lunes, 27 de junio de 2011
Vida en otro planeta: Crónicas humanas
Podríamos estar tentados a pensar que el reciente estreno de la nueva producción televisiva de Steven Spielberg, Falling Skies, podría poner de moda la ciencia ficción en su vertiente o subgénero de invasiones alienígenas... pero a poco que meditemos al respecto nos daremos cuenta de que esta clase de historias nunca han dejado de estar de actualidad: recordemos producciones recientes para la gran pantalla como Skyline o Invasión a la Tierra. Así, lo único que ha hecho el equipo comandado por el director de Tiburón -ofreciendo, dicho sea de paso, un muy digno aunque poco novedoso episodio piloto doble- ha sido actualizar la propuesta de la añorada V -la original, la de los años 80- subrayando aquello que llamó la atención del productor y cineasta Frank Darabont a la hora de llevar un cómic como Los muertos vivientes de Robert Kirkman a la televisión: la importancia de los seres humanos frente al enemigo (aquí extraterrestre, allí muertos resucitados) y su lucha por la supervivencia.
Por todo ello resulta curioso poder leer estos días, de la mano de Norma Editorial, una novela gráfica como Vida de otro planeta, serializada en su día en las páginas de la revista The Spirit entre octubre de 1978 y diciembre de 1980 bajo el título Signal from Space, y luego recopilada en diversas ediciones primero con el título original y luego con el definitivo Life on Another Planet. Se titule como se titule, la presente obra supone la aportación del gran Will Eisner al género de la ciencia ficción... y que, como era de esperar en él, haría las delicias de los que piensan como Darabont: que es la plasmación de la condición humana, en la medida en cómo afecta esta al devenir del relato, lo más atractivo de este tipo de narraciones.
Porque, por más que se hable de Vida de otro planeta como de un tebeo de ciencia ficción -y lo es, en la medida en que arranca con la captación de una señal de vida inteligente proveniente de un planeta de la estrella de Barnard por parte del equipo técnico del observatorio de radiostronomía de Mesa, Nuevo México-, el meollo de la cuestión es cómo afectará este hallazgo a un gran número de personas de muy diversa índole. El ser humano siempre ha sido el protagonista de la obra de Eisner, y esta vez no iba a ser la excepción: de hecho, los extraterrestres nunca hacen acto de presencia en realidad, convirtiéndose en un recurso en off utilizado por el autor para hablar de lo que realmente le importa.
Y es que Vida en otro planeta podría verse como una versión alternativa, en clave fantástica, de un relato tan realista como Una cuestión de familia, otra de las muchas obras mayores de Eisner, y en donde el creador de The Spirit sacaba a relucir los trapos sucios de los miembros de una familia numerosa. Así, en Vida de otro planeta el autor retrata una (tragi)comedia humana de protagonismo coral donde los más bajos instintos se suceden y abocan a muchos de los personajes principales a la tragedia; empezando por Argano, Malley y Cobbs, el equipo científico que localiza y analiza la señal originaria, y acabando por el manipulador MacReady, sin olvidar a Marco y Cora, una pareja de perdedores que verán una posibilidad de redención autoconvirtiéndose en líderes de la "Gente estelar", una caterva de iluminados que cree en una vida mejor en Barnard y que se gestiona con el mismo método que cualquier secta religiosa.
No obstante, es un personaje en concreto, James Bludd, que se constituye en motor principal de la acción: astrofísico de profesión, como se encarga en remarcar en más de una ocasión, se verá convertido por obra y gracia de la CIA (y de la voluntad de Eisner, un narrador capaz de conseguir que nos creamos cualquier cosa que nos proponga) en una suerte de espía al más puro estilo de John le Carré o Robert Ludlum que se ganará las simpatías del lector... y de algún que otro personaje secundario del drama. De esta forma, la obra empieza a tomar un cariz de parodia de los relatos de espionaje que acabará funcionando como uno propiamente dicho.
Poco más queda por añadir so pena de revelar demasiado acerca del desarrollo del argumento: solo resta señalar que en Vida de otro planeta, aunque pueda parecer una obra menor si se la compara con obras mayores del autor -como las incluidas en los imprescindibles Contrato con Dios (La vida en la Avenida Dropsie), Nueva York (La vida en la Gran Ciudad) y La vida en viñetas (Historias autobiográficas), volúmenes 17, 18 y 20 de la Colección Will Eisner respectivamente-, el considerado como padre de la novela gráfica tal y como la entendemos hoy (si es que la entendemos de una única manera, que esa es otra) consigue un par de logros a los que nos acostumbró a lo largo del tiempo: por un lado, desarrollar el relato con una soltura y una naturalidad, fruto de la unión perfecta de texto e ilustración, aparentemente sencilla pero solo al alcance de los más grandes; y por otro, construir una fábula moral profundamente pesimista y (auto)crítica respecto del ser humano pero que a un tiempo deja escapar, hacia la conclusión, tan simpática como demoledora, un viso de esperanza.
Ahí es nada. Y como siempre que hablamos de Will Eisner, Vida en otro planeta podría ser considerado como una obra menor suya -y no puedo asegurar a ciencia cierta que esta lo sea-... pero será al mismo tiempo y sin lugar a dudas uno de los cómics mayores del año, digno de ser considerado entre lo mejor publicado a lo largo del mismo.
Título: Vida en otro planeta
Autor: Will Eisner (guión y dibujo)
Editorial: Norma Editorial
Fecha de edición: abril de 2011
136 páginas (bitono) - 16 €
Yo creo que este no lo he leído nunda. Me lo apunto ya que parece interesante.
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