miércoles, 11 de junio de 2008

Courtney Crumrin: Aquellos maravillosos años



Hace unas semanas Norma Editorial publicaba el tercer -y, por el momento, último- volumen de Courtney Crumrin, la creación más personal y aplaudida de Ted Naifeh, un autor que vive en San Francisco, según su ficha, porque "le gusta la niebla".

El gusto por lo atmosférico y lo macabro de Naifeh impregna cada página de las desventuras de la pequeña Courtney, aunque el autor consigue imprimir una considerable ternura en su retrato de la adolescencia, un elemento este que enriquece la obra y la coloca por encima de otras de temática semejante pero que solo se le parecen en el envoltorio.



Este volumen, como los dos anteriores, recopila cuatro comic books de la serie regular, y el primero de ellos presenta una historia independiente del arco argumental que protagoniza el tomo. En este relato, y ante los repetidos intentos de sus padres por vender la casa donde vivían antes de trasladarse a la mansión de Aloysius en Hillsborough, Courtney regresa al barrio donde creció y se reencuentra con viejos conocidos, entre ellos el mejor amigo de la infancia.

En esta historia, quizá la mejor del volumen por ser la más atípica, Naifeh muestra su sensibilidad al retratar el mundo infantil y adolescente, lleno de miedos e inseguridades, pero al mismo tiempo plagado de propósitos y decisiones que acaban por forjar el carácter. Asimismo reflexiona sobre temas de relevancia social como la delincuencia juvenil y, de pasada, la industria armamentística; y por si esto fuera poco incluye un vuelta de tuerca final, decididamente fantastique, que el lector no habrá adivinado pese a las pistas con las que el autor ha ido sembrando la historia desde el comienzo.



Los tres relatos restantes conforman la saga "Courtney Crumrin en el Reino del Crepúsculo" propiamente dicha, y devuelven a la pequeña hechicera al colegio de Hillsborough y a los bosques que rodean la villa. Allí, el mal uso de las artes arcanas por parte de unos compañeros de clase de Courtney llevará a estos a verse obligados a pedir auxilio a la pequeña, que encontrará en una misión aceptada con total desgana una oportunidad de integrarse y hacer nuevos amigos.

Es en este relato que el lector se reencontrará con viejos conocidos de la serie, como el imprescindible Aloysius, la señorita Crisp y el consejo de prohombres que dirigen la vida cotidiana del pueblo, sin olvidar al irreverente trasgo Butterworm. Y su historia -el viaje a Villa Trasgo para rescatar a un niño transformado por error en una criatura de la noche- recuerda a la ambigüedad, espacial y temática, de una película que a veces parece estar en el germen de esta serie: Dentro del laberinto, de Jim Henson.



De esta forma, la editorial barcelonesa concluye por el momento la edición autóctona de Courtney Crumrin, una obra que merece más atención de la que ha venido teniendo, quizá porque erróneamente se la ha considerado, dado el protagonismo de una niña preadolescente, la relación de esta con la magia (que, inevitable e injustamente, recuerda a los libros de Harry Potter) y, sobre todo, el arte ligeramente naif de su autor, una obra para un público únicamente juvenil. Y es mucho más que eso.


Título: Courtney Crumrin en el Reino del Crepúsculo (volumen 3)
Autor: Ted Naifeh (guión y dibujo)
Editorial: Norma Editorial
Fecha de edición: mayo de 2008
136 páginas (b/n) - 9,50 €




(+) Courtney Crumrin (vols. 1 y 2)

(++) Enlaces recomendados:
- Tednaifeh.com
- Courtney Crumrin en Onipress.com

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