Ya avisamos la semana pasada, y en esas estamos: con la Panasonic estropeada y sin poder saciar nuestro voraz y enfermizo apetito por esas películas que a ninguna persona de bien podrían gustar.
En fin, así es la vida, y así se la hemos contado. Y sí, ya sé que la imagen no corresponde a un televisor, sino a algo que parece más bien un aparato para plancharse el cabello... pero es lo que me ha salido en Google buscando mi monitor de plasma, que quieren que yo le haga...
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