lunes, 30 de marzo de 2009

Los mejores del mundo, según Darwyn Cooke



Superman y Batman son los dos personajes más conocidos y representativos del Universo DC, así como, por extensión, los dos superhéroes más célebres de la historia del cómic norteamericano. Tanto es así que, gracias a sus múltiples colecciones, a los seriales radiofónicos y -sobre todo- a su salto a la pequeña y la gran pantalla, en series televisivas, seriales y sagas cinematográficas de la mano de directores como Richard Donner, Bryan Singer, Tim Burton, Joel Schumacher o Christopher Nolan, han acabado convirtiéndose en dos de los iconos culturales más mundialmente reconocibles de todo el siglo XX.



Darwyn Cooke es un autor que no teme el peso de la herencia de las obras originales a la hora de dar su propia visión de personajes míticos de la historieta. Ahí está su The Spirit, nada más y nada menos que revisitando al personaje más célebre de Will Eisner, para demostrarlo. Y ahora, de la mano de dos publicaciones muy recientes de Planeta de Agostini Comics, tenemos la oportunidad de descubrir cómo han sido tratados la pareja de World's Finest, que todavía hoy comparten una cabecera también editada por Planeta, por parte de este autor que no teme a las fatales comparaciones.



El primer volumen en ver la luz es Batman: Ego, que no solo recoge la historia que le da título, sino otra narración extensa -"El gran golpe de Selina"- y cuatro narraciones breves más. Pero se le ha dado principal protagonismo al que fuera el primer trabajo de Cooke para DC, "un primer intento meritorio pero fallido" en palabras del propio autor, pero que no nos parece para nada desdeñable. Esto se debe a que, aunque efectivamente no aporte nada nuevo a la mitología del personaje, se trata de un relato que se lee con agrado y que se nos antoja influenciado por la idea del doppelgänger de Otto Rank y por ficciones que han tratado dicho tema, con El extraño caso del doctor Jekyll de Robert Louis Stevenson a la cabeza.



Efectivamente, "Batman: Ego" retrata a un Bruce Wayne desdoblado, a la manera de su archivillano Harvey Dent / Dos Caras, que durante un momento de estrés postraumático consigue dialogar con su alter ego, el Hombre Murciélago, el Caballero Oscuro de Gotham City. En esta narración, y este es un aspecto que deja entrever la ambición lógica de un autor joven en cuyas manos cae un personaje tan emblemático, Cooke recupera buena parte de la mitología del personaje, revisitando por enésima vez el asesinato de Thomas y Martha Wayne y trayendo a colación a los villanos más representativos del universo de Batman, caso del Joker, Catwoman, el Pingüino o el citado Dos Caras.



Pero pese a las carencias de un relato, como decimos, nada novedoso, destaca el trabajo de Cooke a los lápices, una labor que fruto de ser un cómic de autoría única, deja entrever el dominio narrativo de su responsable, que compone aquí las páginas y diseña las rejillas de viñetas subrayando en todo momento el carácter dual del relato que tiene entre manos y del personaje que lo protagoniza.



Pese a que el balance final de esta historia es claramente positivo, más interesante nos parece -y a Darwyn Cooke también, pues sigue siendo su trabajo completo favorito- "El gran golpe de Selina", el otro relato largo del volumen y donde el autor cede el protagonismo a Selina Kyle, alias Catwoman, en su faceta de ladrona de guante blanco. Para ello construye un relato influenciado por la novela y el cine negros, recuperando a dos personajes de gatillo fácil, Stark y Jeff, que creara en la inédita "Deja Vu", un relato breve que también puede leerse en este Batman: Ego.



Según Cooke, Stark es su particular versión del actor Lee Marvin y del personaje que compusiera para A quemarropa, la película de mediados de los 60 dirigida por John Boorman y que adaptaba la novela de Donald Westlake Point Blank, firmada con el seudónimo de Richard Stark. Por su parte, Jeff está inspirado en el actor asiático Chow Yun Fat, protagonista de varios de los adrenalíticos y coreografiados thrillers de John Woo. Por ello, el citado "Deja Vu", inspirado en "La noche del merodeador", un relato de Batman de los 70 creado por Steve Englehart, Vik y Sal Amendola y Dick Giordano, es el complemento ideal de este "El gran golpe de Selina".



Completan el volumen dos relatos en blanco y negro, "Donde reinan los monstruos" y "El monumento", y que ya pudimos leer en la tercera y última entrega de Batman: Black & White, pero cuya recuperación se agradece aquí para tener en un solo volumen los relatos del Hombre Murciélago en los que Darwyn Cooke ha tenido algo que ver: así, en el primer caso Cooke se pone al servicio de un guión de Paul Grist (Jack Staff), mientras que en el segundo escribe la historia y deja los lápices en manos de un acertado Bill Wray, cuyo Batman está a medio camino entre el pesado y rocoso de Frank Miller y el cartoon de Bruce Timm o el propio Cooke.



Igualmente, "Cita con un caballero" fue publicado en el volumen de Solo dedicado a Tim Sale, aquí el ilustrador que se pone al servicio de un Darwyn Cooke que se limita a escribir el guión. De nuevo, el apartado gráfico de este encuentro entre amoroso y bélico entre un Batman y una Catwoman alejados de sus facetas cotidianas es lo mejor de la función, y revela la perfecta conjunción de talentos que se produce cuando Cooke y Sale trabajan juntos.



Esta colaboración vuelve a demostrar su alcance en Superman: Kryptonita, que frente a la recopilación de historias de lo más variado de Batman: Ego presenta un relato único protagonizado por el Hombre de Acero, y que cuenta con Darwyn Cooke al guión y Tim Sale al dibujo. El atractivo volumen editado por Planeta, como suele ser costumbre en el mercado editorial español, recoge los seis comic books originales -Superman: Confidential números 1 a 5 y 11- al completo.



En esta ocasión, de nuevo, Cooke se plantea acercarse a un personaje con una larga tradición detrás sin miedo a las comparaciones, recuperando buena parte de su mitología, empezando por su herencia como último hijo del planeta Krypton que es recogido por el matrimonio Kent, así como los personajes que giran alrededor del periódico Daily Planet -Lois Lane, Jimmy Olsen, Perry White- o el archivillano de la colección, el megalomaníaco Lex Luthor.



Para ello, Cooke regresa a los primeros años de Kal-El en el planeta Tierra, valiéndose de su aprendizaje como superhéroe al servicio de la humanidad que todavía tiene que aprender cuáles son sus propios límites, qué puede hacer y qué no puede hacer, en qué medida es invulnerable o si hay algo que pueda matarle, y que sería un arma mortal en manos de sus múltiples enemigos.



De esta manera, y sin traicionar la continuidad de Superman, a su vez dentro de la del Universo DC, Cooke redefine la relación entre el protagonista y el planeta Krypton, así como la mortífera kryptonita, que aquí está en manos de Anthony Gallo, un empresario hotelero, director del Casino de Gotham City y del que Perry White, el director del diario donde trabaja el alter ego humano de Superman, sospecha que no es trigo limpio. Estos dos elementos, propios de géneros tan dispares como la ciencia ficción y el género negro, confluyen con solidez y sin estridencias en una única línea narrativa esbozada por un Darwyn Cooke que sabe muy bien el peso del material que tiene entre manos.



Por su parte, un Tim Sale ahora en la cumbre de la fama gracias al poder mediático de la televisión -suyos son los cómics y los cuadros que aparecen en la exitosa serie Héroes-, ofrece aquí uno de sus mejores trabajos, sobre todo en lo que al retrato más humano de Clark Kent, Lois Lane y compañía se refiere, sin dejar de lado episodios tan conseguidos como el de Superman y el volcán en erupción, posiblemente el favorito del propio Darwyn Cooke.



Como conclusión, señalaremos que Batman: Ego y Superman: Kryptonita, narrativamente hablando, no suponen dos hitos en las respectivas historias de sus personajes, pero ofrecen magníficos ejemplos que demuestran el estatus actual de dos autores como Darwyn Cooke y Tim Sale. Si, además, el lector es un completista acérrimo de los defensores de las ciudades de Gotham y Metrópolis, estos dos volúmenes se convierten sin dificultad en un must al que será difícil renunciar.


Título: Batman: Ego
Autores: Darwyn Cooke et alii (guión y dibujo)
Editorial: Planeta de Agostini Comics
Fecha de edición: febrero de 2009
208 páginas (color) - 15,95 €

Título: Superman: Kryptonita
Autores: Darwyn Cooke (guión) / Tim Sale (dibujo)
Editorial: Planeta de Agostini Comics
Fecha de edición: marzo de 2009
160 páginas (color) - 15,95 €

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