martes, 25 de marzo de 2008

The American Way: El espectáculo debe continuar



La primera cuestión que cabe plantearse a la hora de hablar de The American Way es si se trata de material adecuado para la colección El Día Después de Norma Editorial, dado que esta miniserie del sello Wildstorm de DC Comics, aunque transcurra temporalmente en una ucronía en toda regla, no es propiamente un tebeo de ciencia ficción, sino que pertenece por derecho propio al género de los superhéroes. Pero bienvenida sea su edición, sea en la colección que sea, dado el interés del material escrito por John Ridley y dibujado por Georges Janty.



La segunda cuestión que podemos formular es que, todavía a día de hoy, resulta indudable que la sombra de Watchmen es alargada. A todas luces, la incuestionable obra de Alan Moore y Dave Gibbons es la influencia más obvia de The American Way, y sin aquella esta no existiría o sería bien distinta. También puede apreciarse ciertos matices provenientes de The Authority de Warren Ellis y Bryan Hitch, o de Supreme Power, la revisitación del Escuadrón Supremo a cargo de J. M. Straczynski y Gary Frank, si bien esta última pasa también por la marcada impronta del citado Watchmen.

Como en la historia protagonizada por Rorschach, Ozymandias, Búho Nocturno y compañía, The American Way se desarrolla a partir de una década de los 60 donde los superhéroes coexisten con las personas normales. Pero si en Watchmen Richard Nixon seguía siendo presidente, la creación de Ridley y Janty se ambienta en unos Estados Unidos que cuentan con John Fitzgerald Kennedy como el más alto mandatario y con el comunismo ruso y la figura de Fidel Castro como elementos a demonizar. Es precisamente el hermano de JFK, Bobby Kennedy, quien contrata al encargado de marketing de una empresa de automóviles, que acaba de perder su empleo, como uno de los máximos responsables del CDC, el Cuerpo de Defensa Civil, un supergrupo de héroes al servicio del bienestar de la ciudadanía norteamericana.



Lo que este personaje, que funciona a modo de narrador, descubrirá muy pronto es la falsedad que se esconde detrás de este grupo de superhéroes en mallas, formado por miembros tan variopintos como Pharos (un trasunto de Superman, que como este incluso mantiene un romance con una periodista), Freya (una semidiosa, al estilo de Wonder Woman, pero cercana a la mitología celta del Thor de la Marvel), Vieja Gloria (representación del espíritu norteamericano), el Agente Secreto (materialización de las agencias de inteligencia del país)... y hasta el Intelectual de la Costa Oeste (sic), vestido con su camisa y su chaleco y con su sempiterna pipa colgando de su boca.



Y es que el gobierno sabe muy bien que la única manera de mantener su hegemonía es definir sus características intrínsecas proyectándolas en las diferencias de un enemigo exterior, en definitiva, del Otro. Y al igual que Superman no sería lo mismo sin Lex Luthor, Spiderman sin el Duende Verde o el Doctor Octopus, o Batman sin el Joker, Dos Caras y el resto de villanos encerrados en el manicomio de Arkham, el grupo de enmascarados que protagonizan The American Way no serían nada sin una amenaza exterior a la que combatir, ya sea una invasión alienígena o la siempre temida ideología del comunismo.

Junto a esta trama gubernamental, que revela la manipulación con la que el Estado maneja la opinión pública de sus ciudadanos, se narra el enfrentamiento entre el Norte y el Sur, que se prolonga en el tiempo en relación a la aceptación o no de la población negra como ciudadanos estadounidenses de pleno derecho. De ahí la integración en las filas del CDC de un miembro de color, con el fin de que el público lo acepte como tal.



Aunque esta miniserie de ocho números, publicados por Norma en dos volúmenes de cuatro cada uno, no aporte nada nuevo que no hayamos leído en las obras citadas, es de un interés indudable, pues está escrita no solo con oficio, sino con talento: el escritor y guionista cinematográfico John Ridley demuestra conocer el género de los superhéroes, y su trabajo está más cerca del nihilismo de Tres reyes de David O. Russell que del trazo grueso de Giro al infierno de Oliver Stone, la primera cinta adaptación de su novela Stray Dogs, y la segunda creada a partir de un argumento suyo.

Por su parte, Georges Janty (Majestic), con un ajustado Karl Story al entintado, ofrecen un trabajo gráfico atractivo, muy en la línea del cómic de género de nuestros días, impersonal pero efectivo y que se ajusta con precisión al guión de Ridley, apoyando la narración. El resultado es una muy grata lectura que no deberían perderse los amantes del género.


Título: The American Way (n.ºs 1 y 2)
Autores: John Ridley (guión) / Georges Janty (dibujo)
Editorial: Norma Editorial
Fecha de edición: octubre - diciembre de 2007
96 páginas (color) c/u. - 10 € c/u.

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