El azar ha querido que coincidan en las librerías dos cómics magníficos, ambos de autores norteamericanos, que vienen construyendo desde hace años una obra-río de carácter autobiográfico donde ambos se retratan a sí mismos desnudándose sin reparos frente al lector.
Por un lado Ponent Mon, editorial especializada en cómic asiático y francés, se descuelga con la encomiable edición de Ejemplo perfecto, de John Porcellino, un autor que ha recibido encendidos elogios de autores consagrados como Chris Ware (Jimmy Corrigan) o Chester Brown (Nunca me has gustado). Y casi al mismo tiempo, La Cúpula lanza la segunda edición de Pobre cabrón, una obra imprescindible para conocer al estupendo e incansable Joe Matt.
Por su parte, John Porcellino ha hecho de King-Cat una obra en la que relatar su vida al completo, con particular hincapié en sus años de adolescencia: el autor dibuja esta época de formación y autoconocimiento marcada por la depresión que asolaba por aquel entonces su devenir cotidiano y que, pasado el tiempo e incluso en sus mejores épocas, ha permanecido como una presencia siempre amenazante en las sombras.
Parte de la monumental King-Cat, una obra en principio autoeditada a modo de fanzine, que ya cuenta con innumerables entregas, puede leerse en este Ejemplo perfecto, un volumen que relata la relación de un adolescente John P. con sus padres y sus amistades del momento, sus primeros escarceos amorosos, los viajes en coche para intentar acceder a un bar que funciona también como sala de conciertos, y demás acontecimientos en los que el lector podrá reconocerse sin esfuerzo.
El estilo gráfico de Porcellino es minimalista a más no poder, un dibujo aparentemente al alcance de cualquiera pero que en lugar de ir en detrimento de la obra acaba por potenciar su cercanía, la inmediatez que experimenta el lector al enfrentarse a la obra... Tanto es así, que aunque haya concebida años después desde el recuerdo, sus viñetas podrían pasar por dibujos hechos a mano en el momento mismo en que acontecían los hechos.
De esta forma, Porcellino concibe los relatos de Ejemplo perfecto -uno de gran extensión, acompañado de algunos que funcionan como apuntes o matices del anterior- como una suerte de sesión de psicoanálisis autoinducida, reflejando con una sencillez pasmosa las obsesiones y temores de sí mismo como protagonista, dando lugar a un memorable retrato del artista adolescente.
Por su parte, el nacido en California Joe Matt cuenta con Peepshow como manera de exorcizar sus propios demonios, retratándose a sí mismo como un individuo repleto de miserias cotidianas con las que resulta fácil identificarse en algún momento (que no en todos, a Dios gracias).
La Cúpula, después de editar Buen tiempo -que como la obra de Porcellino relata vivencias de su temprana adolescencia-, acaba de volver a poner en circulación Pobre cabrón. Es esta una obra en la que el lector conocerá a un Joe Matt pusilánime, al que le cuesta mantener una relación sentimental estable dados su egoísmo, su misoginia... y la atracción que ejerce en él toda mujer medianamente atractiva que se cruza en su camino (sobre todo las bellezas exóticas), aunque acabe por encontrarles defectos a todas ellas.
Así, en el arranque de Pobre cabrón descubrimos que Joe es un autor de cómics que trabaja a ritmo lento, el justo para seguir publicando y poder pagar las facturas, y que convive con su novia Trish... a la que menosprecia a las primeras de cambio, obsesionándose con Frankie, una mulata compañera de trabajo de su pareja. Cuando una y otra le fallan, a Joe siempre le queda el último recurso, el onanismo y su colección de vídeos porno, a la espera de que llegue esa chica asiática con la que sueña cada noche.
Precisamente, el título de Peepshow es también una mención al interés de Matt por el cine pornográfico y el negocio donde compra o alquila cintas de vídeo para sus momentos más íntimos, pero igualmente y sobre todo hace referencia al carácter confesional de la obra, así como al papel de voyeur autorizado que concede al lector que se sumerge en sus páginas.
Así, este último es testigo de los encuentros ocasionales de Joe con algunos de sus amigos y colegas, como el citado Chester Brown o Seth, autor de La vida es buena si no te rindes y al parecer mejor amigo y confidente del protagonista, al que aconseja continuamente que rebaje un poco el listón de sus preferencias y los prerrequisitos que les pide a las candidatas a ser su pareja estable.
"Evidentemente, el protagonista del cómic no es su autor. Nadie puede ser así y luego tener la lucidez suficiente para retratarse de tal forma en su cómic". Aunque esta aseveración pueda ponerse en duda o al menos matizarse, el juicio de Pedro Jorge Romero al hablar de esta obra cuando este material fue publicado en 2000 por La Factoría de Ideas, es ilustrativo de la riqueza de esta obra, y hace pensar que las cosas no son siempre como nos las cuentan, aunque (o precisamente sobre todo si) el que las cuenta habla de sí mismo.
Ahora solo queda esperar ver más material (autobiográfico o no) de John Porcellino y Joe Matt. Del primero estaría bien que se acabe por publicar aquí la biografía que prepara del filósofo francés Henry David Thoreau; y del segundo, mientras esperamos Spent, sería conveniente una oportuna reedición de Buen tiempo a poco que este Pobre cabrón vuelva a conquistar el corazón de una legión de merecidos fans. Pero les aconsejo tengan cuidado con sus novias si se cruzan con el bueno de Matt...
Título: Ejemplo perfecto
Autor: John Porcellino (guión y dibujo)
Editorial: Ponent Mon
Fecha de edición: marzo de 2008
144 páginas (bitono) - 14 €
Título: Pobre cabrón
Autor: Joe Matt (guión y dibujo)
Editorial: La Cúpula
Fecha de edición: febrero de 2008 [2.ª edición]
180 páginas (b/n) - 12 €
(+) Los autores:
- Joe Matt en MySpace
- King-Cat Comics, by John Porcellino
(++) Otros cómics autobiográficos:
- Bordados
- Fresa y chocolate
- Fun Home
- Mi madre era una mujer hermosa
- Nacida en cualquier parte
- Persépolis
- Piero
- Por nuestra cuenta
- Por qué he matado a Pierre
- Quiéreme bien
- Todo Paracuellos
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