Abandonad toda esperanza

domingo, 9 de noviembre de 2014

Un siglo de Hedy Lamarr


Hoy se cumplen los cien años del nacimiento de la actriz Hedwig Eva Maria Kiesler, más conocida por su nombre artístico de Hedy Lamarr, que llegó al mundo en Viena el 9 de noviembre de 1914 y nos dejó definitivamente el 19 de enero del año 2000, tras seis divorcios y varias décadas alejada de las cámaras.


Hedy Lamarr, una leyenda del celuloide de la que se cumplen cien años


Considerada por algunos como la mujer más bella de la historia del cine, la también ingeniera de telecomunicaciones (sic) Hedy Lamarr ha pasado a la historia, además de por ser la inventora de la primera versión del espectro ensanchado (sic de nuevo), que entre otros logros tecnológicos permite que hoy podamos disfrutar de las conexiones wifi, por ser la primera mujer que se desnudó de forma integral en la gran pantalla: corría el año 1933, y el film en cuestión era Ekstase (Éxtasis), donde Lamarr -todavía con el nombre de Hedy Kiesler- se puso a las órdenes del director Gustav Machatý. Un film donde, además, la actriz fingía un orgasmo en primer plano. Y los años 30 acababan de empezar...


Éxtasis fue una película adelantada a su tiempo, al igual que su protagonista


Después llegarían sus colaboraciones con grandes realizadores y actores del cine de la época, en títulos como Argel de John Cromwell, Fruto dorado de Jack Conway (donde compartió cartel nada menos que con Clark Gable, Spencer Tracy y Claudette Colbert), Camarada X y Cenizas de amor de King Vidor, No puedo vivir sin ti de Clarence Brown, La vida es así de Victor Fleming, Una chica Ziegfeld de Robert Z. Leonard y Busby Berkeley (en otro reparto excepcional junto a James Stewart, Judy Garland y Lana Turner), Noche en el alma de Jacques Tourneur, La extraña mujer de Edgar G. Ulmer o la que sin duda es uno de sus trabajos más recordados: Sansón y Dalila de Cecil B. DeMille.


Su interpretación de Dalila, la esposa de Sansón, ha pasado a la historia del cine


Conocida también por los papeles que rechazó (como los de Luz que agoniza y Casablanca, que convirtieron en estrella a Ingrid Bergman), en el año 1958, después de encarnar a Juana de Arco en The Story of Mankind y de protagonizar The Female Animal, Lamarr se retiró del mundo del espectáculo; esto contribuyó a que se la haya recordado siempre en su época de mayor esplendor. Así se forjan las leyendas, y sirva la excusa de su centenario para recordar hoy a una de las más rutilantes de la historia de Hollywood.

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