martes, 30 de septiembre de 2008

Bodrios que hay que ver: Creepshow III

Arranquemos hoy con una pregunta tan sencilla como directa, que se dibuja en nuestra mente al poco de terminar de ver esta producción inmunda: ¿es Creepshow III la peor película de terror de la historia del cine? Pues dejando a un lado que toda esta clase de afirmaciones siempre tiene una gran carga de relatividad -y es que el talento no es cuantificable en términos matemáticos, y en cuanto a las opiniones, como ya dijo Harry Callahan, estas son como los culos: todo el mundo tiene una-, el hecho de que uno se llegue a plantear esa posibilidad ya dice bastante de lo nefasta que resulta esta secuela trasnochada del clásico de George A. Romero y Stephen King.



Todos los fans del género de terror recuerdan con bastante cariño la primera Creepshow de 1982, un film que sin ser de lo mejor de Romero -sus mejores películas podrían ser, claro, La noche de los muertos vivientes y su primera secuela Zombi, así como la estupenda Atracción diabólica y la muy reivindicable, enfermiza y de culto Martin-, recuperaba para la gran pantalla las películas de terror en episodios al estilo de algunos filmes británicos, con o sin la Amicus detrás, como la mítica Doctor Terror o Asylum, aka Refugio macabro (de Noche en el tren del terror mejor nos olvidamos). Escrita por un Stephen King inspirado por los tebeos clásicos de miedo de la EC Comics -ya saben, Vault of Horror, Haunt of Fear y similares- y de la factoría Warren, la cinta estuvo protagonizada por un estupendo reparto que incluía a Hal Holbrook, Adrienne Barbeau, Fritz Weaver, Leslie Nielsen -en España, "el del pelo blanco"-, Anne Bancroft, E. G. Marshall, Ed Harris, Ted Danson y el propio escritor, aquí protagonizando un relato inspirado en "El color que cayó del cielo" de H. P. Lovecraft y donde demostró su inconmensurable talento para interpretar a un tonto de remate.



Esta cinta tuvo un éxito considerable, lo cual originó una secuela estrenada un lustro después, Creepshow 2, firmada por Michael Gornick y escrita por Romero a partir de historias urdidas por King. El resultado fue bastante inferior al original, pero nadie podía imaginar que dos décadas después, en el 2006, llegaría esta demencial y vergonzante Creepshow III que, por comparación, hace que aquella segunda entrega que contaba las tres historias del indio de madera que resucitaba, la masa negra que atacaba a unos bañistas y el mendigo atropellado que se resistía a morir -este, sin duda, lo mejor del film- se nos antoje una pieza magistral del cine de terror de todos los tiempos.



Y es que este engendro, firmado por Ana Clavell y James Glenn Dudelson -no tengo el gusto de saber quiénes son, ni ganas que tengo-, tiene la osadía de contar cinco historias a cuál más sosa y aburrida. Para que se hagan una idea de lo soporífera que es, tengan en cuenta que un servidor suele ver las películas de un tirón, no gustando de verlas "a trozos", pero con este Creepshow III no pudo menos que racionar el visionado a un relato por día, con tal de soportar el suplicio de aguantar los quince o veinte minutos que dura cada historia por jornada... y solo por poder avisarles de lo mala que es en este vuestro blog.



Veamos: la primera historia está protagonizada por una adolescente que, tras una aburrida jornada en el colegio, regresa a su todavía más aburrida vida en la zona residencial donde vive. Allí descubre que su padre ha comprado un mando a distancia para el televisor... que cada vez que es utilizado altera la realidad circundante, cambiando la identidad de la familia al mismo tiempo que la protagonista empieza a mutar desagradablemente...


El segundo relato cuenta cómo un segurata compra una radio de segunda mano a un vagabundo en el barrio deprimido donde reside, y de cómo esta radio empieza a hablarle y a controlar sus actos haciendo uso de sus instintos más repudiables, hasta desembocar en un sangriento desenlace.



En el tercer segmento, una prostituta que ejerce de asesina en serie de aquellos que reclaman sus servicios no tiene ni idea de que su nuevo cliente, un adolescente que aprovecha la supuesta ausencia de sus padres, es en realidad un monstruo ávido de sangre que va a dar buena cuenta de ella...



En la cuarta historia, dos alumnos aventajados de un científico acuden a la casa de este a celebrar su matrimonio con una apuesta señorita muchos años más joven que él. Los pupilos sospechan que la chica en cuestión no es humana, sino un ser artificial creado por su mentor... lo cual dará pie a un equívoco de lamentable y cruento desenlace.



Finalmente, el quinto y último relato está protagonizado por un doctor de conducta tan arrogante como estúpida que trata a sus pacientes de la peor manera posible... hasta que sus actos se vuelven contra él.


Hale. ¿Qué les parece? El colmo de la originalidad, ¿verdad? Pues lo único que se les ocurrió a los directores (y co guionistas) del film para darle empaque es cruzar algunos personajes secundarios en determinados momentos, al estilo de Vidas cruzadas, para dotar al film de una vacua sensación de transcurrir en un universo propio y cerrado, así como de usar unas pobres secuencias de animación para armar el film, como ya hicieran los fragmentos presentados por el Creeper, a modo de maestro de ceremonias, en las dos cintas precedentes.


Sé que en esta sección el que esto firma intenta resultar mínimamente gracioso, pero créanme que Creepshow III agota el sentido del humor (y, de paso, la paciencia) a cualquiera. Les ruego que si tienen que confiar por una vez en un servidor, sea en esta, y no acaben sufriendo el calvario que viví los cinco días que duró el visionado de esta menudencia, y en los que tuve la sensación de que el film duraba precisamente eso, cinco días con sus cinco noches como cinco soles (o cinco lunas). En definitiva: una pesadilla para olvidar.

lunes, 29 de septiembre de 2008

The Boys: La verdad sobre Batman y Robin, revelada



Aunque ya lo he señalado en alguna que otra ocasión, hay que recordar de nuevo que -Predicador aparte, claro está- no soy un seguidor incondicional de Garth Ennis. Me parece que una gran parte de los trabajos de este guionista irlandés no tienen más justificación ni finalidad que la de epatar a la burguesía haciendo gala de un humor negro bastante cafre, así como valiéndose de los medios habituales para ello (violencia desenfrenada, sexo más o menos explícito y vocabulario soez). Elementos estos que, desde luego, no nos desagradan, pero que deberían ser un medio y no un fin, algo que no nos parece suela darse en los relatos confeccionados por el autor de Battler Britton, pero que sí encontramos en las páginas de la obra que nos ocupa.



Y por eso nos gusta tanto The Boys, posiblemente la mejor creación de Ennis después del citado Predicador: porque detrás de toda esa carga provocativa (y no siempre provocadora, si nos remitimos a otros trabajos del autor), hay una diáfana revisión del género superheroico post Watchmen... que probablemente no habría existido sin el precedente de Alan Moore y Dave Gibbons, y quizá tampoco sin otro precedente, por añadidura protagonizado por el Hombre Murciélago, escrito e ilustrado por ese autor hoy algo vilipendiado por la crítica que antaño le ensalzó pero podrido de dinero vía Hollywood llamado Frank Miller.



Precisamente la relación entre Batman y Robin, como paradigma de los vínculos que unieron a otros héroes del papel o de la pequeña pantalla con sus jóvenes sidequicks o pupilos -caso de el Llanero Solitario y su compañero indio, o del Capitán América de la competencia y el hoy resucitado Bucky Barnes-, se encuentra en "Moja", el primer arco argumental de este segundo volumen español que acaba de publicar Norma Editorial, justo un año después de haber publicado el primero. En este relato seguiremos al Carnicero, el líder del grupo, acompañado de Hughie, su nuevo fichaje e indiscutible alter ego del lector, en la investigación del asesinato de un joven homosexual. Un asesinato que podría implicar a Tek-Knight, un héroe detrás de cuyo traje hightech se oculta un millonario filántropo, o a su antiguo pupilo Laddio, hoy independizado del tutelaje del anterior y que ha adquirido un nuevo traje y un nuevo nombre... Swingwing.



¿Verdad que les suena? Efectivamente, Ennis se inspira en el personaje de Bruce Wayne creado por Bob Kane y uno de los elementos clave del Universo DC para urdir un relato que conserva la estructura del género negro -el Carnicero y Hughie llevan a cabo una investigación policial, siguiendo de una pista a otra... aunque a su particular estilo- y que de paso parodia el género superheroico. Al respecto cabe destacar la visita de nuestros protagonistas a una tienda especializada en cómics, en cuyo sótano se esconde un ex editor de tebeos apodado "La Leyenda", que parece saberlo todo sobre el género, y a partir del cual Ennis y su dibujante, un inspirado Darick Robertson, parecen homenajear y/o parodiar a personalidades como Stan Lee o Robert Crumb -la prostituta que aparece en escena parece estar dibujada al estilo del creador del gato Fritz- y hacer una velada referencia a Will Eisner, "ese maricón cuyo nombre se lo pusieron a los premios" en versión Ennis.



Menos interesante, aunque no desdeñable, nos parece la segunda y última historia recogida en este tomo, "Glorioso plan quincenal", que lleva a nuestro grupo a un Moscú donde algunos siguen añorando el antiguo régimen comunista para investigar una conspiración que parece relacionada con el Compuesto V que ha dotado a algunos seres humanos de poderes increíbles.



Este relato se ve perjudicado por un protagonismo más coral -Ennis no engaña a nadie, y antes de que lo confiese en la breve pero reveladora entrevista que aparece aquí a modo de suculento extra el lector ya percibe claramente su predilección por Carnicero y Hughie-, así como por la intervención en los dibujos de un Peter Snejbjerg que no acaba de conciliar su arte con el de Robertson, el dibujante titular.



Pero como dije antes, The Boys nos gusta porque es mucho más que todo lo dicho hasta aquí: más allá de la mirada cínica y salvaje de Ennis, se nota que el guionista siente aprecio por sus personajes, y hace que evolucionen, crezcan y se desarrollen ante la mirada del lector. En la citada entrevista, Ennis deja bien claro lo difícil que le hubiera resultado abandonar al grupo del Carnicero -que incluye también a Leche Materna, el Francés y la Hembra- cuando DC Comics decidió cancelar la serie, hasta entonces incluida bajo el sello de WildStorm. Pero gracias a Dynamite Entertainment primero, y a Norma después en nuestro país, los seguidores de The Boys -y no necesariamente de Ennis, insisto- podemos seguir disfrutando de esta estupenda serie para la que su principal autor augura una larga vida, de no menos de unos 60 comic books. Así pues, esperemos ver pronto un tercer tomo en nuestras librerías.


Título: The Boys (Vol. 2)
Autores: Garth Ennis (guión) / Darick Robertson & Peter Snejbjerg (dibujo)
Editorial: Norma Editorial
Fecha de edición: septiembre de 2008
192 páginas (color) - 16 €


(+) Previously on Abandonad toda esperanza:
- The Boys (Vol. 1)

domingo, 28 de septiembre de 2008

RIP: Paul Newman (1925-2008)

Resulta complicado escribir unas líneas tras la defunción de alguien que, pese a no haberlo conocido en persona, te ha estado acompañando durante toda tu vida. Este es el caso de las más grandes estrellas del cine del Hollywood clásico, y Paul Newman podría ser el paradigma de esta raza de dioses en la Tierra.



Newman, que llevaba retirado del mundo del espectáculo algo menos de un año, había dirigido seis largometrajes: Rachel, Rachel (1968), Casta invencible (1971), El efecto de los rayos gamma sobre las margaritas (1972), The Shadow Box (1980), Harry e hijo (1984) y El zoo de cristal (1987). Pero todos lo recordaremos delante de las cámaras, una labor que le valió el convertirse en los ojos azules más famosos de todo el cine norteamericano, así como en uno de sus más grandes mitos, a la altura de nombres que le precedieron como Spencer Tracy, Clark Gable, Cary Grant o James Stewart, e intérpretes coetáneos a él como Kirk Douglas, Charlton Heston, Marlon Brando (que fue el gran promulgador, junto con Newman, de las técnicas interpretativas del Actor's Studio) o Robert Redford, actor al que le unió una gran amistad y con el que trabajó en dos películas tan míticas como Dos hombres y un destino y la oscarizada El golpe.



Su debut con un papel importante tuvo lugar en El cáliz de plata, si bien fue Marcado por el odio, el biopic sobre el boxeador Rocky Graziano dirigido por Robert Wise, quien le convirtió en una prometedora estrella. Luego llegaron papeles y películas tan relevantes como El largo y cálido verano, El zurdo, La gata sobre el tejado de zinc, la épica Éxodo, Dulce pájaro de juventud, El premio, Harper, investigador privado, La leyenda del indomable, El juez de la horca, el taquillazo El coloso en llamas, Con el agua al cuello, Distrito apache, Ausencia de malicia o Veredicto final, esta última un film de juicios y a la postre todo un clásico contemporáneo de Sidney Lumet.


No obstante, quizás sea el papel de Eddie Felson 'el Rápido', el jugador de billar de El buscavidas, película dirigida por Robert Rossen en 1961, por el que le recordaremos siempre. Un papel que retomó un cuarto de siglo después en El color del dinero de Martin Scorsese, donde tomaba como pupilo a un juvenil Tom Cruise, y que le valió a Newman el Oscar al Mejor Actor Protagonista un año después de conseguir uno honorífico por toda su carrera... un hecho único en la historia de estos premios.



En la década de los 90 espació sus trabajos para el cine, aunque siguió colaborando con realizadores como James Ivory, los hermanos Coen o Robert Benton, con el que filmó Ni un pelo de tonto y el policíaco Crepúsculo. Ya en la presente década llegarían dos cintas como Donde esté el dinero y la soberbia Camino a la perdición, film de Sam Mendes protagonizado también por Tom Hanks, Jude Law y Daniel Craig, y que se ha convertido en el último trabajo de esta leyenda del siglo XX en la gran pantalla. Y es que tras este soberbio film noir su labor como actor se redujo a un par de producciones para televisión -Our Town y Empire Falls, según los textos homónimos de Thornton Wilder y Richard Russo- y el prestar su voz a uno de los protagonistas de Cars, de la factoría Pixar, protagonizada por coches con personalidad y voz propia. No olvidemos que las carreras de coches fue uno de sus grandes amores... aunque no rivalizara con la relación que mantuvo con la actriz Joanne Woodward, su segunda esposa, con la que se casó en 1958 y con la que permaneció hasta el final de sus días.



Paul Newman nació el 26 de enero de 1925 en Shaker Heights, Okio, y falleció anteayer 26 de septiembre de 2008 en Wesport, Connecticut, debido a un cáncer de pulmón. Tenía 83 años. Descanse en paz.

sábado, 27 de septiembre de 2008

Wonder Woman y Spiderwoman ya tienen cara

... de carne y hueso, queremos decir. Después de mucho tiempo barajándose diversos nombres para interpretar a Diana, la diosa amazona de DC Comics, en filmes que la tenían o bien como protagonista absoluta o bien como integrante de la Liga de la Justicia de América, ya sabemos a ciencia cierta quién acabará siendo en la gran pantalla el principal personaje femenino del Universo DC...



... y esta no es otra que Jessica Biel, la protagonista de cintas como La matanza de Texas 2004, Blade III, Stealth (La amenaza invisible), El ilusionista, Regreso al infierno o Yo os declaro marido y marido.



La actriz ha firmado un contrato para ser Wonder Woman en una trilogía que repartirá ocho horas de metraje en tres cintas a estrenarse consecutivamente a partir del año 2010. Detrás de las cámaras, un equipo de verdadero lujo: el director será Mark Forster (Tránsito, Más extraño que la ficción) y el guión correrá a cargo de Paul Haggis (realizador de Crash y guionista de Banderas de nuestros padres y Cartas desde Iwo Jima). Ambos acaban de colaborar en el último James Bond, Quantum of Solace, que se estrenará en noviembre en España.



Y si la elección de Jessica Biel como Wonder Woman parece haber contentado a (casi) todo el mundo, a buen seguro no ocurrirá lo mismo con la elegida por Sam Raimi para ser Jessica Drew, alias Spiderwoman, en la cuarta entrega de la saga de Spider-Man, que esperemos nos devuelva el buen sabor de boca que dejaron las dos primeras partes tras la relativa decepción de Spider-Man 3. Y la elegida por el autor de Posesión infernal no es otra que...



Así es: la candidata no es otra que Britney Spears, la estrella del pop norteamericana, más famosa en los últimos años por su vida privada que por el lanzamiento de sus discos, y que hasta la fecha solo había tenido un papel protagonista en el cine (hace seis años, en la semiautobiográfica Crossroads). Esperemos que, por lo menos, le tiñan el pelo... o se lo destiñan, claro.

viernes, 26 de septiembre de 2008

Ignacio Soldevila, in memoriam

Experto en la obra de Max Aub y en la narrativa española de la segunda mitad del siglo XX, entre otras muchas zarandajas literarias, el historiador y crítico literario Ignacio Soldevila nos dejaba el pasado 19 de septiembre.

A su memoria va dedicada la columna de Abandonad toda esperanza de hoy:

Historia abreviada de un talento portátil



[Fotografía: Max Aub.]

jueves, 25 de septiembre de 2008

Octubre: Novedades Ponent Mon

Interesantísima nos parece la oferta de la editorial Ponent Mon para el próximo mes, compuesta por lo nuevo de Blutch (del que ya publicaron la estupenda La voluptuosidad) y por tres cómics asiáticos, dos de ellos series en curso que ningún lector debería dejar pasar. Estas novedades estarán a la venta el día 17 de octubre (con la excepción de Peplum, que podremos conseguir ya a partir del día 31):



- Aula a la deriva (Vol. 1)
Kazuo Umezz
352 pp. (b/n) - 11,90 €

Comentario de la editorial: Nombrar a Kazuo Umezz es hacer referencia a uno de los más grandes representantes del horror japonés, pues es considerado por muchos como el padre del género en el manga. A pesar de la diversidad de su obra, sus trabajos más elogiados se enmarcan dentro del más sádico e inquietante terror, y el mejor ejemplo de su capacidad para atraparnos en sus ineludibles y pavorosas redes es, precisamente, Aula a la deriva. En esta saga de 6 volúmenes asistiremos a la desesperación y locura que domina a los 862 estudiantes y personal de una escuela de primaria cuando se encuentran transportados, repentinamente y tras un inexplicable terremoto, a un futuro post-apocalíptico sin rastro de vida humana.



- Homunculus (Vol. 9)
Hideo Yamamoto
216 pp. (b/n) - 10 €

Sinopsis: Las mentiras, inyectadas en las grietas de la memoria como aislante contra la filtración a la conciencia de verdades y recuerdos dolorosos, comienzan a resquebrajarse en el interrogatorio. Nakoshi e Ito, representados como sombras opacas e impenetrables a las miradas de ambos, llegarán a mimetizarse y a desdoblarse, en un ejercicio de proyección que cual bumerán se volverá contra uno mismo: el signo de interrogación convertido en una temible hoz segadora de mentiras. Cómo despojarse de la mentira; cómo soportar la verdad si duele.



- Bokko (Vol. 11)
Hideki Mori
232 pp. (b/n) - 11 €

Sinopsis: Al Este, a la busca de un mundo justo y sin guerras. El ideal concebido por el maestro Mo Zi, fundador de Mo Jia, parece imposible de llevar a cabo en un edificio carcomido por las termitas de la ambición y la violencia, semillas de la inexorable decadencia y caída. Pero el tiempo no se detiene para cumplir el anhelo de los justos en vida. Será necesario comenzar la construcción de un nuevo mundo cimentado en bases radicalmente nuevas, pero en otro lugar, porque la única forma de burlar el tiempo, aliada con la degradación para sofocar el esfuerzo de Ge Li y los suyos, será conjurándolo de la mano del espacio. Abandonarán las áridas tierras infectas de odio, de traición e iniquidad, para surcar los procelosos mares hacia un futuro incierto, en un viaje pergeñado por la necesidad inminente pero henchido de la ilusión pura y honesta del último auténtico mo zhe.



- Peplum
Blutch
160 pp. (b/n) - 16 €

Sinopsis: En la Antigua Roma, aún bajo el gobierno el locuaz Julio César, los destierros están a la orden del día. Publio Cimbro, desterrado y condenado a vagar eternamente por las simas del Imperio, se lamenta de su suerte mientras se guarda de sus turbios compañeros de viaje. Mientras tanto, en Roma, se cierne la conjura contra el César, en la cual participan sin pudor nobles y senadores. Ignorante de los hechos que acontecen en la capital, Publio Cimbro y otros hombres encuentran en su viaje el cuerpo congelado de una bella y misteriosa mujer.

martes, 23 de septiembre de 2008

Bodrios que hay que ver: Regreso al infierno

Hoy tenemos una pequeña sorpresa en esta vuestra sección de "Bodrios que hay que ver"... y es que no siempre los engendros envenenados que debemos evitar a toda costa vienen envueltos en rijoso papel de embalar y huelen a humedad sotanera (vamos, como pasa con el 95% de las cintas que hemos comentado hasta el momento); a veces se nos ponen por delante con suntuosos envoltorios y un atractivo aroma a lavanda o a frutas del bosque que pretenden encandilarnos para darnos bodrio por liebre.



Con esto queremos decir que no solo de cine de serie B y Z vive el cinéfago, y que en el ámbito de las producciones hollywoodienses de serie A también se encuentran ejemplos de hasta qué abismos infectos puede llegar a hundirse el arte cinematográfico. Regreso al infierno es un buen ejemplo de todo ello.

El film, dirigido por Irwin Winkler en 2006, tiene pretensiones de ser una película importante, y no hay nada más lamentable de ver y padecer que una cinta con elevadas pretensiones que acaba por quedarse no a medio camino, sino ni siquiera a salir de la línea de salida.



El film en cuestión viene a ser una de las aproximaciones más lamentables del cine de Hollywood al conflicto bélico de Irak: lejos de los logros de Sam Mendes con Jarhead o Brian de Palma con Redacted, el productor de Danzad, danzad malditos, Rocky, Toro salvaje o Uno de los nuestros se pone aquí tras la cámara (debería haberse puesto debajo, sobre todo si el aparato pesa lo suyo) y manufactura un producto fácil y sensiblero, que huele por los cuatro costados a patético (sobre todo por fallido) intento de arrasar en los premios Oscar cuando ni siquiera merece tener ni una oportunidad en los Razzies... Ya saben, los célebres "Antioscars" que premian a películas malas pero por lo menos divertidamente desvergonzadas, no a grises medianías como esta película que acabamos de padecer.



Regreso al infierno arranca en plena guerra de Irak, para después seguir a algunos de los combatientes del ejército norteamericano en su regreso a casa... aunque el infierno al que acaban volviendo según el título español (el original es el más patriotero Home of the Brave, "El hogar de los valientes") no es otro que un espacio mental forjado por sus propias pesadillas (esto, que parece una frase promocional cutre, no lo es... aunque podría serlo).



El primer personaje principal del film es un médico negro, calvo y atormentado al que interpreta Samuel L. Jackson (un actor ideal para interpretar a personajes negros, calvos y atormentados, porque Gene Hackman, Jeff Bridges o Bruce Willis no dan la talla al respecto), que al volver a los Estados Unidísimos de América debe enfrentarse a su falta de emociones, su dependencia del alcohol y a un hijo adolescente que como todo hijo adolescente apoya una postura tangencialmente opuesta a la de su padre (vamos, que se hace rojo, lleva camisetas que ofenden al sacrosanto George Bush Jr. y dice que la guerra no mola).



A este buen hombre le acompañan en sus menesteres de denuncia para todos los públicos (yanquis) Jessica Biel, que aquí es una soldado del ejército que pierde una mano, y que se pasa la película demostrando que con una prótesis ortopédica pueden doblarse camisetas perfectamente; y Brian Presley, un actor bastante sosongo que nadie sabe muy bien de dónde sale, y que aquí hace las veces de un combatiente que no acaba de integrarse en la sociedad después de perder su trabajo, su novia y a sus mejores amigos. Ya conocerán el famoso refrán de que "Quien se fue a Irak perdió su silla". Pues eso.



¿Verdad que todo el asunto apesta a telefilm de sobremesa? Pues no andan muy desencaminados, pues lo único que diferencia a Regreso al infierno de tantas películas hechas para televisión al más puro estilo del churro aceitoso es el pedigrí de su realizador y el de sus dos principales protagonistas. Por cierto, Irwin Winkler es, como señalábamos, un productor de los de toda la vida que acabó convirtiéndose, aunque algo tardíamente, en director de cine: debutó con dos estimables cintas protagonizadas por Robert De Niro -Caza de brujas y La noche y la ciudad-, para luego pasarse al cine comercial y sin personalidad alguna con La red, A primera vista, La casa de mi vida y De-Lovely, el biopic de Cole Porter.



Como puede verse, se trata de un realizador sin ínfulas de autor que se refugia cobardemente tras guiones más o menos competentes -en el caso que nos ocupa, menos- y actores de probada solvencia -ha repetido con De Niro y con Kevin Kline-. Aquí vuelve a repetir dicha estrategia que le diera buenos resultados en un par de ocasiones confiando en que el talento de Samuel L. Jackson y la competente comercialidad de Jessica Biel le sacarán las castañas del fuego. Pero con tan pobre guión no se podía hacer nada, y la batalla de Regreso al infierno estaba perdida desde el principio: si el ejército de los USA quería encontrar armas de destrucción masiva, deberían haberlas buscado en algunos de los cerebros que trabajan en Hollywood y no en territorio iraquí.

sábado, 20 de septiembre de 2008

Octubre: Novedades Dibbuks

Dos son las novedades que anuncia la editorial madrileña Dibbuks para el próximo mes de octubre:



- Ombligos (Vol. 1)
Delaf & Duboc
48 pp. (color) - 10 €

Sinopsis: Jóvenes, guapas... ¡y feas! Jenny y Vicky son las más guapas del instituto, también de las más egoístas y pijas que pueden encontrarse en el Zara de al lado de tu casa. Karina es larguirucha, poco agraciada, pero también es un encanto y más buena que el pan. Por desconcertante que parezca, las tres son amigas. Y se quieren, se necesitan, se soportan, se traicionan, se quitan los novios, se insultan y se tiran de los pelos cuando hace falta y hay un chico de por medio. ¡Ah, qué bonita es la adolescencia! Y los ombligos de las adolescentes, ya puestos.



- Nemo (Integral)
Brüno
228 pp. (b/n) - 18 €

Sinopsis: Este álbum narra las aventuras del célebre Capitán Nemo de Julio Verne, bajo la influencia de este autor de cómic que no se permite ceder ninguna concesión ni cortapisas a su imaginación. Nemo contra el resto del mundo. Ned Land, el arponero, el profesor Aronnax y Conseil, su mayordomo, embarcan a la fuerza a bordo del Nautilus, por un periplo que se nos antoja sin retorno.

viernes, 19 de septiembre de 2008

Héroes y villanos... del papel al celuloide

Los asiduos de este vuestro blog ya sabrán muy bien que El caballero oscuro de Christopher Nolan nos entusiasmó, y que Hellboy: El ejército dorado de Guillermo del Toro no tanto... aunque desde luego no sea una película del todo desestimable.

De ambas adaptaciones cinematográficas de cómics volvemos a hablar en la columna de Abandonad toda esperanza de hoy:

El demonio y el murciélago

jueves, 18 de septiembre de 2008

Poe + Corman = Un cine inolvidable

La literatura clásica de terror y el cine de serie B son dos de las cosas que más nos gustan, y el binomio formado por el escritor Edgar Allan Poe y el cineasta Roger Corman -con la impagable colaboración, claro está, del actor Vincent Price-, además de representar una mezcla perfecta de ambas, dio lugar allá por la década de los 60 a algunas de las películas del género fantástico que con más cariño recordamos.



La caída de la Casa Usher, El péndulo de la muerte, La máscara de la Muerte Roja, La obsesión y otras más fueron, para toda una generación de telespectadores que ahora rondan la treintena, un oasis de buen cine en las tardes de los domingos de hace casi un par de décadas. Un ciclo de la segunda cadena de Televisión Española en el que no faltaron joyas ajenas a Poe pero con la firma del realizador estrella del cine económico y la pertenencia al género, caso de la inolvidable El hombre con rayos X en los ojos.



Por ello, me permito recomendarles hoy este artículo de Pasadizo, que el equipo de la web dedica a tan excelso ciclo cinematográfico:

Poe visto por Corman: El ciclo de la AIP

miércoles, 17 de septiembre de 2008

Octubre: Novedades La Cúpula

La editorial La Cúpula ha anunciado ya sus más inminentes novedades, entre ellas la nueva entrega de la colección Ladies que inaugurara Tabú:



- Amigos y amantes
Hanako Ebisu
220 pp. (b/n) - 9,95 €

Sinopsis: Aya se ve obligada a compaginar sus deseos de estar con el atrevido Tetsuo (líder de los "archiconocidos" Pastel Rangers) y sus ansias de aparentar ser una mujer madura y guay. ¿Podrán los sentimientos sobreponerse a los excesos de trabajo y otros impedimentos de la vida moderna?



- Querido profesor
Jiraiya
172 pp. (b/n) - 15 €

Comentario del autor: En el epílogo de Habitación para cinco indicaba que no quería acabar escribiendo exclusivamente historias de final feliz, y, curiosamente, he acabado haciéndolo en este volumen. En realidad no quería decir que no quisiera dibujar ese tipo de historias, sino que no quería dedicarme en exclusiva. Sin embargo desde aquella época hasta ahora mi situación personal ha cambiado y eso, claramente, afecta a mi obra. Sigo durmiendo cuatro horas la mayoría de las veces (lo de dejar las cosas para el final es una muy mala costumbre). Pero, ahora, por ejemplo, puedo permitirme el lujo de comer carne todos los días. Por otro lado, el hecho de no haber perdido el favor de los lectores me hace ver que, aunque no sé si continuaré dibujando (porque el futuro es un misterio, ¿no?), de momento, es lo que más me gustaría hacer.



- Como todo el mundo
Rudy Spiessert & Denis Lapière & Pierre-Paul Renders
150 pp. (color) - 20 €

Sinopsis: Jalil es el concursante estrella del programa televisivo Como todo el mundo. Nadie como él para adivinar los gustos y las opiniones de la mayoría de la población. Por esta razón Somadi, una empresa de marketing, se fija en él y decide utilizarlo sin que éste se dé cuenta. Para llevarlo a cabo contratarán a Claire, una joven y bella aspirante a actriz que no consigue una oportunidad en el mundo del cine. Somadi no será la única en fijarse en Jalil, también lo hará Michel Chastain, presidente de la República francesa que se enfrenta a la reelección.



Las novedades del mes se completan con el número 204 de Kiss Comix y el segundo volumen de la edición integral de Odio de Peter Bagge.

martes, 16 de septiembre de 2008

Bodrios que hay que ver: Alien Dead

Recordarán que hace unos días ya les avisé de que este vuestro blog iba a ver sus contenidos ligeramente mermados, al tener un servidor (no el servidor de la conexión a internet, sino un servidor, yo mismamente) bastante menos tiempo libre que dedicar para leer y ver según qué cosas, y también para escribir sobre ello después. Pero sepan que pese a estos inconvenientes, dedico el poco tiempo que me queda (libre, se entiende, tampoco nos pongamos melodramáticos) a seguir viendo basuras infectas como la que hoy nos ocupa para avisarles a ustedes con el fin de que puedan administrar más convenientemente su tiempo dedicándolo a mejores menesteres. No hay de qué... Ya me invitarán a una caña un día de estos.



Y ahora prepárense, porque el bodrio de hoy es canela en rama: Alien Dead es una producción de 1980 también conocida como The Alien Dead y otros títulos bien distintos, caso del más sutil It Fell from the Sky ("Cayó del cielo") y del decididamente zetoso Swamp of the Blood Leeches ("El Pantano de las sanguijuelas sangrientas")... sobre todo porque una vez vista la película descubrimos que de sanguijuelas nada de nada.



Pero centrémonos: la acción del film, como demuestra la foto que antecede a estas líneas, acontece en Oviedo. Al principio me extrañó encontrar la localidad asturiana tan soleada y repleta de gente llamada Tom, Emmet, Miller o Gordon, pero cuando descubrí que hay una Oviedo en Florida todo empezó a cobrar sentido. Todo, menos la razón por la que alguien, y cuando digo alguien digo Fred Olen Ray, hipoteca parte de su vida -aunque sean dos tardes- para parir semejante engendro.



En esta sección ya nos habían visitado como directores, productores o guionistas otros nombres clave del sector direct to video de los años 80 y 90: la Santísima Trinidad compuesta por David DeCoteau (Acero y seda), Charles Band (Zone Troopers) y Jim Wynorski (Vampirella). Y como no podía ser de otro modo, el bueno de Fred Olen Ray no podía tardar demasiado en darse un garbeo por aquí un martes cualquiera.



Pero sigamos con el argumento, por llamarlo de alguna manera, de la cinta: la anteriormente apacible localidad de Oviedo, tan provinciana como el pueblo de los dos mil maníacos de Herschell Gordon Lewis pero menos graciosa o como las apartadas villas bucólicas de Russ Meyer pero con habitantes de menos personalidad, se ve azotada por la desaparición de algunos de sus conciudadanos. Los habitantes del pueblo culpan de ello a un misterioso caimán gigante -misterioso sobre todo porque no se le ve nunca, y esto es así porque no existe- que habría acabado con el resto de los cocodrilos y con los pobres incautos que se acercan al pantano.



Pero como el espectador es mucho más listo que el periodista, el médico y los demás protagonistas del film (bueno, no demasiado, o no estaría viendo la película), y sabe que The Alien Dead se traduce como "Los muertos alienígenas" o algo muy parecido, ya deduce que algo huele a podrido en Oviedo y que no se trata precisamente de un caimán gigante. Efectivamente, y al estilo de las criaturas de The Night of the Living Dead (La noche de los muertos vivientes) de George Romero, un meteorito que cayó del cielo acabó transformando a unos pobres veraneantes en zombis ávidos de carne humana, de los que los protagonistas tendrán que huir si quieren conservar su vida.



Y ya está: esta tontada es lo que cuenta los 74 minutos del film. Y pensarán que se trata de una película bien corta, pero créanme que le sobran por lo menos 70 minutos -como un fake trailer al estilo Grindhouse habría quedado hasta graciosa-, y que el asunto está alargado gracias a diálogos que no van a ninguna parte, repitiendo lo ya visto o ya contado hasta la saciedad, por parte de unos intérpretes que lo más cerca que han estado de una academia fue cuando se sacaron el carné de conducir.



Bueno, hay una clara excepción, y esta es la de Buster Crabbe. Crabbe, que aquí aparece encabezando el reparto en los títulos de crédito iniciales y finales al más puro estilo de estrella indiscutible de Hollywood pese a que interpreta un papel indudablemente secundario, el del sheriff del lugar, vivió sus años de esplendor interpretando a personajes de la cultura popular en películas y seriales de los años 30 y 40; por aquel entonces dio vida nada más y nada menos que a Tarzán, Buck Rogers, Billy el Niño y al personaje que le dio la inmortalidad (pese a morirse en 1983, el pobre): Flash Gordon. Véanlo aquí:



Triste final (o casi: es su penúltima película) para Crabbe el de trabajar en una cinta tan infecta como esta, cuya fotografía no es mejor que la de cualquier vídeo de un bautizo, cuyos efectos sonoros parecen añadidos a posteriori -si la ven doblada y desincronizada como yo, la película gana enteros en el barómetro que mide la estulticia artística-, y donde los efectos especiales no existen y los maquillajes parecen hechos con plastilina por alumnos de preescolar.



Aunque podrían argumentarme que qué cabía esperar de alguien como Fred Olen Ray, en esta su tercera película en una filmografía donde vendrían después títulos como... bueno, como estos:













Y esto por citar solo unas cuantas, pues el susodicho, con toda la cara del mundo, lleva ya filmadas más de un centenar de películas. Aunque algunas, como esta Alien Dead, parece imposible de filmar, y diríase que estamos ante muestras de un horror primigenio, que ha existido desde siempre, como las criaturas innombrables de Lovecraft.