Pese a lo que muchos puedan creer a priori, el humor gráfico y las tiras cómicas no suelen ser concebidas pensando en un lector infantil o juvenil. Buen ejemplo de ello son obras como Fallen Angels de Miguel Ángel Martín (el autor de clásicos contemporáneos como Brian the Brain o Rubber Flesh), Pdro y Maili de Álvaro Ortiz (que recupera el tono paródico y jocoso de El murciélago sale a por birras) o Grandes mentiras de las series de televisión de José Fonollosa (en la que hace por la pequeña pantalla lo que ya hizo por la grande en Tomas falsas).
De todo ello hablamos en la columna de Abandonad toda esperanza de hoy:
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