"He visto el futuro del terror, y su nombre es Clive Barker."
- Stephen King
El lunes 7 de enero de 2008, con unas líneas acerca del relato "El Libro de Sangre", iniciábamos esta sección en la que nos proponíamos comentar todos y cada uno de los relatos incluidos en los Libros de Sangre de Clive Barker. Hoy, más de medio año después, y con estas notas sobre "El Libro de Sangre (un post scríptum): En la calle Jerusalén", ponemos punto y final a esta sección de treinta entregas semanales.
Y es que este relato cierra y da unidad, remitiendo al mencionado cuento inaugural, a los seis volúmenes (en su edición original; cuatro en la de La Factoría de Ideas) que conforman la obra más célebre y aplaudida del creador de Hellraiser.
Este breve colofón literario recupera a Simon McNeal, el protagonista del primer relato, del cual escribimos en su día: "Los muertos tienen autopistas. Con tan misteriosa como sugerente afirmación arranca el relato protagonizado por el médium Simon McNeal y la doctora especializada en investigaciones psíquicas Mary Florescu. En este relato, Barker sugiere que las almas de los difuntos conforman autopistas que los vivos no podemos ver, pero sí, en ocasiones, percibir, y que allí donde dos de estas vías de ánimas en pena se cruzan, en caso de ubicarse una casa o cualquier otra construcción arquitectónica, esta queda encantada ipso facto".
Barker nos mostró entonces a McNeal como un fraude al que los espíritus acababan por hacerle pagar su engaño, convirtiendo su cuerpo en un libro viviente. En este post scríptum nos cuenta su destino final: recluido y olvidado, su piel se ha convertido en una pieza codiciada por un coleccionista de pieles, que envía a un sicario, de nombre Wyburd, para que lo desolle; un final para el que McNeal parece preparado y ante el que no se resiste lo más mínimo...
Llegado este punto podemos afirmar a ciencia cierta que los Libros de Sangre han demostrado, una vez más, que han soportado muy bien el paso del tiempo, así como la relectura en el caso de muchos de sus relatos, y que acaban conformando sin duda alguna una obra maestra de la literatura de terror, de cata indispensable para los amantes del género.
Y muy pronto seguiremos hablando de Clive Barker... esta vez de su primera novela, El juego de las maldiciones. Permanezcan atentos a sus pantallas...
"El Libro de Sangre (un post scríptum): En la calle Jerusalén", en Libros de Sangre (vol. 4)
Clive Barker
Madrid, La Factoría de Ideas, 2006, pp. 307-312.
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