Hubo un tiempo en el que la ficción era una vía de escape, y casi todas las historias que se nos contaban venían a ser narraciones almibaradas que trataban de hacernos olvidar la crueldad y la miseria que caracterizan el mundo que nos rodea. Como respuesta ante esta impostura generalizada, algunos creadores optaron por tratar de revelar a todo aquel que quisiera escucharles el lado más oscuro de nuestra existencia... y consiguieron darle la vuelta a la tortilla.
Por eso, y aunque de ninguna manera abogamos por volver a ese estado de inane felicidad basada en la más peligrosa de las ignorancias, es de agradecer que en los (nihilistas) tiempos que corren algunos crean todavía en el género humano... aunque solo sea, como le ocurre a Nanni Moretti, en una minoría de las personas.
Este es el caso de Feliciano García Zecchin, un autor que con su nueva obra, Rail King, y que editó hace unas semanas Edicions de Ponent, parece trasladar al mundo del cómic la mirada optimista y vital de cineastas como Frank Capra (¡Qué bello es vivir!, Juan Nadie) o Preston Sturges (Los viajes de Sullivan).
El protagonista de la obra, Christopher Duncan, es un hombre rico que viene de una familia adinerada; por si esto fuera poco, de la noche a la mañana, la muerte de su padre lo convierte en heredero de una emblemática compañía de ferrocariles, Rail King, la cual se verá en la obligación de dirigir con la ayuda de la fiel secretaria de su difunto progenitor.
Pero Christopher vive con un permanente conflicto interior: su vocación natural, desde que era muy pequeño y jugaba al fútbol con los hijos de los empleados de su padre, es la de ser artista, no empresario; por ello siempre va acompañado de un lápiz con el que siendo niño dibujaba aquello que le rodeaba...
A partir de la figura de Duncan, Zecchin reflexiona sobre el concepto de la herencia, aceptado comúnmente hoy en día por la sociedad occidental pero que aquí es puesto en tela de juicio por el autor argentino al considerarlo un método injusto de prolongar las desigualdades sociales a lo largo del tiempo.
En cuanto a la parte gráfica, el empleo de los lápices y las acuarelas por parte del autor da como resultado una obra de gran calidez, que distingue con claridad y sin excesivos alardes los hechos presentes de los flashbacks ambientados en la infancia del protagonista.
De esta forma, Rail King acaba dejando un muy buen sabor de boca, y pese a su escasa novedad se trata de una obra protagonizada por un invididuo que solo quiere haber bien las cosas; algo que nos reconforta y nos hace creer, al menos durante su lectura y poniendo en entredicho el lema de este vuestro blog, que todavía queda esperanza.
Título: Rail King
Autor: Feliciano G. Zecchin (guión y dibujo)
Editorial: Edicions de Ponent
Fecha de edición: septiembre de 2007
60 páginas (color) - 16 €
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