miércoles, 18 de junio de 2008
El incidente: Cuestión de estilo
Al parecer, el fracaso (sobre todo en Estados Unidos, en el resto del mundo no les fue del todo mal) de El bosque y La joven del agua, sus dos películas anteriores, ha supuesto para M. Night Shyamalan una cierta (¿y lógica?) desconfianza por parte de las productoras, con la consiguiente reducción del presupuesto. Pero, como empezaría a murmurar el niño protagonista de su mayor éxito, El sexto sentido, en ocasiones... menos es más.
Porque, como suele decirse, la necesidad es la madre de la invención, y ante la reducción económica Shyamalan ha optado por depurar su historia y su estilo al máximo, y ha querido convertir El incidente en la mejor película de serie B de la historia. El resultado final no es exactamente tal, pero sí un film que recupera el espíritu de buena parte del terror y la ciencia ficción de los años 40 y 50, así como un trabajo plenamente coherente dentro de la filmografía del realizador indio.
El film, protagonizado por un Mark Wahlberg que -al igual que su compañero Matt Damon- está construyendo una de las filmografías más solventes de los últimos años (véanlo en Infiltrados, Shooter o La noche es nuestra; y el próximo año en los nuevos trabajos de Peter Jackson y Darren Aronofsky), puede incluirse dentro de la tendencia hollywoodiense que ha resucitado el cine catastrofista de tanto éxito en los años 70 para nuevas generaciones de espectadores post 11-S, y que nos ha dado filmes como El día de mañana o Monstruoso. Pero como no podía ser de otra forma tratándose de Shyamalan, es una película bien distinta del resto de sus compañeras.
En un primer momento, The Happening (esto es, El incidente) iba a llamarse The Green Effect ("El efecto verde"), un título mucho más revelador del que ha resultado ser su argumento: el planeta, amenazado por la presencia del ser humano sobre su superficie, se defiende a través de una sustancia que las plantas generan de forma natural, un elemento que se propaga por el aire y neutraliza el sistema de defensa intrínseco de toda persona que impide a esta hacerse daño a sí mismo. De esta forma, la población empieza a reducirse cuando los suicidios -que en un principio se achacan, por pura paranoia conspiratoria, a ataques terroristas del extranjero- se suceden sin freno...
No obstante, el film deja abierta la posibilidad a múltiples interpretaciones, y cabría pensar en la posibilidad, aunque sea remota, de que el origen del Mal sea otro totalmente distinto... desde el momento en que, hacia el principio de la cinta y durante una de sus clases en un instituto, el profesor que encarna Wahlberg afirma que en la naturaleza ocurren fenómenos para los que el ser humano no tiene una explicación lógica a ciencia cierta, y que cualquier teoría que hallen los científicos para explicar aquellos no dejará de ser una hipótesis impresa en los libros.
Por la información que ha trascendido de las primeras versiones del guión de The Green Effect, el apocalipsis mostrado por el film iba a ser mucho más global y espectacular, pero como señalábamos al principio la reducción del presupuesto inicial ha desembocado en que Shyamalan muestre solo una parte de este "Día del Juicio Final", como ya hiciera -aunque allí por propia voluntad- con la invasión extraterreste de Señales (la película de las anteriores suyas con la que El incidente presenta más similitudes).
De esta forma, Shyamalan ha construido una suerte de blockbuster antiespectacular, un relato catastrofista de corazón intimista en donde prima, por encima de todo, su (reconocible) estilo: el relato es narrado sin prisa pero sin pausa, arrancando -siguiendo la recomendación de Alfred Hitchcock, su gran maestro junto al cariño por los géneros y el concepto de cine como entretenimiento de su colega Steven Spielberg- con un momento álgido (los primeros suicidios en Central Park, New York), para luego centrarse en un pequeño grupo de personajes -el profesor junto con su esposa (Zoey Deschanel), un compañero docente (John Leguizamo) y la hija pequeña de este último- y su huída hacia ninguna parte, tratando de entender, de asimilar, lo qué está ocurriendo a su alrededor, y por qué el mundo parece venirse abajo.
Por ello, El incidente es su película de metraje más conciso: noventa ajustados minutos, al estilo del cine de serie B que Shyamalan parece tener en mente -con títulos como La invasión de los ladrones de cuerpos o La humanidad en peligro como principales referentes-, en los que el director de Los primeros amigos sigue narrando antes con imágenes que con palabras (uno de sus rasgos más definitorios y talentosos, y del que podrían aprender la mayoría de directores de cine contemporáneos), prescindiendo de un elemento tan característico de su obra como el final sorpresa (véanse El sexto sentido, El protegido y El bosque) pero recurriendo a sus características set-pieces (menos virtuosas pero tan efectivas o más que las de Brian de Palma): los obreros de la construcción que se lanzan al vacío, la pistola que pasa de un suicida a otro, los técnicos ahorcados en los árboles de la carretera, la cortadora de césped, o toda la parte que ocurre dentro de una casa apartada propiedad de una anciana ermitaña... Todo ello con la solvente ayuda de su fiel colaborador James Newton Howard en la partitura original, también de claras reminiscencias del cine fantástico y de terror de bajo presupuesto.
En cuanto al reparto, cabe destacar que en un principio Shyamalan optó por Donnie Wahlberg (con el que ya trabajó, aunque brevemente, en El sexto sentido: él era quien disparaba a Bruce Willis al comienzo del film) para protagonizar su nuevo trabajo, pero la productora le presionó para contratar a un actor más conocido y Shyamalan acabó por decidirse por Mark -el hermano de su primera opción-, que aquí ofrece un trabajo comedido y ajustado, pero que tampoco destaca en demasía al igual que el de sus compañeros de reparto. Porque en El incidente el verdadero protagonista es el director... y no por su habitual presencia física en sus trabajos, aquí reducida a modo de chiste a la de un personaje que permanece siempre fuera de campo, sino por su dominio del lenguaje cinematográfico, que consigue hacer de El incidente su película visualmente más depurada, más directa, pero como siempre susceptible de varias interpretaciones y múltiples reflexiones a posteriori. Aunque no tenga final sorpresa.
Me temo que una vez mas esta peli solo nos va a gustar a unos pocos,
ResponderEliminarprecisamente a aquellos que apreciamos las pelis de genero fantastico de los 50.
Por otro lado, a parte de sus propias caracteristicas yo creo que le va a perjudicar coincidir con "La Niebla" con la que va a ser comparada por proximidad temporal.
En cuanto a las apariciones del Shamalan esta vez no lo he visto
¿cuando salía?.
No lo has visto porque no sale... al menos, no exactamente: según los créditos finales, él es Joey, el que come tiramisú con la esposa del protagonista. :-)
ResponderEliminarImagino que es un chiste para aquellos que criticaron (con razón, me temo) su cada vez mayor presencia, dadas sus escasas aptitudes como actor vistas en LA JOVEN DEL AGUA.
Soy un fan de este director, me encanta su filmografía, pero en este caso ha pinchado, me parece su película más flojita. El comienzo es brillante, pero a la mitad de la película se desinfla la historia de tal manera que la resolución me parece un despropósito. Una decepción total ante una película muy tramposa y mal resuelta.
ResponderEliminarPues a mí la única que me ha decepcionado de verdad es LA JOVEN DEL AGUA. Del resto me gustan todas, esta incluida...
ResponderEliminarY para mí SEÑALES y sobre todo esas dos joyas que son EL PROTEGIDO y EL BOSQUE me parecen sus obras maestras incontestables.
A mí es que me da la sensación que gran parte de la gente va a criticar sin piedad a Shyamalan haga lo que haga. Ya podría descolgarse y rodar el CIUDADANO KANE del siglo XXI que le caería una de capones...
ResponderEliminarEL INCIDENTE me ha parecido una película estupenda dentro de la extraordinaria carrera que Shyamalan está costruyendo paso a paso.
Por cierto, aprovecho la oportunidad para declararme fan de LA JOVEN DEL AGUA, película que me dejó un mal sabor de boca la primera vez que la vi pero que tras un par de revisiones he acabado cogiéndole el punto.
A mi la Joven del Agua me gusto. Y mucho.
ResponderEliminarY tampoco tiene sorpresa final. A ver si le esta perdiendo el gusto al tema...
Por otro lado esta me parece la mas floja de las pelis de nuestro querido director. No digo que sea mala, ni mucho menos, de hecho la disfrute y mucho, pero si es verdad que tiene un punto como que parece que se desinfla.
Y considero innecesarias el 95% de las escenas gratuitas de sangre (amen de que lo de los leones no se lo cree nadie :D )
A mí también me encanta La joven del agua. Por otra parte Señales me parece estupenda como El bosque. es que me entusiasma este director,... por eso me ha decepcionado tanto esta última película que no está a la altura de su filmografía.
ResponderEliminarPues yo creo que esta peli es a la filmografía de Shyamalan lo que fue El planeta de los simios a la de Tim Burton. Y no lo digo porque compartan al mismo Mark, lo digo porque es un artefacto que deja al descubierto todos los puntos débiles de su autor y que esconde todas sus virtudes. Y mira que soy fan de este pollo... ¡y del otro!
ResponderEliminar¡Te espero en sitges con el puño americano puesto! ;)
Saludos :)
Señor Corominas: aunque estoy totalmente de acuerdo con Burton y EL PLANETA DE LOS MONETES, quiero mostrar mi desacuerdo respecto de el bueno de M. y esta gran película titulada EL INCIDENTE.
ResponderEliminarAh, y este año nos vemos en Gijón, pero no en Sitges. Ya le contaré por qué, pa'que se ría un poco. Y le adelanto que está relacionado con colegialas que harían las delicias de Suehiro Maruo.
(Por cierto, you have got an email).