Decir que el cine fantástico está de luto sería decir muy poco; incluso decir que la bande dessinée ha dejado de poder contar con uno de sus más importantes representantes también sería quedarse corto. Y es que con la reciente desaparición de Jean Giraud, más conocido como Moebius, el cómic, la ilustración, la fantasía y la ciencia ficción han perdido a uno de sus principales exponentes, así como un genio indiscutible de la cultura del siglo XX y parte del XXI.
Con Jean Giraud no se va buena parte de la cultura popular del siglo pasado porque su legado siempre permanecerá entre nosotros. Pero que su carrera se extendió a lo largo de un período de tiempo considerable es algo innegable: hay que tener en cuenta que este joven nacido en un suburbio parisino se aficionó a la historieta a edad muy temprana, y en el instituto donde cursó estudios artísticos coincidió ya con Jean-Claude Mézières y Pat Mallet. Sería por aquel entonces cuando consiguió ver publicada su primera historieta en la revista Coeurs Vaillants.
Pronto dibujaría la serie Frank et Jeremie para la revista Far West, y desde 1961 ejerció de ayudante aprendiz del veterano Jijé, colaborando en la realización de un álbum de su popular Jerry Spring. Con estos antecedentes no es extraño que cuando 'Gir', que así firmó durante sus primeros años como profesional del medio, se da a conocer en las páginas de la mítica Pilote a comienzos de los años 60 lo haga con un western, el fundamental El teniente Blueberry creado a cuatro manos con el guionista Jean-Michel Charlier y con los inolvidables rasgos faciales del actor galo Jean-Paul Belmondo; un personaje que ya forma parte, junto con Tintín, Astérix y Corto Maltés, del panteón de personajes más representativos de la historieta europea contemporánea.
Más tarde, durante los 70, y como fruto de su creciente afición a leer ciencia ficción, efectuaría un giro radical en su carrera en las páginas de la revista Hara-Kiri, cambiando su seudónimo artístico por el de 'Moebius' y dando forma a obras tan míticas como Los ojos del gato (su primera colaboración con el guionista, cineasta y dramaturgo chileno Alejandro Jodorowsky), la monumental saga de El Incal (de nuevo en colaboración con el inclasificable Jodo) o El garaje hermético (esta ya como autor total a partir del popular personaje Jerry Cornelius concebido por el novelista Michael Moorcock, creador también de Elric, Corum o Hawksmoor).
Mientras seguía dibujando Blueberry para Pilote usó el seudónimo de Moebius en la revista Charlie Mensuel y en la historieta Pesadilla blanca publicada en L'echo des savannes. También realizaría, aunque firmada con su nombre verdadero al completo, La desviación y ¿Es bueno el hombre?, publicadas en Pilote pero en la línea experimental de los trabajos firmados como Moebius en otras revistas.
En 1974 formó el grupo de Les Humanoïdes Associés con otros autores como Philippe Druillet, Jean-Pierre Dionnet y Bernard Farkas. Juntos editarían la influyente revista Métal Hurlant, donde publicaría obras de fantasía y ciencia ficción tan visionarias como Arzach o la historieta breve The Long Tomorrow... esta última un claro precedente del film Blade Runner y con libreto del guionista cinematográfico, fallecido hace unos años, Dan O'Bannon.
Precisamente el cine fue otro ámbito que se benefició de su capacidad creativa: Moebius llegó a trabajar en la adaptación de la novela de Frank Herbert Dune, iniciada por su colega Jodorowsky y que nunca llegaría a completarse como tal (sería David Lynch, después de El hombre elefante, quien acabaría realizando el film años después). Al frustrarse el proyecto del chileno, mucho del material conceptual preparado para su versión acabaría usándose en el mítico Alien, el 8º pasajero de Ridley Scott, primer trabajo cinematográfico oficial de Jean Giraud. Luego vendrían otros filmes como Tron (uno de sus trabajos más celebrados), Masters del Universo, Willow, Abyss, El quinto elemento... o Los amos del tiempo, film de animación dirigido por René Laloux (El planeta salvaje) cuya concepción visual es obra al completo del propio Jean Giraud.
Ya en los años 80 crea La ciudadela ciega y Aedena, así como los álbumes de ilustración Venecia celeste, Starwatcher y Made in LA. Por esta época colaborará con Marvel Comics en la novela gráfica Silver Surfer: Parábola, guionizada por el mismísimo Stan Lee, creador de buena parte de los personajes más populares de la compañía.
En su última etapa, Giraud potenció su trabajo como guionista, encargándose de la serie Blueberry tras el fallecimiento de Charlier en 1989. Durante esta época encomienda el guion de la serie paralela La juventud de Blueberry a François Corteggiani (que dibujarán diversos ilustradores) mientras él escribe la cabecera principal, que ilustrarán William Vance y Michael Rouge. Todo ello no impedirá que en 1992 vuelva a colaborar con su inseparable Alejandro Jodorowsky dibujando la trilogía El corazón coronado, una de las obras más divertidas y desenfadadas de este particular tándem.
Durante los últimos años de su vida se centró en su propia empresa Moebius Productions, coordinada junto a su mujer Claudine, y abordó el terreno de los videojuegos, colaborando entre otros con el escritor Paulo Coelho. No abandonó nunca, sin embargo, su carrera como autor de cómics, destacando la recuperación de uno de sus personajes más célebres -Arzak (El vigilante)- y sobre todo el sorprendente e irreverente Inside Moebius, seis álbumes (tres en su edición española) que vienen a ser un diario metanarrativo en el que Jean Giraud, el autor, se encuentra con sus personajes más celebres. Una obra maestra de la historieta europea que viene a ser un magnífico colofón para una carrera tan asombrosa como apasionante.
Jean Giraud, conocido también como 'Gir' y 'Moebius', nació en 8 de mayo de 1938 en Nogent-sur-Marne, Val-de-Marne, Francia, y falleció en 10 de marzo de 2012 en París. Tenía por tanto 73 años. Descanse en paz.
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ResponderEliminarEsta pérdida si que duele mucho. Algunos le dan mucho al cómic, mucho arte, y no sólo muchachos corriendo por ahí con los calzones por afuera, y chicas con las pompas en primer plano; de esto último no me quejo.
ResponderEliminarRecuerdo eterno para Moebius.