Sin lugar a dudas, el Cuttlas de Calpurnio es ya un clásico contemporáneo de la historieta española. Más allá de opiniones subjetivas de admiradores como el crítico Álvaro Pons -que lo incluía entre sus 200 razones por las que amar los tebeos, calificando la obra de "maravillosa genialidad"- o el mismo que esto suscribe, su paso continuo y constante por diferentes publicaciones y editoriales (con material nuevo o reeditado, según el caso) así lo atestiguan. Recordemos, sin ir más lejos, los dos volúmenes integrales publicados por la desaparecida Glénat hace unos años, y de los que ahora se nos antoja el complemento perfecto este volumen de casi seiscientas páginas editado por DeBolsillo el pasado mes de mayo.
La primera aparición de este cowboy de trazo minimalista se publicó en el fanzine El Japo, editado por el propio Calpurnio en 1983. Desde entonces y hasta la actualidad Cuttlas ha venido viviendo sus aventuras (y sus desventuras) en las páginas de Makoki, El Víbora, El Pequeño País, El País de las Tentaciones y el diario 20 minutos. Precisamente a lo publicado en esta última cabecera entre los años 2004 y 2015 se corresponde el material recopilado en el presente volumen; un voluminoso tomo al que, digámoslo ya, no le afecta negativamente la reducción de tamaño como ocurre con otras tantas historietas jibarizadas. Es una de las diversas ventajas del estilo (aparentemente) simple y liviano del autor.
Otra de las ventajas de la particular opción estética de Calpurnio es que, como demostró Scott McCloud en su fundamental Entender el cómic, cuanto más abstracta es la fisonomía de un personaje, más poderosa y global es la identificación del lector con el mismo. Por ello, que las peripecias de Cuttlas y el resto de personajes de la obra -de su enamorada Mabel al temible Jak el Malvado, pasando por sus amigos Jim y Juan Bala- transcurran en una versión muy sui generis del Far West termina por ser algo circunstancial: sí, hay duelos al mediodía bajo un sol de justicia y contiendas más o menos sangrientas contra tribus indias... pero el autor también se vale de su creación para aportar un reflejo personal de la más rabiosa actualidad -como solo permite el género de las tiras de prensa diarias- a modo de apostilla, cuando no para poner de manifiesto reflexiones metafísicas y propuestas metalingüísticas que, a la postre, se nos antojan lo más interesante y memorable de la obra.
Así, las ventajas y los peligros del mundo tecnológico en el que vivimos, la crisis económica global (y su plasmación en el plano nacional) o el odio a los lunes -que Cuttlas / Calpurnio comparten con otro personaje y otro autor de las tiras de prensa: Garfield / Jim Davis- conviven con homenajes varios al universo del cine (sobre todo del western, claro), la pintura o el propio cómic, así como con muestras de puro humor gráfico o de ejercicios visuales de composición de la página que solo pueden darse en un medio como la historieta.
Por todo lo antes expuesto, y ya a modo de conclusión, nos parece de justicia señalar que estamos ante una obra mayor de la historia del cómic español, injustamente ninguneada por parte de la crítica sujeta exclusivamente a las excelencias de un dibujo detallista y realista (cuando no hiperrealista), que obvia el alcance de una propuesta como la de Calpurnio, muy a tener en cuenta y no solo por haber creado escuela (véase si no la obra de autores como Juanjo Sáez o Felipe Almendros), sino por esa maravillosa genialidad de la que hablaba Pons y que resulta intrínseca a una obra no ya recomendable, sino de lectura fundamental, como resulta ser Cuttlas.
Título: Cuttlas
Autor: Calpurnio (guion y dibujo)
Editorial: DeBolsillo
Fecha de edición: mayo de 2017
576 pp. (color) - 24,95 €
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