sábado, 2 de junio de 2007

Demeter: El viaje a ninguna parte

Con Demeter, de Ana Juan, Edicions de Ponent da inicio a su colección El Cuarto Oscuro, donde destacados autores -pronto vendrán Keko, Sanyú y Ombú- revisitarán a su manera clásicos de la literatura fantástica y de terror. Y visto el debut, este no podía ser mejor.



Porque, digámoslo ya, Demeter es una maravilla. No espere el lector un cómic convencional, pues este no lo es de ninguna de las maneras: es más, estamos ante un libro de ilustraciones propiamente dicho, con textos que las acompañan, pero no con un cómic en sentido estricto.

En sus páginas, la aplaudida ilustradora da su visión particular de Drácula, la inmortal novela de Bram Stoker. Para ello se centra en uno de los episodios más inquietantes del libro: aquel fragmento extraído del cuaderno de bitácora del capitán del barco Demeter (recordemos que el libro es una novela epistolar que se construye a modo de puzzle alrededor de la figura del conde transilvano, visto por aquellos que se cruzan en su camino), un navío que lleva a bordo, sin saberlo, a Drácula y su cargamento de ataúdes con tierra transilvana a la localidad inglesa de Whitby.



No es de extrañar que muchos lectores de la novela (entre otros la propia Ana Juan, el director de la colección Felipe Hernández Cava... y un servidor) nos hayamos sentido fascinados y conmovidos por este pasaje, dado que se trata de una parte del libro protagonizada por personajes que no aparecen en el resto de la novela... y que, cuando sabemos de su desgracia, ya están muertos. El capitán del Demeter representa una figura trágica, que relata sus desventuras al lector mientras este imagina que tiene sus horas contadas, y que no sabe ni mucho menos las razones de por qué le aguarda tan infausto destino.

La acción de la obra, que abarca del 6 de julio al 10 de agosto de 1879, engloba, a través de las páginas del citado cuaderno de bitácora, desde el embarque de la tripulación hasta el naufragio de la nave en las costas inglesas y el entierro del capitán. Para ello, Ana Juan hace uso de diversos recursos, incluyendo la reproducción de primeras páginas de periódicos de la época; pero es innecesario señalar que el grueso de la obra son las impactantes imágenes que la autora ha extraído de su lectura del clásico de Stoker: unas ilustraciones a doble página espectaculares, surgidas de los temores más ocultos de la psique, y que conforman una obra que no responde a coordenadas espacio-temporales claras (por más que la acción se desarrolle en un barco), y que convierten cada elemento (no solo al vampiro oculto, sino también a las criaturas marinas más insignificantes o las inclemencias del tiempo) en una terrorífica amenaza.



Finalmente, debemos señalar que la obra cuenta con un interesante prólogo de Hernández Cava, y que la edición, siempre competente cuando hablamos de De Ponent, es en este caso exquisita: como si de una obra numerada se tratase (que no lo es), se ha cuidado hasta el último detalle: tres tipos distintos de papel (uno de ellos vegetal), páginas en blanco (para acercarse más al concepto de cuaderno de bitácora que subyace en toda la obra) y un cuidadísimo trabajo de encuadernación dan forma a esta filigrana que no debería faltar en cualquier colección que se precie de serlo.



Porque, como decían Sergio Pradera o Miguel Saavedra en los checklists de la extinguida Ediciones Zinco... Si sólo puedes comprar un cómic este mes... ¡que sea éste!. Pues eso.


Título: Demeter (Cuaderno de bitácora)
Autor: Ana Juan (guión y dibujo)
Editorial: Edicions de Ponent
Fecha de edición: mayo de 2007
96 páginas (b/n) - 21 €

4 comentarios:

  1. Desde luego, Ana Juan es una ilustradora exquisita... tengo su libro Amantes, que me parece una auténtica joya. Lástima que el volumen que comentas resulte algo caro -por mucho que la edición lo merezca, eso no lo dudo-, pero trataré al menos de echarle un buen vistazo en la librería...

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  2. Bien; por fín podré dejar de toquetear a Snowhite para conocer las hamacas de aguerridos marineros. Ya era hora.

    "...estamos ante un libro de ilustraciones propiamente dicho, con textos que las acompañan, pero no con un cómic en sentido estricto."

    A ver, a ver... sigue adentrándote en ese jardín... X-D

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  3. Cómo le gusta liarme, Sr. Corominas:

    Efectivamente, es un jardín de senderos que se bifurcan, y mucho; y por ello intenté salirme por la tangente, pero con un público tan exigente... Pues eso, que así no se puede. :-)

    Obviamente, me refería a que en DEMETER no hay una narración que haga uso de los códigos y recursos que definen al cómic como tal: no hay una sucesión de viñetas entendidas como tales, con bocadillos para señalar los parlamentos y pensamientos de los personajes. En sus páginas nos encontramos con ilustraciones a doble página, a las que acompañan textos que se supone proceden del cuaderno de bitácora del navío. Por ello hablé de "libro de ilustraciones", y porque... A todo esto: ¿y por qué le cuento esto si usted ya lo sabe? ¡No me líe más, Sr. Corominas!

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  4. X-D! Le honra responder de forma tan profesional a mi torpe provocación, Sr. J. Ortiz ;-P

    Es que en esta época tan bastarda, llena de novelas gráficas, cómics transversales, libros ilustrados, relatos audiovisuales, tebeos filmados, y otras lindezas, hubiera sido desconcertante encontrar a alguien que aún tuviera claro qué es un cómic y qué no. Y ya veo que usted anda tan perdido como yo ;-D

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