcionada por Caja Mediterráneo:
Caja Mediterráneo ha programado en 2008 la puesta en marcha de la exposición King, una inédita e innovadora muestra basada en la novela gráfica desarrollada por el ilustrador canadiense Ho Che Anderson, y que ofrece al espectador un recorrido por la vida y figura de Martin Luther King, liberándole de su imagen santificante y unidimensional.
La exposición King presenta al espectador los trazos más significativos del cómic original elaborado por el autor, y que se mostrará en distintos módulos de madera distribuidos en distintos puntos de los espacios expositivos. De este modo, podrá verse un recorrido de la vida de Martin Luther King desde su niñez, su educación, o su importancia para el movimiento por los derechos civiles. La muestra recoge al reverendo King padre, marido, político, negociador, idealista, pragmático, inspiración para millones de personas, traído a una vida intensa, de carne y hueso, hasta el trágico momento el 4 de abril de 1968 cuando fue abatido a tiros en la terraza del Hotel Loraine en Memphis, Tennessee.
Una de las características más particulares de la visión que Ho Che Anderson hace de Martin Luther King es su parte de hombre y no de héroe. El ilustrador, nacido en Londres en 1969, reside actualmente en Canadá, y debe su nombre a los revolucionarios Ho Chi Min y Che Guevara. Anderson ha trabajado como ilustrador, escritor, productor de radio y periodista, antes de ser reconocido por la crítica y el público de Estados Unidos y Europa. King, una biografía en cómic de Martin Luther King es la novela gráfica que le ha dado a conocer. Éste tardó 10 años en realizar la obra, una combinación de ficción y realidad que ha sido profundamente documentada, dotada de diferentes estilos artísticos. Ho, después de documentarse, estuvo 6 meses trabajando en el guión de la novela; cuando empezó a dibujar, iba cambiando el guión con nuevas ideas e introduciendo nuevos elementos según iba accediendo a nueva documentación. Por otra parte, cabe destacar que si bien la novela gráfica de Ho Che está concebida básicamente en blanco y negro, en la última parte utiliza el color, y combina además técnicas distintas para la concepción de las ilustraciones (fotografías reales en color, dibujo en color).
A partir de estos argumentos, Caja Mediterráneo extrae una gran selección de estas ilustraciones originales que muestran la gran calidad del ilustrador, la potencia de la obra y las diferentes técnicas utilizadas. Todo ello transformado por primera vez en la exposición King.
En su día ya recomendamos fervientemente la lectura de King, publicado en España por Edicions de Ponent. A continuación recuperamos dos textos sobre la obra, publicados en la columna semanal de El Periódico de Villena y en este vuestro blog. Por lo demás, esperamos veros en la inauguración de esta indispensable muestra de arte secuencial.
- Abandonad toda esperanza, salmo 46º: "Black Power"
- King: un intento de biocomic total
martes, 29 de enero de 2008
Bodrios que hay que ver: The Attic
Tom Malloy. Recuerden este nombre; es más, pónganlo en la lista de los hombres más buscados y odiados del planeta. Su crimen: aburrir hasta a las peras de agua. Su instrumento de destrucción: The Attic.
A simple vista, su nombre puede pasar desapercibido: podría pensarse que el máximo responsable de este engendro es la directora Mary Lambert, realizadora que saltó a la fama (es un decir) con El cementerio viviente, a partir de la novela de Stephen King, y su secuela, mucho más floja. Pero no: es el temible Malloy quien está detrás de esta recentísima producción (es de este mismo 2008) que, como perniciosa para la salud que es, se ha propagado con la rapidez del virus ébola.
Porque es Malloy y no otro quien figura como guionista de este engendro de apenas 80 minutos a los que le sobran 79 (hay un minuto de planos estáticos de la casa de los protagonistas, rodeada de césped, que quedan muy resultones en un televisor de plasma de 50 pulgadas). Para más inri, el sujeto no se conforma con eso, y también es uno de los actores principales. Además figura como productor de la cinta, seguramente la única opción que tenía para que llegase a buen puerto: pagarla él de su bolsillo.
Expliquemos de qué va The Attic, si es que va de algo más que de asesinar a sus espectadores mediante ondas hertzianas corrompidas por el tufo del mal (artístico) en estado puro: la acción arranca con un prólogo en el que vemos a una joven de busto exuberante tomando un baño (en la mejor secuencia del film, por dos razones obvias), y que acto seguido huye retozona ante la persecución por parte de una presencia que reside en su hogar. Después nos trasladamos al presente: la familia Callan, formada por una pareja y sus dos hijos ya creciditos, compra la casa que será centro neurálgico de la acción. Los miembros de la familia, que en un principio parecía bastante normal, se van comportando cada vez más como un grupo de tarados disfuncionales, y solo el hijo de la pareja, al que le faltan dos veranos, parece no haber cambiado, actuando de igual manera estúpida que antes.
Pero la verdadera protagonista del film es la hija, Emma, que empieza a obsesionarse con que hay una presencia en el ático de la casa: en dicho espacio surgen símbolos del Zodiaco que hacen referencia a Géminis; esto, y el hecho de que el espíritu es una chica idéntica a ella (una pista más sutil que la anterior), la lleva a sospechar que se trata de una hermana gemela -de nombre Beth- que murió a los doce días de nacer, y cuya existencia le han ocultado. Solo un detective de la Policía, al que conoció como paramédico de jornada partida (sic) y con el que iniciará un romance, parece creerla...
Curiosamente, y aunque sitúa la amenaza en el ático de su hogar, se empeña en que no debe abandonar la casa por los peligros que hay afuera (que alguien me lo explique), y se tira más de cuarenta días sin salir a la calle ni para comprar el Superpop.
Y ya está: la acción avanza de forma tan mortecina y previsible que la película se hace más larga que un maratón con todos los capítulos de Santa Bárbara, y al final se descubre que la protagonista está loca, que la hermana gemela a la que veía solo existe en su imaginación, y que el apuesto joven es paramédico a jornada completa, y su única relación con las fuerzas de la ley es ver Policías de Nueva York por la tele. Y todo termina con una odisea de muerte y destrucción, que ya podría haber ocurrido antes y resolver el asunto en formato de cortometraje.
Pero en un requiebro final, una nueva familia llega a la casa, y una nueva hija adolescente sube al ático, encontrando el espejo que lo empezó todo; es entonces que se le aparece el paramédico-detective, que ahora dice llamarse Brad y trabajar para la agencia inmobiliaria. Ole, ole y ole.
¿El reparto de tamaña tontería? La protagonista es Elisabeth Moss, que hace lo que puede con su ridículo cometido, y es la única que se salva de la quema; el hermano retrasado es el propio Malloy, y visto el guión sospechamos que el retraso mental no es fingido; Jason Lewis es el detective-paramédico-agente de ventas; y los padres corren a cargo del veterano John Savage (pasar de El cazador o El Padrino III a esta bazofia es caer muy bajo) y de Catherine Mary Stewart, a la que los nostálgicos del cine fantástico cutre de los 80 recordarán como protagonista de La noche del cometa y de Starfighter. También aparece por ahí Thomas Jay Ryan, el Henry Fool de Hal Hartley, como psiquiatra de la protagonista.
No pierdan ni un segundo con semejante basura cinematográfica. Si tienen Canal Cocina, en ese momento seguro que alguien está cocinando unos huevos rotos con patatas deliciosos; si solo disponen de las televisiones públicas, haciendo zapping conseguirán ver tan solo anuncios publicitarios hasta que el sueño o la muerte, lo que llegue primero, los rescate de este valle de lágrimas donde estamos condenados a cohabitar todos juntos: ustedes, yo y Tom Malloy.
A simple vista, su nombre puede pasar desapercibido: podría pensarse que el máximo responsable de este engendro es la directora Mary Lambert, realizadora que saltó a la fama (es un decir) con El cementerio viviente, a partir de la novela de Stephen King, y su secuela, mucho más floja. Pero no: es el temible Malloy quien está detrás de esta recentísima producción (es de este mismo 2008) que, como perniciosa para la salud que es, se ha propagado con la rapidez del virus ébola.
Porque es Malloy y no otro quien figura como guionista de este engendro de apenas 80 minutos a los que le sobran 79 (hay un minuto de planos estáticos de la casa de los protagonistas, rodeada de césped, que quedan muy resultones en un televisor de plasma de 50 pulgadas). Para más inri, el sujeto no se conforma con eso, y también es uno de los actores principales. Además figura como productor de la cinta, seguramente la única opción que tenía para que llegase a buen puerto: pagarla él de su bolsillo.
Expliquemos de qué va The Attic, si es que va de algo más que de asesinar a sus espectadores mediante ondas hertzianas corrompidas por el tufo del mal (artístico) en estado puro: la acción arranca con un prólogo en el que vemos a una joven de busto exuberante tomando un baño (en la mejor secuencia del film, por dos razones obvias), y que acto seguido huye retozona ante la persecución por parte de una presencia que reside en su hogar. Después nos trasladamos al presente: la familia Callan, formada por una pareja y sus dos hijos ya creciditos, compra la casa que será centro neurálgico de la acción. Los miembros de la familia, que en un principio parecía bastante normal, se van comportando cada vez más como un grupo de tarados disfuncionales, y solo el hijo de la pareja, al que le faltan dos veranos, parece no haber cambiado, actuando de igual manera estúpida que antes.
Pero la verdadera protagonista del film es la hija, Emma, que empieza a obsesionarse con que hay una presencia en el ático de la casa: en dicho espacio surgen símbolos del Zodiaco que hacen referencia a Géminis; esto, y el hecho de que el espíritu es una chica idéntica a ella (una pista más sutil que la anterior), la lleva a sospechar que se trata de una hermana gemela -de nombre Beth- que murió a los doce días de nacer, y cuya existencia le han ocultado. Solo un detective de la Policía, al que conoció como paramédico de jornada partida (sic) y con el que iniciará un romance, parece creerla...
Curiosamente, y aunque sitúa la amenaza en el ático de su hogar, se empeña en que no debe abandonar la casa por los peligros que hay afuera (que alguien me lo explique), y se tira más de cuarenta días sin salir a la calle ni para comprar el Superpop.
Y ya está: la acción avanza de forma tan mortecina y previsible que la película se hace más larga que un maratón con todos los capítulos de Santa Bárbara, y al final se descubre que la protagonista está loca, que la hermana gemela a la que veía solo existe en su imaginación, y que el apuesto joven es paramédico a jornada completa, y su única relación con las fuerzas de la ley es ver Policías de Nueva York por la tele. Y todo termina con una odisea de muerte y destrucción, que ya podría haber ocurrido antes y resolver el asunto en formato de cortometraje.
Pero en un requiebro final, una nueva familia llega a la casa, y una nueva hija adolescente sube al ático, encontrando el espejo que lo empezó todo; es entonces que se le aparece el paramédico-detective, que ahora dice llamarse Brad y trabajar para la agencia inmobiliaria. Ole, ole y ole.
¿El reparto de tamaña tontería? La protagonista es Elisabeth Moss, que hace lo que puede con su ridículo cometido, y es la única que se salva de la quema; el hermano retrasado es el propio Malloy, y visto el guión sospechamos que el retraso mental no es fingido; Jason Lewis es el detective-paramédico-agente de ventas; y los padres corren a cargo del veterano John Savage (pasar de El cazador o El Padrino III a esta bazofia es caer muy bajo) y de Catherine Mary Stewart, a la que los nostálgicos del cine fantástico cutre de los 80 recordarán como protagonista de La noche del cometa y de Starfighter. También aparece por ahí Thomas Jay Ryan, el Henry Fool de Hal Hartley, como psiquiatra de la protagonista.
No pierdan ni un segundo con semejante basura cinematográfica. Si tienen Canal Cocina, en ese momento seguro que alguien está cocinando unos huevos rotos con patatas deliciosos; si solo disponen de las televisiones públicas, haciendo zapping conseguirán ver tan solo anuncios publicitarios hasta que el sueño o la muerte, lo que llegue primero, los rescate de este valle de lágrimas donde estamos condenados a cohabitar todos juntos: ustedes, yo y Tom Malloy.
lunes, 28 de enero de 2008
Unicómic 2008: El cartel
Un año más, y ya van diez de forma consecutiva, los cómics llegan a la Universidad de Alicante. Este año, entre el 13 y el 15 de marzo, se celebrará Unicómic 10, con la presencia de los siguientes autores: Enrique Breccia, Adi Granov, Barry Kitson, David Lafuente y Carlos Pacheco.
La ilustración del cartel de este año corre a cargo de David Lafuente.
En breve ampliaremos la información con nuevas incorporaciones a la lista de autores, ponencias, actividades paralelas y el programa definitivo.
La ilustración del cartel de este año corre a cargo de David Lafuente.
En breve ampliaremos la información con nuevas incorporaciones a la lista de autores, ponencias, actividades paralelas y el programa definitivo.
Libros de sangre (IV): El blues de la sangre de cerdo
"He visto el futuro del terror, y su nombre es Clive Barker."
- Stephen King
Digámoslo ya: El blues de la sangre de cerdo es la primera de las varias obras maestras que encontraremos en los Libros de Sangre de Clive Barker. En un primer encuentro con su obra, y después de disfrutar (y de padecer) narraciones tan interesantes como "El tren nocturno de la carne" o "El Charlatán y Jack", podría parecer que -como mucho- las páginas venideras se limitarían a mantener ese nivel; pero la historia que ahora nos ocupa lo supera con creces y es, todavía hoy, una de las más altas cotas artísticas de su autor.
Y es que un relato que, ambientado en un centro correccional de marcado homoerotismo, arranca señalando que "Se podía oler a los niños antes de verlos" y finaliza mostrando cómo uno de los personajes empieza devorar a otro y describe que el primero se abalanza "sobre el cuerpo de su salvador para arrancarle la vida a besos", no puede sino encontrarse entre lo mejor que ha dado el relato de terror en los últimos tiempos.
La acción del relato transcurre en Tetherdowne, un centro de rehabilitación para delincuentes juveniles, una auténtica cárcel donde los residentes son vigilados férreamente por el personal del complejo. A las filas de este se incorpora Neil Redman, el protagonista de la historia, un ex policía que empezará a trabajar en el centro y deberá ganarse el respeto, cuando no la amistad, de los jóvenes a su cargo.
Entre estos jóvenes se encuentra Tommy Lacey, un chaval conflictivo que parece mostrar una relación de fuerte dependencia respecto de Hennessey, otro de los presos que acabó fugándose del centro. Lacey advierte a Redman de que Hennessey murió, pero que todavía está presente en el lugar. Pero Redman no cree en fantasmas...
Con "El blues de la sangre de cerdo", Barker construye su particular mirada al mundo de los adolescentes conflictivos, casi una versión morbosa, siniestra y gore de El señor de las moscas de William Golding o Viento en las velas de Alexander MacKendrick, cambiando isla y barco por un centro correccional y unas pocilgas donde los adolescentes trabajan, y donde reside una enorme cerda que tendrá una presecia fundamental en el devenir de los hechos. El resultado es un relato de marcado homoerotismo, aspecto este que reaparecería después en otros cuentos de Barker, como el soberbio "En las colinas, las ciudades": muchos años antes de que el propio escritor de Liverpool saliera del armario y confesase su homosexualidad, ya plasmaba en sus textos su condición sexual. Y "El blues de la sangre de cerdo", donde Eros y Thanatos se funden y confunden, es una joya de lectura imprescindible.
"El blues de la sangre de cerdo", en Libros de Sangre (vol. 1)
Clive Barker
Madrid, La Factoría de Ideas, 2005, pp. 93-129.
- Stephen King
Digámoslo ya: El blues de la sangre de cerdo es la primera de las varias obras maestras que encontraremos en los Libros de Sangre de Clive Barker. En un primer encuentro con su obra, y después de disfrutar (y de padecer) narraciones tan interesantes como "El tren nocturno de la carne" o "El Charlatán y Jack", podría parecer que -como mucho- las páginas venideras se limitarían a mantener ese nivel; pero la historia que ahora nos ocupa lo supera con creces y es, todavía hoy, una de las más altas cotas artísticas de su autor.
Y es que un relato que, ambientado en un centro correccional de marcado homoerotismo, arranca señalando que "Se podía oler a los niños antes de verlos" y finaliza mostrando cómo uno de los personajes empieza devorar a otro y describe que el primero se abalanza "sobre el cuerpo de su salvador para arrancarle la vida a besos", no puede sino encontrarse entre lo mejor que ha dado el relato de terror en los últimos tiempos.
La acción del relato transcurre en Tetherdowne, un centro de rehabilitación para delincuentes juveniles, una auténtica cárcel donde los residentes son vigilados férreamente por el personal del complejo. A las filas de este se incorpora Neil Redman, el protagonista de la historia, un ex policía que empezará a trabajar en el centro y deberá ganarse el respeto, cuando no la amistad, de los jóvenes a su cargo.
Entre estos jóvenes se encuentra Tommy Lacey, un chaval conflictivo que parece mostrar una relación de fuerte dependencia respecto de Hennessey, otro de los presos que acabó fugándose del centro. Lacey advierte a Redman de que Hennessey murió, pero que todavía está presente en el lugar. Pero Redman no cree en fantasmas...
Con "El blues de la sangre de cerdo", Barker construye su particular mirada al mundo de los adolescentes conflictivos, casi una versión morbosa, siniestra y gore de El señor de las moscas de William Golding o Viento en las velas de Alexander MacKendrick, cambiando isla y barco por un centro correccional y unas pocilgas donde los adolescentes trabajan, y donde reside una enorme cerda que tendrá una presecia fundamental en el devenir de los hechos. El resultado es un relato de marcado homoerotismo, aspecto este que reaparecería después en otros cuentos de Barker, como el soberbio "En las colinas, las ciudades": muchos años antes de que el propio escritor de Liverpool saliera del armario y confesase su homosexualidad, ya plasmaba en sus textos su condición sexual. Y "El blues de la sangre de cerdo", donde Eros y Thanatos se funden y confunden, es una joya de lectura imprescindible.
"El blues de la sangre de cerdo", en Libros de Sangre (vol. 1)
Clive Barker
Madrid, La Factoría de Ideas, 2005, pp. 93-129.
sábado, 26 de enero de 2008
Promethea: Los otros mundos que están en este
"Sophie Bangs, la universitaria convertida en Promethea, la imaginación encarnada, decide emprender su viaje más peligroso a través de las rutas lunares y del Tarot para recuperar a su amiga Barbara". Esta y no otra es la sinopsis del tercer volumen de Promethea, la imprescindible serie de Alan Moore que edita ahora al completo Norma Editorial.
Y es que poco más se puede decir de un cómic de narrativa tan absorbente como compleja, de lecturas tan plurales como alambicadas. Porque dicha sinopsis resume muy bien la acción del cómic, pero al mismo tiempo está muy lejos de hacer justicia a su contenido, y tampoco conviene profundizar mucho más en el mismo, pues esto iría en perjuicio del disfrute de la obra por parte del lector.
Sí podemos señalar que en los seis comic books que incluye la presente entrega, del 13 al 18 de la edición original norteamericana, Sophie recorre cual encarnación de la imaginación buena parte de todos los otros mundos... que están en este, buscando a su amiga Barbara, que ha marchado a reunirse con su marido muerto. Mientras tanto, el alcalde de la ciudad cae cada vez más en las redes de los demonios del averno; y Stacia, la mejor y malhablada amiga de la protagonista, se convertirá en otra encarnación física de la heroína mitológica.
En cuanto a la parte gráfica, destacar de nuevo, aunque suene a que nos repetimos, el espléndido trabajo de J. H. Williams III, al que los guiones de Moore (atención a los cameos de ambos como personajes de paso) dan ocasión de lucirse en muchas ocasiones, con atrevidas composiciones de páginas y viñetas (no se pierdan la doble splash page con el camino en forma de cinta de Moebius).
En cuanto a las portadas de los seis cómics, reproducidos en el interior del volumen, muestran de nuevo una atractiva heterodoxia gráfica, y homenajean a artistas de intenciones y mercados tan variopintos como Salvador Dalí o Frank Frazetta. Con portadas de apariencia tan dispersa, Williams III, en compañía de los entintadores titulares de la colección y de José Villarrubia, todos ellos vía Moore, dan unidad, paradójicamente, a un todo artístico que realiza un atractivo y fascinante paseo por las distintas encarnaciones físicas de la imaginación en la Tierra.
Título: Promethea (vol. 3)
Autores: Alan Moore (guión) / J. H. Williams III (dibujo)
Editorial: Norma Editorial
Fecha de edición: diciembre de 2007
152 páginas (color) - 14 €
(+) Otros cómics de Alan Moore para ABC Comics:
- Promethea (vol. 1)
- Promethea (vol. 2)
- Tom Strong (vol. 1)
- Top 10
- Top 10: The Forty-Niners
viernes, 25 de enero de 2008
El trailer del viernes: Prom Night
En Estados Unidos continúan estrenando películas que intentan recuperar el aroma del cine de terror pretérito, ya sea inspirándose en sus rasgos más característicos, o realizando directamente remakes oficiales.
La última película en sumarse a esta corriente es Prom Night, que al parecer solo se inspira en aquella de igual título que filmara Paul Lynch en 1980 y que protagonizara la reina del grito del momento, Jamie Lee Curtis. Dirigida por Nelson McCormick -habitual en series de televisión (Alias, CSI, House, Nip/Tuck)- y escrita por J. S. Cardone (La alianza del mal), hay que destacar que dicha colaboración se repetirá en The Stepfather, quizá un remake de la estupenda El padrastro de Joseph Ruben.
Podéis ver el trailer del film, que se estrenará en Estados Unidos el 11 de abril, aquí:
Prom Night
La última película en sumarse a esta corriente es Prom Night, que al parecer solo se inspira en aquella de igual título que filmara Paul Lynch en 1980 y que protagonizara la reina del grito del momento, Jamie Lee Curtis. Dirigida por Nelson McCormick -habitual en series de televisión (Alias, CSI, House, Nip/Tuck)- y escrita por J. S. Cardone (La alianza del mal), hay que destacar que dicha colaboración se repetirá en The Stepfather, quizá un remake de la estupenda El padrastro de Joseph Ruben.
Podéis ver el trailer del film, que se estrenará en Estados Unidos el 11 de abril, aquí:
Prom Night
Homunculus: Un agujero en la cabeza
Prosigue la edición por parte de la editorial Ponent Mon de Homunculus de Hideo Yamamoto, que llega ahora a su séptima entrega, y con la que después de una publicación un tanto errática en los primeros volúmenes se va consolidando ahora con una periodicidad algo más habitual. Lo cual, dicho sea de paso, facilita y hace más agradable su lectura.
Una lectura que, por otra parte, no será plato de todos los gustos: la acción de Homunculus avanza a paso lento, recreándose en las obsesiones de sus personajes, así como en ese otro mundo que subyace bajo la superficie de lo que vemos y al que el protagonista de la historia, Susumu Nakoshi, accede tras haber sido paciente de una operación de trepanación.
A lo largo de este séptimo volumen, Nakoshi pedirá a Manabu Itô que termine con el experimento y le cierre el orificio de su frente... Y es que la contemplación de los homúnculos se va a convertir en toda una pesadilla para Nakoshi. Por su parte, Itô tratará de eludir su responsabilidad en un proyecto científico que él mismo empezó, y del que ahora no sabe muy bien cómo salir.
Con todo, más allá de la complejidad de la historia y la morosidad de su evolución, reiteramos que este cómic de Hideo Yamamoto es de lo mejor que se está publicando ahora de entre todo el manga que llega a España: su lectura periódica es como una droga de la que resulta difícil liberarse, narrada a partir de un tempo fascinantemente dilatado y un uso de la disposición de viñetas y de la splash page (simple o doble) que atrapa la atención del lector como muy pocas historias lo logran.
Así pues, imprescindible para los fanáticos del seinen o manga para adultos.
Título: Homunculus n.º 7
Autor: Hideo Yamamoto (guión y dibujo)
Editorial: Ponent Mon
Fecha de edición: diciembre de 2007
224 páginas - 10 €
(+) Críticas de volúmenes anteriores:
- Volumen 4
- Volumen 5
- Volumen 6
Presencia y ausencia de Julio Cortázar
En los últimos años, el escritor Cees Nooteboom ha venido dedicándose a visitar las tumbas de los escritores cuya obra y pensamiento más le han marcado. Nosotros no hemos sido menos, y en nuestra reciente visita a París nos acercamos al Cementerio de Montparnasse para visitar la tumba de Julio Cortázar, el genial escritor argentino autor de novelas tan rompedoras como Rayuela o 62. Modelo para armar, y de relatos tan memorables como Casa tomada, Las babas del diablo o esa fascinante novelita corta titulada El perseguidor.
De Cortázar, Nooteboom y sus odiseas particulares hablamos en la columna de Abandonad toda esperanza de hoy. Pueden leerla aquí:
El último viaje del cronopio
(+) Cortázar inédito en Babelia (3/XI/07)
[Fotografía: Lápida de Julio Cortázar y Carol Dunlop. Cementerio de Montparnasse (París, Francia). Detalle. © C. Carrasco.]
De Cortázar, Nooteboom y sus odiseas particulares hablamos en la columna de Abandonad toda esperanza de hoy. Pueden leerla aquí:
El último viaje del cronopio
(+) Cortázar inédito en Babelia (3/XI/07)
[Fotografía: Lápida de Julio Cortázar y Carol Dunlop. Cementerio de Montparnasse (París, Francia). Detalle. © C. Carrasco.]
jueves, 24 de enero de 2008
Keane: Desesperación
Desesperación, el título de la novela de Vladimir Nabokov que sirvió también para la adaptación cinematográfica de la misma a cargo de Rainer Werner Fassbinder, funcionaría también a la perfección para titular Keane, la tercera película de Lodge Kerrigan, un retrato veraz y contundente de un hombre desesperado ante la desaparición de su hija pequeña.
Al parecer Kerrigan es un cineasta que apuesta siempre por historias descarnadas: ya lo hizo con sus dos filmes precedentes, Clean, Shaven (1993) y Claire Dolan (1998), y ahora reincide con esta tercera película que todavía puede verse en filmotecas y demás circuitos de versión original.
El protagonista del film es William Keane, al que interpreta un espléndido y sobrecogedor Damian Lewis (al que vimos en El cazador de sueños y en la miniserie Band of Brothers, y que ahora protagoniza la serie Life). Se trata de un individuo al límite de la locura, que malvive en hoteles de mala muerte alrededor de una estación de autobuses donde su hija Sophie fue presuntamente secuestrada unos meses antes. Keane solo va al hotel a dormir lo justo para soportar un día más, que pasará como todas las jornadas deambulando por las instalaciones de la estación y sus alrededores, preguntando a todo aquel con que se cruce si ha visto a su hija, y buscando un trabajo provisional (asegura ser pintor de casas y empleado temporal de la construcción) que le permita seguir pagando las noches de hotel.
La desesperación llevará a Keane a abusar del alcohol y de la cocaína hasta convertir su devenir vital en una auténtica odisea de paranoia donde todos los que le rodean son el enemigo: todos son sospechosos de haberse llevado a Sophie. De la misma forma, su obsesión se materializará en tratar de repetir continuamente el momento de la desaparición de la niña, un instante que vuelve a su memoria una y otra vez, y que trata de reconstruir no ya solo para buscar una solución (¿podría el presunto criminal volver a la escena del crimen a repetir su fechoría?), sino también para comprender lo incomprensible, para aprehender lo inaprehensible: un tiempo presente de soledad y desamparo que vive y del que no logra escapar.
A través del periplo cotidiano en el que Keane se ve embarcado, Kerrigan logra que el espectador se plantee cuestiones alrededor de los individuos sin rumbo que pueblan los lugares de paso (estaciones de autobús, de tren o metro, aeropuertos) y que viven en sus carnes el rechazo de los viajantes que no están dispuestos a arriesgar ni un ápice de su rutina, sea esta más o menos plácida; y al mismo tiempo convierte al personaje central en un monstruo muy humano que primero da miedo pero luego provoca lástima y compasión. Al respecto, destacar la espléndida escena del bar donde el protagonista pide al barman que suba la música: su movimiento mientras canta y baila, las líneas cinéticas del desplazamiento físico, convierten su rostro en el de un ser deforme que esconde en su interior el espíritu de la tragedia.
Conocer a Lynn y Kira, una madre (Amy Ryan, vista después en Adiós pequeña, adiós, en un papel parecido y candidato al Oscar) y su hija (Abigail Breslin, la revelación de Pequeña Miss Sunshine) también residentes en el mismo hotel, y establecer una relación de amistad con ellas, supondrá para el protagonista un atisbo de esperanza, un método de sanar las heridas: preocupándose por otras personas Keane intenta redimir sus pecados (además de su comportamiento reciente, subyace en él la sospecha de haber descuidado a la pequeña y por tanto ser en parte culpable del drama), al mismo tiempo que logra dejar de ser el foco de la tragedia, una tragedia construida sobre el elemento ausente, la X de la ecuación.
Al respecto cabe señalar que, en ocasiones, el material publicitario que rodea a una película no se limita a vender el producto, sino que acaba enriqueciéndola: es el caso del magnífico cartel de este film, centrado en el personaje de la pequeña Kira y no en el propio protagonista, no digamos ya su hija Sophie. El póster le subraya al espectador, como le recuerda al protagonista, la ausencia de esta última, aquello que es posible no vuelva a tener nunca, y de lo que la hija de la vecina no es más que un sucedáneo, una copia imperfecta. Por ello, cuando Keane se da cuenta de que esta no puede sustituir a la anterior, ni siquiera va a desaparecer como le ocurrió a su hija para que él trate de evitarlo, solo le queda derrumbarse y llorar. Y la historia funde en negro.
La leyenda de Grimjack: Tiempos nuevos, tiempos salvajes
Norma Editorial sigue publicando los tebeos de First Comics que hicieron las delicias de muchos aficionados norteamericanos a la historieta de género durante los años 80 y 90, y de los que en España pudimos disfrutar muy pocas muestras (como las adaptaciones al cómic de los personajes de Michael Moorcock: Elric, Hawksmoor y Corum).
Este mes le toca el turno a La leyenda de Grimjack, cuyo segundo volumen incluye los siete primeros números de la serie regular, recuperada en la actualidad por IDW Publishing.
El primer número incluye la historia "¡Un retazo de verdad!", una intriga noir protagonizada por una madre que busca una razón para el suicidio de su hija, cuyo fantasma se le aparece obsesivamente en el momento de su defenestración. John Gaunt, alias Grimjack, es contratado por la mujer para descubrir la verdad, que involucrará al ex marido de la misma, un alto cargo en la ciudad, así como a traficantes de drogas y universitarios musculados en una trama criminal de ambiente adolescente al más puro estilo del film Brick.
Las dos siguientes historias, "Deporte sangriento" y "¡Lazos de sangre!" cuentan una misma historia, que reúne a Grimjack con viejos conocidos suyos, y que muestra el consabido recurso del deporte de combates en la Arena al viejo estilo de los gladiadores del Imperio Romano pero ambientado en el futuro, como se ha visto en tantas películas de ciencia ficción (el arranque de Mad Max 3, por ejemplo).
"Legado" está protagonizada por una estrella del rock, Jim Lanyon, acosada por un fanático, lo que llevará a su mánager a contratar al cazarrecompensas protagonista. Lanyon, su manipuladora esposa y el hombre que planea realizar un atentado durante un concierto multitudinario parecen trasuntos de ficción de John Lennon, Yoko Ono y Chapman, el hombre que acabó con la vida del mítico miembro de The Beatles.
Finalmente, los tres últimos comic books presentan a un socio de Grimjack, Jericho Noleski. Ambos combatirán contra una red que trafica con GRP, Generadores de Realidad Portátiles, una de las geniales ideas que acercan la creación de John Ostrander y Timothy Truman a la mejor ciencia ficción: en un mundo como Cynosure, donde convergen varios planos de realidad distintos, cada uno de ellos con sus propias leyes físicas, esta tecnología permite crear una realidad portátil acorde con la intención del usuario para que este se mueva en ella con más facilidad.
Como decíamos al hilo del primer volumen, La leyenda de Grimjack nunca estuvo a la altura de otros cómics de la editorial como Jon Sable Freelance o Nexus, pero ofrece divertimento del bueno, en un mundo alternativo donde la confluencia de realidades hace posible el lujo de ver a Corto Maltés, en un inusual cameo, tomándose una copa en el local Munden propiedad del protagonista. Una lectura muy entretenida para los fanáticos de la literatura y el tebeo fantásticos con vocación de pulp.
Título: La leyenda de Grimjack (Volumen 2)
Autores: John Ostrander (guión) / Timothy Truman (dibujo)
Editorial: Norma Editorial
Fecha de edición: enero de 2008
160 páginas (color) - 16 €
(+) La leyenda de Grimjack (volumen 1)