Hubo un tiempo en el que el hecho de que el personaje protagonista de un cómic de superhéroes fuese femenino era, por lo inaudito del hecho en sí, un elemento a tener muy en consideración. Afortunadamente, y más allá de que todavía se rindan algunas pleitesías como la del aspecto estereotipado de sus personajes centrales al más puro estilo pin up (algo lógico si se tiene en cuenta que un amplísimo sector del público potencial de estos tebeos es masculino y adolescente), hoy en día esto ha dejado de ser una excepción y cabeceras como las dos que hoy comentamos comparten hueco en la estantería con las de sus compañeros del otro sexo con una normalidad muy de agradecer.
El párrafo anterior era el que servía de arranque para tratar las entregas inmediatamente anteriores de las dos colecciones que comentaremos hoy, y hemos considerado que era buena idea rescatarlo para volver a hablar de ellas. Y como también señalamos ya entonces, hace apenas un par de semanas, no hemos tardado mucho en volver a ambas series para no retrasar demasiado nuestros comentarios respecto del ritmo de publicación, tanto en Estados Unidos como aquí. Empecemos pues sin más dilación con Batwoman, una obra que ha superado otros muchos prejuicios, entre ellos el relativo a su condición de primera superheroína homosexual del Universo DC, desde que hiciese su primera aparición de la mano del guionista Greg Rucka en la exitosa serie 52.
Fue precisamente Rucka el encargado de desarrollar en primera instancia al personaje en una estupenda etapa de Detective Comics. Esta etapa sirvió, además de para empezar a construir uno de los personajes más interesantes del Nuevo Universo DC, para delimitar un espacio concreto, la ciudad de Gotham, como marco en el que al parecer iban a desarrollarse el grueso de sus historias; por lo tanto, un espacio urbano alejado en principio de excesos fantásticos y por definición más cercano al lector, y por tanto más verosímil.
No obstante, el guionista y dibujante J. H. Williams III se ha encargado de introducir en su serie regular, sin la necesidad de abandonar casi nunca la urbe protegida por el Hombre Murciélago, elementos místicos y fantásticos que recuerdan sin duda a un trabajo suyo anterior, aunque entonces se limitara al apartado gráfico: nos referimos, por supuesto, a Promethea, la serie más ambiciosa de la línea ABC Comics de Alan Moore. En esta misma línea sigue el presente volumen, dado que en los números 12 a 17 de la serie original que se recopilan aquí J. H. Williams III y sus colaboradores, entre los que destaca el coguionista W. Haden Blackman, nos ofrecen el arco argumental "Las mejores del mundo". El título, World's Finest en la versión original, remite inmediatamente a la pareja formada por Superman y Batman, los dos grandes iconos superheroicos del Universo DC. El homenaje implícito se justifica porque nos encontramos ahora con el protagonismo compartido de sus correspondencias femeninas: Batwoman hace las veces del Cruzado de Gotham y, por supuesto, Diana de Themyscira, más conocida como Wonder Woman, hace lo propio respecto del Hombre de Acero.
La presencia de Wonder Woman se justifica a partir de una petición de la propia Kate a su superior Bones y a la agente Cameron Chase: como ella misma señala, "tan solo Wonder Woman sabe luchar contra dioses y monstruos griegos". Bones accede a su petición, con la finalidad de que Batwoman tenga acceso a información privada sobre la princesa amazona. A partir de ahí se desarrolla una aventura conjunta en el que las dos heroínas irán tras Medusa con la finalidad de rescatar a los niños secuestrados de Gotham.
Por supuesto, una aventura de estas características, repleta de espectaculares escenas de acción, permite a los dibujantes, el propio Williams III y su colaborador Trevor McCarthy, lucirse como muy pocos son capaces de hacerlo en splash pages repletas de color y diseñadas al particular estilo del artista titular de la colección. Eso no quita para que el lector, en ciertas ocasiones, pueda echar de menos unos ambientes y una atmósfera de índole más urbana, que esperamos vuelvan a primera plana en la próxima entrega.
Cabe destacarse que el presente volumen incluye también, a modo de prólogo, el número 0 del personaje, similar en su concepción a los Año Cero dedicados a Superman, Batman, La Oscuridad o el Escuadrón Suicida. En esta ocasión se trata de una "vuelta a los orígenes" por parte de una Kate Kane que recuerda el pasado, en un relato construido a partir del monólogo interior de la protagonista y donde destaca el soberbio trabajo gráfico de un J. H. Williams III como siempre espléndido.
La otra colección a comentar hoy es, por supuesto, Catwoman, cuya edición patria alcanza también su tercera entrega. Una colección que sigue viento en popa ahora con una nueva guionista: la veterana Ann Nocenti, de la que muchos recuerdan su estupendo Daredevil de los años ochenta para la competencia Marvel Comics.
El presente volumen arranca, como el anterior, con el número 0 de la colección: en la historia "Súbeme la cremallera", dos autoras, la recién llegada Ann Nocenti y la dibujante Adriana Melo, nos relatan el origen actualizado del personaje, que incluye una escena que a los fans más veteranos del personaje les recordará a una secuencia muy concreta del Batman vuelve de Tim Burton, donde Michelle Pfeiffer encarnó al personaje antes de que lo hicieran Halle Berry o Anne Hathaway. Recordemos que la primera versión de la cubierta, obra de Guillem March (Works), despertó una fuerte polémica tanto por su carácter sexual como por lo forzado de la postura del personaje, y fue el propio dibujante el encargado de retocarla hasta alcanzar la versión que finalmente fue publicada.
Las dos versiones de la polémica cubierta
A continuación, arranca la implicación de Catwoman en la macrosaga "La muerte de la familia"; o lo que es lo mismo, el regreso del temible Joker a Gotham y, por lo tanto, al estado actual del Universo DC. Como ocurriera con el crossover del Escuadrón Suicida centrado en la figura de Harley Quinn, no es necesario haber leído la saga al completo para entender los dos episodios aquí incluidos, que ofrecen el particular enfrentamiento entre la Mujer Gato y el Payaso del Crimen.
Acto seguido, las peripecias de Selina Kyle vuelven al cauce marcado por el primer volumen de la colección, aunque ahora con un nuevo dibujante titular: si en episodios anteriores fue el ya citado Guillem March quien se encargó del grueso de la colección, ahora es otro español, el granadino Rafa Sandoval (Sueño del Fevre), quien se encarga de sumerger a la protagonista en una sucesión de aventuras sin freno.
Finalmente, cierra el volumen otra historia breve: "Piénsalo bien", escrita por la propia Nocenti y dibujada por Emanuela Lupacchino. Se trata de una historia protagonizada por Batman y Catwoman -a decir verdad, sobre todo por esta última-, que fue incluida en el especial Young Romance: The New 52 Valentine's Day Special publicado con motivo del Día de los Enamorados del 2012. Dicho relato sirve de colofón a un volumen que, en resumidas cuentas, ofrece un divertimento sin más pretensión que la de entretener.
Título: Batwoman. Mareas de sangre
Autores: J. H. Williams III & W. H. Blackman (guion) / J. H. Williams III & T. McCarthy (dibujo)
Editorial: ECC
Fecha de edición: agosto de 2013
160 pp. (color) - 14,95 €
Título: Catwoman (Vol. 3)
Autores: Ann Nocenti (guion) / A. Melo & E. Lupacchino & R. Sandoval (dibujo)
Editorial: ECC
Fecha de edición: agosto de 2013
144 pp. (color) - 13,95 €
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