lunes, 6 de agosto de 2012

El capitán Swing: Warren Ellis meets the Steampunk



Warren Ellis le gusta eso de revisitar (sub)géneros para darles su impronta particular: esto es algo que queda más que patente no ya solo en sus particulares aportaciones al género superheroico, en creaciones propias donde puede sentirse libre de las imposiciones de una gran compañía como Marvel Comics (pienso en su etapa en The Authority, o en títulos menores pero no desdeñables como Black Summer o Supergod), sino también en obras donde se acerca a géneros como el policíaco (Down, Fell), las historias de espías y otros agentes gubernamentales (Anna Mercury, RED), la ciencia ficción (Ocean, Transmetropolitan) o el terror (Black Gas), cuando no prepara un cóctel particular de varios de ellos (caso de Desolation Jones, estupenda versión en clave futurista de El sueño eterno de Raymond Chandler).



Por tanto, no resultaba peregrino el pensar que tarde o temprano el guionista británico se decidiría por realizar su propia historia steampunk. Por si todavía queda alguien que a estas alturas no sepa qué es el steampunk, podríamos definirlo como un subgénero de la ciencia ficción desgranado del cyberpunk (en la medida en que muchos de sus primeros practicantes provenían de este), y que aglutina aquellas historias que acontecen en una época alternativa idéntica o bastante similar a la Inglaterra victoriana real, pero en donde la maquinaria que todavía funciona con vapor (en inglés, steam) convive con artilugios más propios de los relatos futuristas arquetípicos del género, en una mezcla aparentemente contranatura de pasado y futuro a un tiempo.



El steampunk según Warren Ellis se titula El capitán Swing y los piratas eléctricos de la isla Cenicienta, y es una de sus últimas creaciones para Avatar Press, que ha acogido ya varios de sus trabajos al margen de las dos grandes majors del cómic mainstream. El caso que nos ocupa es una miniserie de cuatro entregas recopiladas por EDT en un solo volumen para su publicación española, y que cuenta con los dibujos del español Raúlo Cáceres. Si la edición original se alargó en el tiempo entre febrero de 2010 y septiembre de 2011 (sic), la versión autóctona permite disfrutar de la historia de un tirón, como sin duda merece.



El relato arranca en el Londres de 1830, en la que parecía iba a ser una noche cualquiera, con el hallazgo del cadáver de un bobbie (un miembro de la Policía Metropolitana de la ciudad) ensartado en la verja de una residencia. Esta institución policial apenas ha cumplido el primer año de su existencia, y ya ve sus filas mermadas con demasiada velocidad; las principales sospechas recaen en una figura cuasi legendaria, Jack el Saltarín, capaz de saltar a grandes zancadas. Esa misma noche, tres bobbies y un corredor de la calle Bow (el primer cuerpo de seguridad de Londres, precursor de la Policía Metropolitana y casi un enemigo encarnizado de esta) perseguirán a un sospechoso que podría ser el mismísimo Jack el Saltarín, y algunos acabarán siendo testigos de una visión increíble: un barco que surca el cielo movido por energía eléctrica...



Uno de estos policías, el romántico Charlie Gravel, se propondrá capturar al hombre que escapó aquella noche, y acabará descubriendo su verdadera personalidad: Jonathan Rheinhardt, un científico e inventor, precursor de la primitiva energía eléctrica, reconvertido en pirata que sueña con un mundo mejor y que atiende al rimbombante alias, cargado de connotaciones históricas de corte revolucionario, de 'Capitán Swing'. Junto a él, una tripulación de seguidores fieles que creen en todo lo que él representa.



El protagonismo de la historia se lo reparten Gravel y el propio capitán Swing, nombre que puede ser adoptado sucesivamente por personas distintas y que así acaba convirtiéndose no en un hombre, sino en algo mucho más duradero: un concepto. A partir de la relación entre estos dos personajes, el pirata revolucionario y el agente de la ley honesto, la obra se contagia del idealismo de ambos... y su idealismo no es otro que el del propio Warren Ellis, aquí apoyado por un Raúlo Cáceres cuyo estilo, espectacular y detallista, recuerda al de otro colaborador español del guionista: Juan José Ryp, claro, que se encargó de dibujar Black SummerNo Hero y Wolfskin. Volviendo a Cáceres: a los que ya hayan disfrutado del estilo del artista cordobés en obras de contenido explícitamente erótico como Elizabeth Bathory o Aguas Calientes no les sorprenderá el estupendo acabado de la presente obra... si bien aquí su trabajo se beneficia del uso del color, que termina por dar forma a una lectura de lo más recomendable. Lo cual, tratándose de Warren Ellis, tampoco es ninguna sorpresa.


Título: El capitán Swing y los piratas eléctricos de la isla Cenicienta
Autores: Warren Ellis (guion) / Raúlo Cáceres (dibujo)
Editorial: EDT
Fecha de edición: marzo de 2012
128 pp. (color) - 15 €

(+) Previously on Abandonad toda esperanza, Warren Ellis:
Anna Mercury
Black Gas
Black Summer
Desolation Jones
Doktor Sleepless
Down
Fell
Global Frequency
Hellblazer
No Hero
Ocean
Planetary
Planetary: Mundos cruzados
RED
- Supergod
The Authority
Transmetropolitan
- Wild Works
- Wolfskin
* Plus: Camino tortuoso [novela]

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