sábado, 29 de septiembre de 2007
Midnight Nation: El gran sacrificio
El caso de J. Michael Straczynski es harto curioso: si la evolución habitual es aquella que lleva a guionistas de cómics a buscar la gloria artística (en el mercado de la narrativa) o ansiar la lujuria del éxito y el dinero (en el ámbito del cine y la televisión), este escritor nacido en New Jersey ha llevado a cabo el camino contrario: ha pasado de ser un novelista y un guionista de televisión de rotundo éxito (creación suya es Babylon 5, una de las series televisivas de ciencia ficción más queridas por el fandom en todo el mundo) a convertirse en uno de los guionistas indudablemente hot del mercado del cómic norteamericano.
Antes de finalizar Rising Stars y mucho antes de encargarse de la resurrección del Escuadrón Supremo (en Supreme Power) y de la nueva y redefinitoria etapa de The Amazing Spider-Man, Straczynski publicó en Top Cow (Image) Midnight Nation, maxiserie de doce números que en su día publicó Planeta de Agostini y que ahora recoge Norma Editorial en un lujoso volumen único.
La historia de Midnight Nation arranca como lo haría un genuino thriller policiaco: con un cadáver anónimo en un callejón en mitad de la noche. Straczynski, perfecto conocedor de su oficio, pone en funcionamiento la trama mediante el recurso del monólogo interior, tan propio del género negro, en voz del protagonista: David Grey, un detective de la Policía de Los Ángeles obsesionado con su trabajo y por ello recientemente abandonado por su esposa.
Pero una vez Grey comienza a investigar la muerte del joven traficante de droga, la obra enseguida vira a otro género: el terror. Dicha evolución se ve subrayada por la repentina aparición de "los Hombres", misteriosos individuos de piel verde y cuerpos tatuados que atacan al protagonista y le roban su alma, dejándolo "entre mundos", ni vivo ni muerto, y con un plazo de menos de un año para recuperar lo que le han arrebatado.
El periplo de Grey en busca de su alma, acompañado por la misteriosa Laurel, en un largo caminar de Los Ángeles a New York, conforma el grueso de la historia, dando forma a un road comic donde lo más importante es el camino y lo que en él se aprende, y no la meta que al final que se alcanza.
Y es que Midnight Nation es una obra de gran calado metafísico que habla de las decisiones que tenemos que tomar, como aquellas que toma el protagonista (no por ser policía, sino por ser humano, como él mismo señala), y de los sacrificios que estamos dispuestos a hacer. Todo ello en el marco de un mundo fantástico pero terroríficamente parecido al nuestro, donde la individualidad ha llevado a que muchas personas se conviertan, literalmente, en invisibles para sus semejantes, perdiendo su alma y convirtiéndose en abominaciones que carecen de vestigio alguno de su perdida humanidad.
En cuanto al trabajo de Gary Frank, aquí espléndidamente apoyado por Jason Gorder y Jonathan Sibal al entintado y Matt Milla al color, señalar que es uno de los escasos autores que hoy en día se mantienen en un magnífico equilibrio entre la espectacularidad y la funcionalidad narrativa. Respecto de lo primero, alguien dijo frívola pero certeramente que los hombres que dibuja Frank están todos buenísimos, y no digamos ya sus mujeres, todas ellas entre sugerentes y explosivas. Pero Frank, sin renunciar a la belleza del resultado final, mantiene un cierto grado de verosimilitud, sin tender a las exageraciones de un Todd McFarlane o un Jim Lee (de Rob Liefeld mejor no hablar). Y en cuanto a su oficio como narrador, deudor claro está del guión de Straczynski, baste con fijarse en cómo juega con el tamaño de las viñetas y cómo dosifica las grandes panorámicas o los primeros planos.
Finalmente, señalar las excelencias de la nueva edición española de Norma: el volumen, además de los doce comic books, incluye una historia inédita aquí, "Objetos preciados", escrita por el propio Straczynski y dibujada por un como siempre sugerente Michael Zulli: en ella reaparece la idea de la existencia material de las obras artísticas jamás creadas, como en The Sandman de Neil Gaiman o Tom Strong de Alan moore. Pero a Straczynski se le perdona por el magnífico guión, donde remeda de paso y con tino la viperina lengua de Dorothy Parker.
Además, el volumen incluye un texto del guionista a modo de epílogo (donde explica los hechos vitales que supusieron el germen de la obra) y una galería con las ilustraciones de todas las portadas. Por si esto fuera poco, la maquetación y el diseño de la cubierta son de lo más atractivo que pueda encontrarse ahora mismo en el mercado, dando el toque final a un regalo de lujo... y de probada calidad.
Título: Midnight Nation
Autores: J. Michael Straczynski (guión) / Gary Frank (dibujo)
Editorial: Norma Editorial
Fecha de edición: agosto de 2007
304 páginas (color) - 25 €
Una serie muy chula, pero no podia opinar de otro modo siendo de JMS (aquellos madrugones para ver Babylon-5 me dejaron condicionado) y encima con Gary Frank que a parte que comentas de su dibujo considero que es uno de los mejores dibujando expresiones faciales a este lado de Kevin Maguire.
ResponderEliminarY encima el tomo es tan bonito que me la voy a tener que comprar otra vez.
ME EH TROPEZADO CON TU BLOG Y ME HA GUSTADO TE ENLAZADO EN EL MIO Y CREO QUE ESTE COMIC ES DE LOS MAS PERSONALES DE STRAWINZKI UN COMIC DE NUEVE
ResponderEliminar