Si hace justo una semana lamentábamos la muerte de un secundario de lujo como Miguel Ferrer, este martes tenemos que hacernos eco de la desaparición de otro gran actor de reparto, aunque este sí tuvo varias oportunidades de encarnar a algunos protagonistas de importancia. Nos referimos al gran actor británico John Hurt, que fallecía el pasado miércoles, tres días después de cumplir los 77 años, a causa de un cáncer de páncreas.
John Hurt (1940-2017)
Hurt debutó como actor en el año 1962 compaginando cine y televisión, pero no fue hasta 1966 que participó en su primer film de renombre: la oscarizada Un hombre para la eternidad; una película donde, como en El marinero de Gibraltar de Tony Richardson o Cadenas de libertad de J. Lee Thompson, le tocó en suerte un rol secundario. Pero poco después llegaron sus primeros protagonistas a las órdenes de dos veteranos de gran calibre como John Huston y Richard Fleischer, en La horca puede esperar y El estrangulador de Rillington Place respectivamente.
Su poderosa interpretación en El expreso de medianoche le valió una nominación al Oscar
En la segunda mitad de la década de los 70, y tras algunas películas y series poco destacables, Hurt comenzó a triunfar por fin tanto en cine como en televisión: en la pequeña pantalla interpretó al desquiciado Calígula en la mítica serie histórica Yo, Claudio; mientras que en la grande conseguía su primera nominación al Oscar, como mejor actor de reparto, por su papel de preso en la polémica El expreso de medianoche.
El primero por la derecha, junto a sus compañeros de reparto, en una foto promocional de Alien
Este doble triunfo, nominación incluida, le abrió las puertas de Hollywood de par en par así como la posibilidad de participar en películas destinadas, de un modo u otro, a hacer historia: en 1979 interpretó a Kane, uno de los miembros de la tripulación del Nostromo, en el clásico contemporáneo Alien, el octavo pasajero de Ridley Scott; y al año siguiente combinó su colaboración con el malogrado Michael Cimino en la soberbia (y problemática) La puerta del cielo con su trabajo a las órdenes de David Lynch en la también magistral El hombre elefante, donde pese a aparecer irreconocible tras el maquillaje en la piel de John Merrick, consiguió su segunda y última nominación al Oscar (esta como mejor actor protagonista).
Su conmovedora recreación de John Merrick le supuso una segunda nominación al Oscar
Posteriormente participó en un par de comedias como La loca historia del mundo de Mel Brooks -donde encarnó al mismísimo Jesucristo- o la buddy movie Algo más que colegas, al mismo tiempo que convertía al protagonista de la novela de George Orwell 1984, Winston Smith, en un ser de carne y hueso que le daba la réplica a Richard Burton; o colaboraba con directores de la talla de Stephen Frears (en The Hit: La venganza) y el veterano Sam Peckinpah (en su testamento fílmico, Clave: Omega).
En 1984 se enfrentó al Gran Hermano a las órdenes de Michael Radford
Ya en la segunda mitad de los años 80 interpretó al maestro de ceremonias de la popular serie de televisión para todos los públicos El cuentacuentos; pero esto no significó que abandonara la gran pantalla: así lo demuestran películas como Escándalo, El prado, La resurrección de Frankenstein (la versión del libro de Mary W. Shelley a cargo de Roger Corman) o dos rarezas como L'oeil qui ment y Ellas también se deprimen, a cargo del inclasificable Raoul Ruiz y el irreverente Gus Van Sant respectivamente.
Junto al gran Richard Harris y a un joven Sean Bean en la shakespeariana El prado
Fue a mediados de los 90 cuando intervino en dos westerns tan atípicos como Wild Bill de Walter Hill y Dead Man de Jim Jarmusch, así como en el film histórico Rob Roy o la cinta de ciencia ficción Contact, dirigida esta última por Robert Zemeckis. Y ya en el siglo XXI se hizo con algunos papeles en varias sagas de gran éxito: fue Mr. Ollivander en tres títulos de la saga Harry Potter, el padre adoptivo del demoníaco protagonista en las dos entregas de Hellboy o el profesor Oxley en Indiana Jones y el reino de la calavera de cristal. Al mismo tiempo, participaba en filmes más minoritarios como Dogville y Manderlay de Lars von Trier, donde hacía las veces de narrador en off (un cometido que, curiosamente, también desempeñó en El perfume, la adaptación de la popular novela de Patrick Süskind).
Caracterizado como Ollivander en la saga protagonizada por el joven mago Harry Potter
Otros títulos destacables de su filmografía son V de Vendetta, según el cómic escrito por Alan Moore; Los crímenes de Oxford, a las órdenes del español Álex de la Iglesia; Melancolía, de nuevo a las órdenes de Von Trier; Los límites del control y Sólo los amantes sobreviven, donde repetía con Jarmusch; la distópica Snowpiercer (Rompenieves); o El topo, soberbia adaptación de la novela de John Le Carré que muy bien podría ser la última obra maestra de su filmografía... a la espera de que podamos verle en Jackie -que se estrena en España en febrero- o en algún otro de los varios filmes que deja pendientes de estreno, entre ellos el biopic de Winston Churchill dirigido por Joe Wright y en el que, tras El topo, vuelve a coincidir con Gary Oldman. Y es que a John Hurt, la muerte le sorprendió haciendo lo que mejor sabía hacer: actuar. Y lo hacía de forma incansable.
Con Gary Oldman en un fotograma de la soberbia cinta de espionaje El topo
John Vincent Hurt, llamado John Hurt, nació en 22 de enero de 1940 en Chesterfield, Derbyshire, Inglaterra (Reino Unido), y falleció en 25 de enero de 2017 en Norfolk, Inglaterra (Reino Unido); tenía por tanto 77 años. Descanse en paz.
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