sábado, 22 de diciembre de 2007
El Manglar: El último reducto
Como ya hemos señalado en más de una ocasión, resulta obvio que corren malos tiempos no solo para la lírica, sino para las revistas de cómics: al parecer, no hay demasiada cuota de mercado para obras publicadas de forma serializada, o historias de corto recorrido aglutinadas en una publicación global, como tampoco hay demasiado público interesado en los relatos o la poesía (frente a la novela, auténtico best seller del mercado editorial) o para los cortometrajes (frente a las películas de toda la vida).
De esta forma, los tiempos de publicaciones como Dossier Negro, Cimoc, Totem, Cairo, Zona 84 o Creepy han pasado a la historia. Después vinieron revistas de vida más efímera, como Viñetas o Comix Internacional, que confirmaron nuestros más pesimistas vaticinios. Recientemente, cerraron El Víbora, Mr. K y NSLM (Nosotros somos los muertos), y acaba de anunciarse que el nuevo número de Humo será también el último. Por lo demás, las publicaciones de nueva hornada, Cthulhu e Interzona, son demasiado jóvenes como para prever el futuro (que esperamos largo y próspero), Tangaroa parece desaparecida en combate, y BD Banda tiene una periocididad demasiado errática como para emitir un juicio.
De esta forma, solo El Manglar, la apuesta de Dibbuks, parece mantenerse cual poblado de Asterix ante la invasión romana como último reducto de libertad... Aunque algunos agoreros afirman, dado el retraso de esta entrega (que debió aparecer en septiembre), que podría haber sido la última. Desde aquí esperamos que esto no sean más que eso, malos augurios que nunca lleguen a cumplirse.
Y esto es así porque la calidad de los contenidos de El Manglar es, ya, indiscutible. Aunque en este último número nos encontremos con un leve descenso de nivel no hay que preocuparse, porque la altura alcanzada con los números 3 y 4 era imposible de mantener siempre.
En esta ocasión, la estrella es Rutu Modan, la autora israelí que ha deslumbrado a propios y extraños con Metralla, una de las revelaciones del 2007. Aquí, además de la portada y una interesante entrevista realizada por Pepo Pérez, Modan nos ofrece "Bloqueo energético", una historia breve e inédita, donde quedan bien patentes los logros de su más célebre obra, la citada Metralla: de nuevo estamos ante una historia de corte costumbrista, que pone al descubierto los entresijos de las relaciones creadas en el seno de una familia, y donde la capacidad como ilustradora de su autora, pese a ser limitada (así lo confiesa ella misma en la entrevista previa) se muestra suficientemente expresiva como para conseguir sus propósitos: alcanzar la emoción a través de los rostos, los diálogos y los silencios.
Entre lo mejor de la revista están también las nuevas entregas de "Bobolandia" de Dupuy y Berberian, que continúan analizando con mucha lucidez y bastante mala uva la sociedad de consumo actual; la intrigante "R.O.M". de Carlos Vermut, un thriller oscuro que refleja el mundo de los juegos de rol o simulación en vivo, aunque la serie todavía tiene que poner las cartas sobre la mesa para que veamos por dónde irán los tiros; o el siempre potente "Llerk Valley" de Jorge Parras.
Como no podía ser de otra forma, también cumple Paco Alcázar y su "Antes del desastre": desde aquí nos hemos confesado fans irredentos de la obra de Alcázar, del que esperamos se prodigue más en las distancias largas, un autor que en esta ocasión ofrece una de las mejores entregas de su obra serializada.
Por otro lado, se limitan a cumplir Castaño y Bartual con "Con amigos como estos", o Pep Brocal con "Pequeñas hecatombes". "El vecino" de Santiago García y Pepo Pérez tampoco ofrece una de sus entregas más inspiradas, si bien el trabajo gráfico de esta entrega, un homenaje a los cómics superheroicos de toda la vida, con Jack Kirby a la cabeza (aunque también se aprecia un toque de David Mazzuchelli), compensa sobradamente el viaje.
Completan la oferta las nuevas entregas de "Cosmik Roger" de Julien y MO/CDM, posiblemente el material más flojo de El Manglar desde hace varios números, y del curioso "Distrito Harrigan" de Jorge Monlongo, así como la nueva serie de David Ramírez ("Dracodomus") y una interesante propuesta de Émile Bravo, que parodia a los clásicos Blake y Mortimer de Edward P. Jacobs conviertiéndolos en altos mandatarios del nacionalsocialismo alemán.
Finalmente, nos encontramos con las secciones habituales: "Las tiras del Manglar" (con obras de Santiago García, Javier Olivares, Lorenzo Gómez y Pep Brocal), "La Galería Ilustrada" (dedicada a Mar Hernández), "La última hoja" (cuyo protagonista es Santiago Valenzuela, el autor de Las aventuras del capitán Torrezno)... y la sección "Fruta fresca", donde Borja Crespo analiza el célebre caso del lamentable secuestro de El Jueves por orden de la Casa Real.
Así pues, este nº 5 es una pieza más en ese fascinante puzzle de creatividad que es El Manglar, de compra obligada para todo el que quiera estar al tanto de lo que se hace en el noveno arte aquí y ahora. Ahora solo queda desear que dentro de muy poco podamos hablarles del lanzamiento del sexto número...
Título: El manglar n.º 5
Autores: Varios autores
Editorial: Dibbuks
Fecha de edición: diciembre de 2007
66 páginas (color) - 3,90 €
(+) Las entregas anteriores, aquí:
- El Manglar n.º 1
- El Manglar n.º 2
- El Manglar n.º 3
- El Manglar n.º 4
[Enlace recomendado: Abandonad toda esperanza, salmo 84º: "Corto recorrido"]
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