De forma totalmente inesperada -no se tenía constancia de que padeciera ninguna enfermedad grave, ni su edad era lo suficientemente avanzada como para que a nadie le cogiera por sorpresa su desaparición-, hace unos días fallecía el director de cine Raoul Ruiz debido a una infección pulmonar. De nombre auténtico Raúl Ruiz, este cineasta chileno estaba afincado en Francia desde hacía varias décadas, y era más conocido internacionalmente como Raoul Ruiz, que era tal y como firmaba sus últimas películas... todas ellas de una u otra forma ejemplos paradigmáticos de lo que podríamos llamar "cine de autor": trabajos personales, no siempre comprendidos, pero de interés para los festivales especializados y la cinefilia de todo el mundo.
Raoul Ruiz trabajó para muy variadas filmografías, como las de Bélgica, Canadá o Estados Unidos, pero el grueso de su carrera lo desarrolló en su Chile natal, en Portugal y muy especialmente en Francia, el país al que se exilia tras el golpe militar de 1973, donde pasaría buena parte de su vida adulta y donde finalmente le llegaría la muerte. Autor nada menos que de 114 películas, entre largos, medios y cortometrajes, debutó tras las cámaras en 1963, pero sería cuatro años más tarde cuando filma su primer largo: El tango del viudo. Esta sería la primera de las doce películas que firmará con el nombre de "Raúl Ruiz" hasta 1978.
Al año siguiente realiza su primer largometraje de producción enteramente francesa y que llama la atención de los amantes del cine de autor más radical: Hipótesis del cuadro robado. Después vendrían filmes como Les trois couronnes du matelot, Point de fuite, Dans un miroir, Mémoire des apparences o Allegoria, con las que empieza a construir una filmografía en la que la confusión entre realidad e imaginación, que deviene en aparición de una atmósfera onírica, será un tema muy recurrente.
En 1992 estrenará uno de sus trabajos más celebrados: L'oeil qui ment. Coproducida por Francia y Portugal, y protagonizada por el célebre actor británico John Hurt (Los crímenes de Oxford), la cinta recorre festivales de todo el mundo y vuelve a poner el nombre de Raoul Ruiz junto a los de Peter Greenaway o Todd Haynes como los cineastas de vanguardia a seguir con atención.
Cuatro años más tarde realiza Tres vidas y una sola muerte, otra reflexión sobre el poder de la fabulación que pese a tratarse de un trabajo personalísimo logra estrenarse en España gracias al protagonismo absoluto de un inconmensurable Marcello Mastroianni y a la marcada presencia de un elemento no siempre presente en su obra como es el humor. Este rasgo vuelve a aparecer en su siguiente trabajo, Genealogías de un crimen, donde Ruiz trabaja con dos actores emblemáticos de su admirado Luis Buñuel: las veteranas estrellas del cine galo Catherine Deneuve y Michel Piccoli.
En 1998 Ruiz se propone lo imposible: realizar un film comercial y por tanto de aspecto más convencional, pero sin perder de vista los temas que le interesan. El resultado es Shattered Image, un thriller coproducido por Estados Unidos, Canadá y Reino Unido que en España se tituló absurdamente como En brazos de mi asesino. El film, protagonizado por William Baldwin y Anne Parillaud, es un trabajo fallido del realizador, y demuestra lo complicado de sus pretensiones.
Pese a entender el cine como un instrumento de expresión personal, Ruiz no le hizo ascos a adaptar textos ajenos, por lo general nada menos que clásicos de la literatura: en Bérénice llevó a la gran pantalla una obra teatral de Jean Racine, con Les âmes fortes adapta una novela de Jean Giono, se atrevió con Shakespeare en Richard III, y también con el mismísimo y para muchos inadaptable Marcel Proust en El tiempo recobrado, adaptación del último libro del ciclo En busca del tiempo perdido y para la que contó con un cuarteto de protagonistas estelar: Catherine Deneuve, Emmanuelle Béart, Vincent Perez y John Malkovich.
Ya en el siglo XXI, Ruiz sigue trabajando incansablemente, y prácticamente estrena una nueva película cada año... pero dado lo arriesgado de sus propuestas, se trata de cintas que no llegan a estrenarse en nuestro país, con la excepción de La comedia de la inocencia -protagonizada por Isabelle Huppert (Borrachera de poder), Jeanne Balibar (La duquesa de Langeais) y Charles Berling- y Klimt, un biopic del célebre pintor encarnado por el mencionado Malkovich.
También logra estrenarse en España la que queda como su última película completada por él mismo: la monumental Misterios de Lisboa. Creada para contar con dos versiones, una miniserie televisiva de seis episodios y otra montada para la exhibición en cines... de nada menos que 272 minutos de duración. Pese a ello, se convierte en un éxito inesperado en los circuitos de cine en versión original, quizá ayudado por la Concha de Plata al Mejor Director recibida en el pasado Festival de San Sebastián.
Tras su fallecimiento, y como prueba de lo prolífico e inabarcable de su creación, Ruiz deja sin acabar dos trabajos más: la producción chilena La noche de enfrente y la portuguesa As Linhas de Torres, supuestamente un film bélico para el que iba a contar de nuevo con John Malkovich, y donde aparecerían también Léa Seydoux (Midnight in Paris) y Mathieu Amalric (La escafandra y la mariposa); un film que todavía estaba en preproducción y que suponemos nunca llegaremos a ver... al menos filmado por Raoul Ruiz.
Raúl Ernesto Ruiz Pino, llamado Raúl Ruiz o Raoul Ruiz, nació en 25 de julio de 1941 en Puerto Montt, Chile, y falleció en 19 de agosto de 2011 en París, Francia. Tenía por tanto 70 años. Descanse en paz.
(+) Le cinéma de Raoul Ruiz
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