miércoles, 6 de mayo de 2009
La Semana de la BD (III): La Virgen de plástico
Continuamos con La Semana de la BD de la mano de Norma Editorial, esta vez con el álbum La Virgen de plástico de Pascal Rabaté y Olivier Prudhomme, que obtuvo el Premio Esencial en el Festival de Angoulême del año pasado. A Rabaté, autor también de Ibicus, lo conocimos el año pasado gracias a una de las obras más completas editadas a lo largo del mismo: Río abajo. Pero si aquella era una obra donde el autor se hacía cargo de toda la realización, incluyendo la parte gráfica, en esta ocasión se ha cedido los lápices a un Prudhomme que se nos antoja competente pero alejado del talento de su compañero.
La Virgen de plástico es una comedia humana en toda regla, una obra de protagonismo coral ambientada en una provincia cualquiera del interior de la Francia de ahora mismo, en el seno de una familia, los Garnier, tan funcional o disfuncional como cualquiera, y donde los principales conflictos parten del antagonismo entre los suegros del pater familias: un matrimonio de ancianos donde él es un comunista convencido que reniega de todo sentimiento religioso y ella una devota incondicional de la Virgen de Lourdes.
El conflicto principal alrededor del cual se construye el relato da comienzo con el regreso de la mujer de un viaje de peregrinación a Lourdes en compañía del párroco y otros feligreses de la tercera edad. A su vuelta, la señora se trae consigo como souvenir una figura de plástico de la Virgen, que colocada enseguida sobre el televisor pasa a decorar el salón para enfado de su esposo. Pero lo que en un principio no iba a pasar de ser un altercado familiar se complica mucho más cuando la figura parece empezar a llorar sangre...
La religión no es un tema que preocupe, no al menos más que el resto, a los autores, y en buena parte no deja de ser una excusa para reflejar y estudiar los comportamientos dentro del seno de una familia arquetípica de la clase media-baja contemporánea; un grupo humano integrado por varias individualidades, cada una con sus propias preocupaciones: el matrimonio que tiene que bregar con los padres de ella, el cuñado y su interés por el fútbol, o los citados intereses, absolutamente dispares, del matrimonio de ancianos, sirven como motor de arranque de varios conflictos con los que el lector se identifica en todo momento.
Lejos de la desbordante sensibilidad de Río abajo, La Virgen de plástico se asemeja más a una comedieta de enredo, aunque bajo esta apariencia superficial se esconda una competente radiografía de la condición humana. Una radiografía sobre la incomunicación y la convivencia que se enriquece considerablemente en apenas una viñeta, la que casi cierra el álbum, y que muestra a otro icono visual de la cultura occidental de los siglos XX y XXI llorando sangre. Con este final abierto -¿apostamos por un fraude al estilo de las caras de Bélmez para atraer incautos y por tanto posibles futuros clientes, o bien el milagro es real y viene a sugerir la santificación de un personaje tan mundano como Ronald McDonald?-, La Virgen de plástico gana enteros, y asciende posiciones en la lista de lo que podría ser el mejor cómic leído este mes.
Título: La Virgen de plástico
Autores: Pascal Rabaté (guión) / Olivier Prudhomme (dibujo)
Editorial: Norma Editorial
Fecha de edición: abril de 2009
120 páginas (color) - 20 €
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