La historia del cine tiene dos caminos paralelos: la de los grandes hitos que aparecen en todos los libros de cine, revistas (especializadas o no) y hasta en las preguntas del quesito rosa del Trivial Pursuit, y la de los logros menos grandilocuentes pero al alcance de los entendidos más especializados o en este caso de los cinéfagos más recalcitrantes. Así, en la primera línea Alfred Hitchcock es el Mago del Suspense que dirigió Con la muerte en los talones y Psicosis, mientras que en la segunda es el autor de The Lodger inspirada en los asesinatos de Jack el Destripador o el firmante de piezas de cámara como Náufragos o La soga; Orson Welles es, por un lado, el autor de la Mejor Película de Todos los Tiempos (o eso dicen), Ciudadano Kane, mientras que por el otro es el adaptador más particular de Shakespeare en Campanadas a medianoche, no digo ya de Cervantes en su Don Quijote, y el responsable de la curiosa F for Fake; y John Ford puede ser considerado tanto como el realizador de westerns por excelencia, firmante de La diligencia y Centauros del desierto, pero también el poeta y dramaturgo de The Rising of the Moon y Escrito bajo el sol.
Pues bien: David Worth, nuestro invitado de hoy, pasará a la Historia del Cine con letras doradas por ser el realizador del primer Kickboxer con Jean-Claude Van Damme... pero los que sabemos de esto, o hacemos como que sabemos consultando en IMDb, no podemos olvidar que es el firmante de obras maestras más discretas como El guerrero del mundo perdido, el hombre que se atrevió a dirigir a Sam J. Jones y Michael Dudikoff, o el auteur que llevó al estrellato a Cynthia Rothrock con Lady Dragon, su secuela y algún título más. Por si esto fuera poco, en su currículo puede presumir también de haber dirigido Shark Attack 2 y 3, esta última titulada aquí Terror en el abismo.
Sí, amigos, David Worth es ya un viejo conocido de esta sección... y hoy vuelve a ella gracias a su tercer largometraje, Soldier's Revenge, una marcianada en todos los sentidos: primero, porque no se entiende muy bien de qué va; y segundo porque no se entiende muy bien por qué una producción así se llegó a realizar. El film, al parecer, fue un primer intento de una productora argentina por realizar coproducciones con empresas internacionales (o sea, norteamericanas, aunque en esta también interviene Panamá), y que luego desembocaría en filmes tan curiosos como Contacto ninja en Argentina... una película que, con un título así, no puede ser mala.
Pero volvamos a esta cinta de 1984, conocida también como Vengeance of a Soldier y cuyo título español -imagino que para el mercado del VHS, del Beta y del 2000... ay, qué tiempos- es La venganza de un soldado. El argumento es, a priori, muy sencillo: Frank Morgan es un veterano de la Guerra de Vietnam que vuelve a su pueblo natal tras el fallecimiento de su madre para asistir a su funeral. Pero dado que abandonó la contienda al ver las atrocidades que cometían algunos de sus compañeros e incluso llegó a denunciar alguna que otra masacre -un factor que recuerda a Los visitantes, la penúltima cinta de Elia Kazan, que casualmente vi el mismo día... todo encaja como un puzzle sideral-, en lugar de recibirlo con loores y alabanzas lo atosigan con amenazas, insultos, escupitajos y maldiciones de mal de ojo.
La historia da un vuelco (a peor) cuando aparecen en escena una pareja que busca un piloto de avión para que los lleve a ellos y a su mercancía a una localidad de Hispanoamérica. Claro está, y después de enfrentarse a los matones locales que se la tienen jurada por traicionar a la sacrosanta bandera de los Estados Unidos, Frank acepta el trabajo sin saber que el cargamento son armas de fuego pertenecientes al tráfico ilegal que la muchacha en cuestión quiere cambiar por su padre, secuestrado por la guerrilla.
Sí, tiene pinta de película de acción decente, además con reflexiones políticas e históricas de regalo... pero no. No se llamen a engaño: Soldier's Revenge es un truño de mucho cuidado, soporífero a más no poder, cuya acción avanza mortecinamente empujada por el discreto trabajo de los actores... empezando por la star del film, John Savage, ese actor al que Vietnam le sentó tan bien (participó en la oscarizada El cazador) que pensó que participar en esta Soldier's Revenge sería una buena idea. Pero no: pese a trabajar posteriormente con Oliver Stone en Salvador y con Coppola en El Padrino III, su carrera se vio sumida en una decadencia cada vez mayor: primero trabajó con Lucio Fulci en Le porte del silenzio y, lo que es peor todavía, con Ridley Scott en Tormenta blanca (mira que era mala la dichosa película esta del barco y los críos).
En fin, un caso perdido el de John Savage, al que alguna publicación llegó a bautizar como "el nuevo James Dean"... quizá por eso de que como este solo hizo tres películas decentes. Aunque James Dean, con eso de morirse, tenía una excusa mejor para no haber hecho más.
En cuanto al resto del reparto, nada que destacar salvo que la protagonista en cuestión es la argentina María Socas, por lo visto muy popular en su país -tiene una web muy apañada, con fotos de cuando era mocica posando- y que ha trabajado mucho en teatro, pero que en esta película está entre discreta y profundamente lamentable.
En fin, que al igual que yo no voy a perder ni un momento más en contarles nada más sobre algo de lo que no vale la pena decir nada, ustedes no deberían perder ni un segundo con ella... pero por si acaso son un poco masocas...
--> Pueden verla (allá ustedes) en... Canal MGM:
- 21 de agosto, 01.00 h.
- 26 de agosto, 02.14 h.
Hombre, es que con ese apellido... Worth... pues eso... mucho valor es lo que hace falta, no?
ResponderEliminarSaludos