Poco más de un año después de la desaparición de Jacinto Molina, alias Paul Naschy, el cine fantástico español vuelve a estar de luto: ante el ninguneo de la prensa generalista, que por lo general no recoge el deceso, nos dejó hace una semana, a consecuencia de un fatal cáncer de pulmón, el guionista, productor y director Juan Piquer Simón a la edad de 75 años.
A mediados de los años sesenta dirigió dos cortometrajes documentales, el censurado España violenta y Vida y paz, pero no sería hasta 1976 que Piquer Simón debutó en el ámbito del largometraje con Viaje al centro de la Tierra, una adaptación de la novela homónima de uno de sus escritores favoritos: Jules Verne. El film, una cinta de aventuras apta para todos los públicos, estaba protagonizado por el británico Kenneth More, Pep Munné e Yvonne Sentis, así como por dos intérpretes muy queridos por el fantaterror español: Frank Braña y Jack Taylor. Y vista hoy supone un ejemplo perfecto de la manera en la que este realizador valenciano entendía el cine: como un espectáculo que debía, ante todo, entretener, prescindiendo de lo accesorio y apostando por la acción pura y dura.
Menos acertado estuvo cuando tres años más tarde dirigió Supersonic Man, un exploit descarado y de muy bajo presupuesto del exitoso Superman de Richard Donner con Christopher Reeve... si bien las propias carencias de la cinta la han acabado convirtiendo en un film de culto muy querido por los amantes del cine más psicotrónico. Para el recuerdo queda la composición como villano del relato de un histriónico Cameron Mitchell, así como el tema principal de la banda sonora, de corte discotequero y muy definitorio de la supuesta seriedad del producto.
En sus dos siguientes largos Piquer Simón volvería a recurrir a la obra de Verne: en 1981 adapta la novela Escuela de Robinsones con Misterio en la isla de los monstruos, un proyecto de alcance más internacional -se trata de una coproducción con Estados Unidos, la primera de las varias que el cineasta realizó- y que contó con un reparto encabezado por dos estrellas como Terence Stamp o el mítico actor de la Hammer Films Peter Cushing. Un año más tarde, e inspirada en Un capitán de quince años, el director realiza Los diablos del mar, film donde coincidieron -como en otros muchos de su obra- sus actores fetiche Ian Sera y el citado Frank Braña.
También en 1982 dirigió una de sus películas más conocidas, Mil gritos tiene la noche, que supuso el primer trabajo de su realizador dentro de los márgenes del cine de terror como tal. Auténtico fenómeno de culto en Estados Unidos, donde es conocida como Pieces, el film es una variante del género slasher, tan popular en aquellos años, con influencias del giallo italiano. Y es que Piquer Simón tocó todas las teclas de un género, el fantástico, que nunca abandonaría del todo... como demuestra su posterior incursión en la ciencia ficción con la coproducción, esta vez con Francia, Los nuevos extraterrestres. Es más: cuando en 1984 se apartó del mismo para filmar un film de acción como Guerra sucia, lo firmó con un pseudónimo, el de Alfredo Casado.
Cuatro años más tarde, y de nuevo trabajando con un equipo tanto español como norteamericano, realiza otra de sus cintas más aplaudidas: Slugs (Muerte viscosa), una monster movie con todas las de la ley repleta de babosas homicidas, rodada en un pueblecito de Estados Unidos y protagonizada por actores estadounidenses secundados por intérpretes de reparto españoles como Emilio Linder, Concha Cuetos, Manuel de Blas o el indispensable Braña. El film, una cinta de serie B más que digna, sigue aguantando bien posteriores revisiones hoy en día, y cuenta con unos efectos especiales de corte gore de lo más efectivos.
En 1990 Piquer Simón estrena dos películas: La grieta, que intenta aprovecharse de la moda de los terrores submarinos de aquel momento (recordemos Abyss de James Cameron, así como las más humildes Profundidad Seis y Leviathan), y La mansión de Cthulhu, ligeramente inspirada en el universo literario de H. P. Lovecraft. Posteriormente solo podría dirigir dos títulos más: la muy discreta La isla del diablo y Manoa, la ciudad de oro, esta a partir de un texto de otro novelista de corte popular como Emilio Salgari, el creador de Sandokan.
No obstante, en su filmografía cabe destacar también un par de trabajos como guionista para otros realizadores, como es el caso de Más allá del terror (dirigida por Tomás Aznar) o El escarabajo de oro (filmada por Vicente J. Martín), según el cuento homónimo del gran Edgar Allan Poe... así como su labor como guionista, de 1999 a 2001, en la serie de televisión Manos a la obra, un hecho bastante significativo de la desidia con la que la industria cinematográfica española trató durante años tanto al género fantástico como a sus más destacados defensores.
Juan Piquer Simón nació en 16 de febrero de 1935 en Valencia, y falleció en 8 de enero de 2011 en su ciudad natal. Tenía por tanto 75 años. Descanse en paz.
Post Scriptum.- Si todavía no has disfrutado de su cine, o si quieres volver a hacerlo, puedes encontrar tres de sus películas más significativas -Supersonic Man, La grieta y Slugs- editadas en DVD y disponibles tanto por separado como reunidas en un simpático pack: El cine fantástico de Juan Piquer Simón. Hay que destacar que la edición de Slugs incluye el material grabado para el programa de TVE Versión española en el que se hace un breve recorrido por la filmografía de Piquer Simón, así como una breve pero sustanciosa entrevista realizada por Cayetana Guillén Cuervo al propio realizador.
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