jueves, 20 de diciembre de 2007
Odio: Un retrato generacional
Algunos tebeos son verdaderos hijos de su tiempo. En realidad, todo producto cultural lo es en una u otra medida, pero el contenido de algunos lo manifiesta de forma más patente que otros. Odio, la popular colección de comic indie de Peter Bagge, es uno de estos casos.
Los treinta números de los que consta la colección original, publicados en Estados Unidos a lo largo de la década de los 90, representaban con ironía, mala uva y un alto grado de verosimilitud un retrato bastante fidedigno de lo que fue la tan cacareada "Generación X", bautizada con la etiqueta extraída de la novela fundacional de Douglas Coupland, y que tuvo en Seattle su principal base de operaciones. Y si en la música fue el grunge de Nirvana, Pearl Jam o Soundgarden lo que la colocó en las páginas de los media, y en el cine tuvo su principal representante a Reality Bites (Bocados de realidad) de Ben Stiller y al llamado "Brat Pack" de jóvenes estrellas (Winona Ryder, Ethan Hawke, Christian Slater, etc.), fue el tebeo de Bagge quien hizo lo propio por esta generación de jóvenes desencantados en el mundo de las viñetas.
El principal protagonista de Odio es Buddy Bradley (nombre aliterativo, en la mejor tradición del comic de superhéroes norteamericano), un veinteañero natural de New Jersey que vive en Seattle y trabaja en los almacenes de una librería. Comparte piso con dos amigos, el crápula de Leonard (al que todos llaman 'Apestoso') y el paranoico George Hamilton III, ambos de personalidades totalmente contrapuestas: el primero es un individuo extrovertido, aficionado al alcohol y las drogas, y que solo piensa en el sexo y en pasarlo bien; el segundo es un nerd amargado y solitario, aficionado a la contracultura y partícipe de las teorías de la Gran Conspiración que autoedita un fanzine. Su tiempo libre lo dedica a sus novias (sí, en plural, una detrás de otra y a veces ambas a un tiempo), la pija Valerie y la excéntrica Lisa, a escuchar su colección de discos y a beber cerveza apoltronado en el sofá, sin mayores aspiraciones ni deseos de cara a un futuro, inmediato o no.
En muy pocas ocasiones, Buddy intentará hacer algo por salir de su situación, y cuando lo intenta es siempre movido por los consejos de su novia (la que toque en el momento) o para hacer un favor a un amigo (véase su desempeño como manager del grupo punk de Apestoso, llamado Leonard y los Dioses del Amor); además, el resultado final siempre es bastante lamentable, lo que lleva a nuestro antihéroe a volver a sentarse en el sofá delante de un televisor que emite imágenes a las que nadie parece verdaderamente hacer caso.
A nadie se le escapará que Odio es un cómic de marcado carácter autobiográfico, inspirado en vivencias personales del propio Peter Bagge. El autor parece estar de acuerdo con la máxima de Woody Allen de que "comedia es igual a tragedia más paso del tiempo", y lo justifica con las siguientes palabras: "Buddy Bradley siempre ha sido diez años menor que yo. Cuando yo tenía 27 años, Buddy tenía 17. Cuando yo tenía 37, Buddy tenía 27. Eso es así porque me permite ser más objetivo. Puedo tener una distancia con los hechos y aprehenderlos. Haciendolo así puedo reírme de las cosas del pasado, mientras que si lo hiciera mientras me pasan las cosas, no sería divertido".
Y es que, efectivamente, Odio es un cómic divertidísimo, aunque detrás de ese divertimento se aprecie una considerable cantidad de vitriolo, vertido sobre toda una generación de individuos que ya no creían en nada más que en tener el dinero suficiente para vivir sin demasiados problemas ("Hecho irrebatible n.º 1: Dinero = Alegría", nos enseña un Bagge cargado de autocrítica en la breve historia ¡Regreso a la Isla Odio! con la que se cierra el segundo tomo que aquí comentamos). Un retrato generacional, pues, de alcance universal, algo que demuestra el hecho de que, comparativamente, España sea el país donde más copias de Odio se han vendido, algo que al autor de Sudando tinta todavía le sorprende.
Por ello, la editorial La Cúpula, después de tener agotado durante tiempo el material de la serie, acaba de iniciar este año la publicación de Odio en formato Integral, una serie de volúmenes de los que los dos primeros ya están a la venta. Un cómic indispensable, y no solo por ser el mayor best seller que ha tenido el cómic independiente norteamericano en las dos últimas décadas, por encima de autores tan reconocidos y exitosos como Daniel Clowes o Terry Moore, y porque ha generado un merchandising sorprendente para un producto de un alcance a priori limitado (camisetas, muñecos, ¡y hasta condones!, con la efigie de Buddy)... sino porque, sencillamente, es una gran historieta. Como decían en los checklists de los tebeos de DC publicados por la extinta Ediciones Zinco: Si solo puedes leer un cómic [indie] este mes... ¡que sea este!
Título: Odio (Integral, vol. 1)
Autor: Peter Bagge (guión y dibujo)
Editorial: La Cúpula
Fecha de edición: agosto de 2007
162 páginas (b/n) - 14 €
Título: Odio (Integral, vol. 2)
Autor: Peter Bagge (guión y dibujo)
Editorial: La Cúpula
Fecha de edición: noviembre de 2007
186 páginas (b/n) - 15 €
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