
Por ello ha sido una sorpresa descubrir Ab-normal beauty, atribuida en la dirección sólo a Oxide Pang, aunque al parecer, como sucede con los hermanos Coen, los gemelos Pang siempre trabajan juntos firme quien firme la cinta.
Y la sorpresa se debe a que este thriller de Pang se aleja del estilo de las películas mencionadas, careciendo de cualquier elemento fantástico, para optar por una historia de necrofilia y fascinación por la muerte protagonizada por una fotógrafa que descubre su lado más oscuro tras contemplar por azar un accidente de coche.

Aunque el film no aporta nada nuevo a lo dicho ya por un clásico como Peeping Tom (El fotógrafo del pánico) de Michael Powell, hay que reconocer la valentía de los Pang a la hora de apartarse de la corriente de moda dentro del fantastique oriental y optar por una historia incómoda, que se mueve entre la muerte como arte (con referencia explícita a la obra del fotógrafo Joel-Peter Witkin) y la filmación de snuff movies. A ese respecto, la película es más honesta e interesante que otras producciones sobre el tema (como la, por otro lado muy entretenida, Asesinato en 8 mm de Joel Schumacher), pues la propia protagonista es la que se siente fascinada por la muerte y pasa de ser verdugo (en la escena de los pollos degollados) a víctima.

Finalmente, hay que destacar la espléndida interpretación de la protagonista, Race Wong, demostrando (como ya hiciera la Lee Sinje de The eye) el cuidado de los Pang a la hora de elegir a sus intérpretes.
Ahora habrá que esperar a ver Re-Cycle, la última de los Pang Brothers, estrenada en el último Festival de Sitges...
No hay comentarios:
Publicar un comentario