jueves, 7 de mayo de 2009
La Semana de la BD (IV): Calle de la estación, 120
Después de haber comentado en esta semana tres muestras recientes de la nouvelle BD como Mi pequeño, Pascal Brutal o La Virgen de plástico, hoy nos deberíamos vestir de gala para recibir a uno de los grandes de la historieta gala: el maestro Jacques Tardi, del que Norma Editorial acaba de publicar en tapa dura una de sus obras más completas y sugerentes. Nos referimos, claro está, a Calle de la estación, 120, adaptación de una novela policíaca de Léo Malet.
De la asociación entre los textos de Malet y la obra de Tardi ya habíamos leído Una resaca de cuidado y Niebla en el Puente de Tolbiac, si bien la obra más completa de Tardi hasta la fecha nos parecía sin lugar a dudas El secreto del estrangulador, una versión de un libro de otro novelista noir: Pierre Siniac. Ahora a esta le ha salido, aunque no pierda del todo su liderazgo, una dura competidora en La calle de la estación, 120.
Este álbum, mucho más extenso que los anteriores -casi alcanza las doscientas páginas-, reúne todos los elementos que han hecho de la novela enigma primero y de la novela negra después uno de los géneros literarios más perdurables, más apreciados y a la postre más modernos de toda la cultura universal. Para empezar, su argumento atrapa la atención del lector desde el principio, generando eso acerca de lo que el cineasta Alfred Hitchcock teorizó repetidas ocasiones, constituyó como el centro de su filmografía y acabó por constituirse un mago en su ejecución: el suspense.
El relato de Calle de la estación, 120 se desarrolla en la Francia de 1941, en plena nación ocupada por el ejército nazi: en un stalag, un campo de concentración, se encuentra Nestor Burma, un investigador privado que por razones obvias no vive uno de sus mejores momentos. La intriga arranca cuando uno de los prisioneros, aparentemente demente, pronuncia una dirección que a Burma no le dice nada: "Calle de la estación, 120".
Todo se complica cuando cuando Burma regresa a París, y en plena estación de tren se encuentra fortuitamente con un antiguo socio suyo al que disparan por la espalda, no sin que antes le dé tiempo de pronunciar la misma dirección. ¿Qué tenían en común el prisionero y el ex compañero de Burma? ¿Quién es la misteriosa mujer que portaba una pistola y que guarda un extraordinario parecido con una estrella de cine? ¿Y qué significa exactamente "Calle de la estación, 120"?.
Malet, vía Tardi, dosifica la información como un verdadero maestro: va sugiriendo pequeños detalles que luego se recuperarán, y a los que el lector prestará mayor o menor atención según su particular astucia -ojo a la cita explícita al maestro Edgar Allan Poe y su relato La carta robada-, hasta llegar a una conclusión en la que buena parte del plantel de secundarios de la historia se reúnen alrededor de Nestor Burma, que, al más puro estilo del Hercule Poirot de Agatha Christie -otra maestra de la literatura criminal-, pone todas las piezas del puzzle en su lugar correspondiente.
Pero lo mejor de Calle de la estación, 120, además de que todo encaje finalmente a la perfección, es que los diálogos de Malet y el espléndido trabajo gráfico de Tardi captan a la perfección eso que hizo grandes a algunas novelas y películas del género negro, y que es mucho más fácil de captar con una cámara de cine que con dibujos en negro sobre blanco: la atmósfera. El lector se pasea en compañía de Burma y sus compañeros por las brumosas calles de París, y le parece oler el aroma del café de los bares y escuchar el ruido de los viandantes. Todo ello dentro de un álbum imprescindible y de tanta riqueza que Jean-François Douvry pudo dedicarle todo un libro teórico al respecto.
Así pues, Calle de la estación, 120 se consolida como una obra indispensable para todo amante de la bande dessinée, así como un relato imprescindible para los fanáticos del género negro. No se lo pierdan.
Título: Calle de la estación, 120
Autor: Jacques Tardi (guión y dibujo, según la novela de Léo Malet)
Editorial: Norma Editorial
Fecha de edición: mayo de 2009
192 páginas (b/n)- 22 €
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