miércoles, 18 de febrero de 2009
Brujeando / The Necromancer: Cosas de brujas
"De un tiempo a esta parte se viene produciendo un fenómeno sociológico y cultural que implica el acercamiento de temáticas y estilemas propios del género fantástico y de terror al público infantil y juvenil, sobre todo el adolescente. Esto no es nuevo, claro: los elementos terroríficos han estado siempre presentes en las narraciones de carácter oral que se transmitían a los niños antes de ir a dormir, esos cuentos populares que luego fijaron en la tradición literaria escritores como Andersen o los hermanos Grimm. Pero bien es cierto que en los últimos años el número de obras que comulgan con esta intencionalidad y características se ha disparado; una eclosión esta relacionada con la evolución y el auge de tribus urbanas como los góticos o los siniestros, y de la que algún día habrá que estudiar muy seriamente el relevante papel ejercido por el cine de Tim Burton en general y Pesadilla antes de Navidad en particular."
Con estas palabras daba comienzo nuestra reseña, escrita hace ya más de un año, acerca de Courtney Crumrin, las andanzas de una pequeña bruja creada por el guionista y dibujante Ted Naifeh, y cuyos tres volúmenes han sido editados en España, como las obras que aquí comentaremos, por Norma Editorial.
Son palabras que rescatamos ahora porque consideramos que mantienen incólume su vigencia, y porque pueden aplicarse a dos obras recién salidas del horno, de temática similar y orientadas a dos targets muy concretos: la primera, al lector principiante; la segunda, al lector adolescente... si bien, como la obra de Naifeh, pueden satisfacer a cualquier tipo de público.
Brujeando parece haber sido concebida, entre otras muchas cosas, para recordarnos que Juanjo Guarnido es mucho más que Blacksad, su más popular creación, concebida a medias con el guionista Juan Díaz Canales. Las historias del gato investigador privado, uno de los mejores homenajes al género negro jamás realizados por autores españoles, pusieron el nombre de Guarnido en las listas de los mejores ilustradores patrios de cualquier evento o concurso dedicado al cómic, pero el autor llevaba a sus espaldas una larga carrera: primero como dibujante en Forum, el sello de cómics de Planeta de Agostini en los años 80 y primeros 90, y en donde coincidió con otros artistas de éxito posterior, caso de Carlos Pacheco y Salvador Larroca; después, a partir de 1993, como dibujante en la filial francesa de los estudios Disney, sita en París.
Si en Blacksad Guarnido contó con los guiones de Díaz Canales, en Brujeando es Teresa Valero la encargada de urdir unos relatos particularmente indicados para el lector más joven, protagonizados por Febris, Brygia y Sortylegia, tres hermanas brujas que viven en una apartada cabaña en mitad del bosque, y cuya existencia experimentará un giro de ciento ochenta grados cuando se vean en la tesitura de adoptar a una pequeña hada, de nombre Hazel, que ha sido depositada por error en su hogar...
Al parecer, Brujeando contará como mínimo con tres volúmenes, editados en Francia por Dargaud, aunque el número de entregas podría crecer dada la espléndida recepción que están teniendo en el país vecino. Mientras tanto, en España ya han aparecido los dos primeros volúmenes, "¡Se acabó la magia!" y "¡Hágase la luz!", en un formato europeo adecuado en tamaño para disfrutar de los lápices de Guarnido (quien se ha visto acompañado por Bruno García al coloreado de la segunda entrega).
De ambas historias, nos quedamos particularmente con la primera, por la pronta y ajustada descripción de los personajes protagonistas y su mundo, por la crítica a la sociedad de consumo y al mundo de los mass media en general y de la televisión en particular que desprende el relato -y que demuestra que trabajada con tino y rigor, una obra presuntamente infantil puede y debe tener varios niveles de lectura y aprehensión-,... y porque, y perdónesenos la frivolidad, los homenajes a los monstruos -clásicos y modernos, reales y de ficción- de las atestadas viñetas de las páginas 30 y 45 se han ganado un hueco en nuestro corazoncito.
En cambio, "¡Hágase la luz!" decepciona un poco después de tan afortunado debut, si bien los autores siguen manteniendo el tipo, sobre todo un Guarnido siempre resultón que acierta sin esfuerzo aparente con las expresiones de los personajes y la descripción de los espacios.
Por su parte, The Necromancer interesará particularmente a un público adolescente, el mismo que aupó a una serie como Buffy la Cazavampiros a fenómeno sociológico de culto de la historia reciente de la televisión. Un medio este que, por cierto, también vio nacer otra serie de características similares pero mucha menos calidad: la mediocre Embrujadas.
La gestación de The Necromancer ha sido larga: como explica su creador, Matt Hawkins, en el revelador epílogo publicado en la edición española, fue hace ya una década que fue concebida la idea que luego sería germen de lo que hoy es una serie protagonizada por una bruja adolescente, Abigail van Alstine, una joven animadora del instituto que debe sobreponerse a la pérdida de sus seres queridos (sus padres, sus mejores amigos) y aceptar su increíble destino: ha sido elegida para ser una poderosa hechicera.
Como acertadamente manifiesta en el prólogo el guionista Mike Carey -alguien que de tebeos de terror sabe bastante-, lo mejor de The Necromancer es que sorprende, y no por la originalidad de su propuesta, sino por el atrevimiento de ir un poco más allá de lo esperado en este tipo de relatos; cuando el lector cree que el asunto se va a quedar en agua de borrajas y considera que los autores -en cuyas buenas manos Matt Hawkins dejó su creación personal- no van a atreverse a cargar las tintas para no mermar el alcance popular de su producto, el guionista Joshua Ortega osa ir un poco más allá y es capaz de mostrar a una adolescente dispuesta a suicidarse, una masacre que acaba con la muerte de varios personajes o la aparición de un fantasma putrefacto cuando menos te lo esperas.
Para ello, Ortega ha contado en el apartado gráfico con la inestimable colaboración de Francis Manapul, un dibujante que pese a no ser demasiado personal -su estilo recuerda tanto a Jim Lee como a Paco Medina, pasando por el malogrado Michael Turner- se ajusta como un guante al material con el que trabaja.
La edición española de The Necromancer, número 83 de la colección dedicada al terror Made in Hell, recopila los seis primeros comic books de la colección original; esto es, los dos primeros arcos argumentales: "El arte de la magia" y "Litio". Igualmente, incluye como material extra bocetos de la serie y portadas alternativas de Greg Horn -con una de sus características y sexys ilustraciones-, Chris Bachalo y el propio Manapul.
Dos cómics, pues, ideales para un amplio espectro de lectores... si bien a los más pequeños se les escapará alguno de los muchos atractivos de Brujeando, mientras que los adolescentes más pusilánimes quizá salgan trasquilados de la lectura de una obra en apariencia tan inocente como The Necromancer. Para ambos quizá resulte mejor leer Witch.
Título: Brujeando (2 vols.)
Autores: Teresa Valero (guión) / Juanjo Guarnido (dibujo)
Editorial: Norma Editorial
Fecha de edición: junio-diciembre de 2008
48 pp. c/u. (color) - 13 € c/u.
Título: The Necromancer
Autores: Joshua Ortega (guión) / Francis Manapul (dibujo)
Editorial: Norma Editorial
Fecha de edición: febrero de 2009
160 páginas (color) - 15 €
Y a mí que me parecen las Brujas de Brujeando los personajes de Terry Pratchet en Ritos Iguales...
ResponderEliminarDe todas maneras, el primer número (el único que he leído), genial.
Nos vemos en Unicómic.