lunes, 17 de noviembre de 2008
Las revistas de Ediciones Diábolo: segundo asalto
Lo hemos dicho muchas veces, y no nos cansamos de repetirlo: en unos tiempos no demasiado proclives a la supervivencia en el mercado de las revistas de cómics -y, desde que la blogosfera ha cogido fuerza, también para las revistas (impresas, se entiende) sobre cómics-, cualquier intento editorial en esta línea nos parece un atrevimiento digno de elogio, y su supervivencia un motivo de inusual alegría. Por ello nos alegra que desde el pasado verano, y además con aumento de páginas sin que se incremente su precio, estén disponibles las segundas entregas de Cthulhu y Prótesis, los dos magazines temáticos de Ediciones Diábolo.
Algo de egoísta hay en esta alegría, pues los temas centrales de ambas publicaciones -respectivamente, el terror y el policíaco- son nuestros géneros favoritos dentro de la ficción de ídem. Y ni que decir tiene que gozamos sobremanera cuando nos sumergimos en sus páginas, pobladas de buenos tebeos y buenos ensayos acerca de nuestras filias más queridas.
Pero pasemos sin más dilaciones al contenido de estas revistas: por su parte, la nueva entrega de Cthulhu nos ofrece un "Especial Fantasmas", subgénero -dicho esto sin ninguna connotación de valoración subjetiva, sino entendiéndose como compartimento de un género mayor- que el que esto escribe más disfruta (y padece) dentro del ámbito del horror, y que -en el caso de venir relacionado con el de las casas encantadas- más miedo le da.
"Un cuento de fantasmas debe transcurrir en un marco familiar y contemporáneo que lo acerque a la esfera de experiencias del lector. Además, los fenómenos espectrales deben ser malévolos más que beneficiosos; dado que el miedo es la principal emoción a suscitar. Y, por último, debe evitarse escrupulosamente la jerga técnica del 'ocultismo' o pseudociencia, con objeto de que la verosimilitud casual no se vea ahogada por una pedantería nada convincente". Este pensamiento, que demuestra una gran sabiduría no solo en lo relativo al género, sino a la creación literaria en general, y que ilustra la contraportada de la revista, pertenece a M. R. James, el escritor inglés maestro en el relato de terror -desde aquí recomendamos su antología de historias de fantasmas Corazones perdidos publicada por Valdemar-, y cuya figura ejerce de maestro de ceremonias, de mentor, de ángel protector, para este segundo Cthulhu, como H. P. Lovecraft lo fue para el primero.
Precisamente una adaptación libre de un texto de James -el relato "A Warning to the Curious"- abre el volumen: "Aviso a los curiosos" de Carlos Lamani es un relato de terror clásico ideal para sumergir al lector en la atmósfera que reinará durante todo el magazine, evocando -incluso desde los rostros de algunos personajes, inspirados claramente en actores de cine pretérito- los fotogramas del cine inglés de género, de la Hammer Films o de algunos títulos de Jacques Tourneur.
Otras dos historias comparten título: "La casa" de Kosta evoca de nuevo el espíritu de James, y en ella el autor efectúa un trabajo gráfico digno de atención, mezclando diversas técnicas y trabajando con personajes que son meras siluetas negras sobre un fondo gris. Por su parte, "La casa" de Aritz es una adaptación de un texto de André Maurois, esta vez en color, que en cuatro páginas nos ofrece un relato de terror con un final muy a lo EC Comics.
Como ya ocurriera en el primer Cthulhu, el cómic de Elchinodepelocrespo y Karles Sellés (co autor del interesante Asuntos pendientes) es el encargado de aportar la mirada más moderna acerca del género: "Crepúsculo" vuelve a evocar la inspiración del gran escritor británico Clive Barker para agitar los rincones más oscuros e inquietantes del propio lector. ¿Para cuándo una historia larga de este estupendo guionista de tan curioso apodo artístico?
Y de nuevo como sucediera en la anterior entrega, volvemos a poder disfrutar de talentos tan distintos pero a la vez igualmente interesantes como los de las parejas creativas José Oliver / Bartolo Torres y Raule / Meritxell Ribas: los primeros regresan con una historia de su exitoso, divertidísimo El joven Lovecraft (una pequeña maravilla que nos retrotrae a historias deliciosas de grandes maestros de la tira cómica, principalmente Bill Watterson, el autor de Calvin & Hobbes, pero en clave gótica); por su parte, el guionista de Jazz Maynard y la exquisita Meritxell Ribas, con "En lo profundo del bosque" -nada que ver con la película francesa homónima-, vuelven a evocar el espíritu de Tim Burton y Edward Gorey y al estilo pictórico -blanco sobre negro- representativo de autores tan relevantes como Thomas Ott.
Completan la entrega historietas como "Médium" -relato que presenta también una atmósfera digna del género negro-, "El hambre, un agujero infinito", "El libro" y "La advertencia" -esta última, una variante de la leyenda urbana de "La chica de la curva"-; así como un par de textos teóricos -la breve sección "La literatura de terror en los cómics" y "Un paseo alrededor de la Ghost Story"- y un relato del género, "Amigo invisible", estos dos últimos con la firma de José M.ª Tamparillas.
Por su parte, Prótesis regresa con una espectacular portada de Sagar Forniés y otro dossier monográfico: "Policías escritores y escritores policías". Al contrario de lo que ocurre con Cthulhu, el grueso de esta publicación lo conforman ensayos teóricos, aunque no falta un pequeño hueco para la historieta, con "El que a hierro muere" de Sergi Álvarez y -de nuevo- Sagar Forniés, la pareja creativa detrás de Bajo la piel, sin lugar a dudas uno de los mejores tebeos patrios de género negro.
La publicación dirigida por el especialista David G. Panadero vuelve a fijar su atención en el desarrollo del género en España, pero sin olvidar sus manifestaciones más allá de nuestras fronteras: téngase en cuenta que Mark Billingham, Henning Mankell o el gran Ed McBain son algunas de las figuras convocadas en esta ocasión.
El artículo "Novelas de policías en la España democrática" evoca los nombres del veterano Francisco González Ledesma, Andreu Martín, Carlos Pérez Merinero o Mariano Sánchez Soler, y no faltan en el monográfico figuras reales de escritores-policías como las de Vidocq, el delincuente que acabó convirtiéndose en policía -y escritor-, el comisario Evaristo Meneses, Tomás Salvador o un recuperado Tomás Gil Llamas, quien fuera jefe de la Brigada Criminal de Barcelona en los años 40 y 50.
El cine también tiene un hueco, gracias a una entrevista con Fernando Cámara y David Alonso (los firmantes de Memorias del ángel caído) y un artículo donde conviven el cine de Nicholas Ray y de Bertrand Tavernier, el íntegro Frank Serpico (Al Pacino) y el corrupto Hank Quinlan (Orson Welles), el duro Harry Callaghan y los polis de L. A. Confidential.
Completa esta segunda entrega de Prótesis una doble presencia del escritor David Torres: como redactor -reseñando La investigación de Stanislaw Lem- y como reseñado -gracias a su novela Niños de tiza-; además de un artículo sobre la femme fatale, dos entrevistas con Alejando M. Gallo (Una mina llamada Infierno) y Mercedes Castro (Y punto.), varios relatos de ficción y autobiográficos-con las firmas de Luis Gutiérrez, José Ramón Gómez Cabezas y Olloqui- y la habitual sección de reseñas: El efecto Transilvania, Para matar, El oráculo de la tortuga...
Concluyendo: dos citas ineludibles para los amantes de estos dos géneros. Y ojo, que aunque Prótesis siempre se hace un poco demasiado de rogar, el tercer Cthulhu -con una estupenda portada de Corominas- ya es inminente...
Título: Cthulhu n.º (Especial "Fantasmas")
Autores: Varios autores (guión y dibujo)
Editorial: Diábolo Ediciones
Fecha de edición: mayo de 2008
82 páginas (color y b/n) – 5,95 €
Prótesis n.º 2 (Especial "Policías escritores y escritores policías")
Varios autores
Madrid, Vosa - Diábolo, verano 2008
98 pp. (color y b/n) - 6,95 €
(+) Los blogs de las revistas:
- Cthulhu
- Prótesis
(++) Previously on Abandonad toda esperanza:
- Cthulhu n.º 1
- Prótesis n.º 1
Gracias de nuevo por tus palabras, Fran. Pues sí, me gustan las pelis de la Hammer y los telefilms ingleses. En el Cthulhu #3 abandono los grises en mi historia, todo en glorioso blanco y negro, a ver qué tal.
ResponderEliminarUn abrazo.