martes, 1 de septiembre de 2015

RIP: Wes Craven (1939-2015)


El mes de agosto se ha despedido con una triste noticia para los cinéfilos en general y para los amantes del cine de terror en particular: el pasado domingo, víctima de un cáncer cerebral que no pudo superar, fallecía a la edad de 76 años el realizador Wes Craven, creador de personajes tan icónicos como el asesino Ghostface de la saga Scream o, muy especialmente, el irrepetible Freddy Krueger que protagonizó Pesadilla en Elm Street.


Wes Craven (1939-2015)


Compañero de generación (y de género) de realizadores como George A. Romero, John Carpenter, Joe Dante o John Landis, de entre todos ellos solo este ex profesor de literatura inglesa podía presumir de haber revolucionado el género del terror en tres ocasiones durante otras tantas décadas consecutivas, como bien saben los fanáticos del cine fantástico. Pero un dato menos conocido es que Craven comenzó en el mundo del cine participando sin acreditar a cargo de diversos cometidos en producciones pornográficas, tal y como él mismo ha confesado en alguna ocasión: por ejemplo, en una entrevista del documental Inside Deep Throat, sobre el clásico del cine X dirigido por Gerard Damiano. De esta etapa solo conocemos el film The Fireworks Woman, dirigido por él con el seudónimo de Abe Snake.




Pero, por supuesto, fue en el género del terror donde Wes Craven dejó su impronta, y la primera ocasión de hacerlo le llegó bien pronto: fue con su debut como director en 1972 con La última casa a la izquierda. El film, protagonizado por un memorable David Hess y suerte de perverso remake en clave de exploitation de El manantial de la doncella de Ingmar Bergman, se convirtió gracias a la crudeza de su argumento en un éxito de los programas dobles y los autocines, y con el tiempo ha devenido en clásico de culto que ha influido en un gran número de películas posteriores, incluyendo el digno remake oficial de hace unos años.


Para algunos espectadores, el debut de Craven resulta un film imposible de soportar


Por si fuera poco, también durante la década de los años 70 el realizador firma Las colinas tienen ojos, que aun lejos de ser uno de sus mejores trabajos sí se convierte en uno de los más populares e influyentes de toda su filmografía. Tanto es así que en 1984 el propio Craven filmaría la secuela oficial del film, y en 2006 llegaría el espléndido remake dirigido por Alexandre Aja, para muchos superior al original.


Las colinas tienen ojos convirtió a Michael Berryman en un icono del género


En ese mismo año 1984, e inspirándose en algunos casos reales extraídos de la prensa diaria -que siempre fue una fuente inagotable de ideas para él-, Craven dirige Pesadilla en Elm Street, su mejor película con diferencia y primera aparición en la pantalla de su creación más memorable: Freddy Krueger, psicópata asesino de niños en vida y maestro de las pesadillas tras su muerte a manos de los padres de sus anteriores víctimas. Encarnado por Robert Englund, el personaje protagonizaría seis partes más de la saga, la última de ellas una reflexión metanarrativa dirigida por el propio Craven... que se dejaba ver interpretándose a sí mismo tal y como haría igualmente en Jay y Bob el Silencioso contraatacan y en un episodio de Castle. El personaje de Freddy Krueger también aparecería en la cinta Freddy contra Jason (que lo enfrentaba al protagonista de otra exitosa franquicia, Viernes 13), en la serie televisiva Las pesadillas de Freddy... y en una nueva versión en 2010, ya sin Englund tras el maquillaje del personaje.


Freddy Krueger es, sin duda, el personaje más popular de los creados por Craven


Finalmente, en 1996, el cineasta dirige Scream (Vigila quién llama), film con el que su guionista Kevin Williamson y el propio Craven reflexionaban acerca de las slasher movies y ofrecían uno de los mejores divertimentos de los últimos tiempos a costa del propio género. Scream ha quedado como el último capítulo del legado de su autor, ya que la cuarta y última entrega de la saga, estrenada en 2011 y dirigida como el resto por el propio Craven, ha quedado como su último largometraje; mientras que Scream: The Series, cuya primera temporada MTV sigue emitiendo en estos días, figura como su último crédito en el rol de productor ejecutivo.


En el rodaje de la primera Scream con los actores Neve Campbell y Skeet Ulrich


Pero no fueron estas las únicas aportaciones de Craven al cine de terror: al margen de los filmes que produjo -como la divertida Feast (Atrapados), la secuela del film de Aja El retorno de los malditos, o la nefasta Aullidos, nada que ver con el film homónimo de Joe Dante-, y centrándonos solo en los filmes dirigidos por él, en su filmografía hallamos desde títulos a reivindicar como Bendición mortal (protagonizada por el veterano Ernest Borgnine y una joven Sharon Stone), La serpiente y el arcoiris o El sótano del miedo a mediocridades como La Cosa del Pantano (pobre adaptación del cómic de DC), Amiga mortal, Shocker (100.000 voltios de terror) y las más recientes La maldición y Almas condenadas. Todas ellas, mejores y peores, son filmes de terror.


Con Wendy Robie y Everett McGill en el set de El sótano del miedo


Incluso cuando dirigió telefilmes como Las dos caras de Julia, Invitación al infierno, Hibernado vivo o Visiones nocturnas, o series como Nightmare Cafe (El Café de las Pesadillas) -de nuevo con Robert Englund-, el nombre de Wes Craven siempre estuvo unido irremediablemente al cine fantástico y de terror. De hecho, con la excepción de Música del corazón -un drama protagonizado por Meryl Streep que no tuvo el éxito deseado-, el director nunca se apartó del terror del todo: incluso Un vampiro suelto en Brooklyn (comedia para el lucimiento de Eddie Murphy) o Vuelo nocturno (un thriller ambientado en el interior de un avión con Cillian Murphy y Rachel McAdams), tienen elementos propios del género al que el malogrado director ha legado algunos de los títulos más importantes de los últimos tiempos.


En Nightmare Cafe volvió a trabajar con su amigo Robert Englund, esta vez para TV


Wesley Earl Craven, llamado Wes Craven, nació en 2 de agosto de 1939 en Cleveland, Ohio, y falleció en 30 de agosto de 2015 en Los Angeles, California. Tenía por tanto 76 años. Descanse en paz.

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