Hemos revisitado dos títulos representativos de sendas etapas bien distintas de la filmografía de Chuck Norris, estrella en los años 80 y de capa caída en las últimas décadas, por más que su lamentable serie Walker Texas Ranger todavía colee en distintas cadenas televisivas...
Fuerza 7 (1979) es uno de los títulos tempranos en la producción de Norris, cuando sus trabajos no estaban por entero al servicio de su lucimiento, y donde su intervención residía en hacer gala de sus habilidades en el campo de las artes marciales, y no en mostrarlo como un vengador justiciero armado hasta los dientes.
De ahí que Norris comparta protagonismo con una bellísima Jennifer O'Neill, ocho años después de disfrutar del éxito de la mítica Verano del 42 de Robert Mulligan, así como con otros actores que encarnan a un grupo de policías que investigan el tráfico de drogas en la ciudad, y que poco a poco van sucumbiendo ante un misterioso asesino karateka, en esta película dirigida por Paul Aaron y escrita por Ernest Tidyman, nada más y nada menos que el novelista creador de Shaft.
Más arquetípica de la idea que tenemos hoy de Chuck Norris es Invasión U.S.A. (1985), una de sus películas más célebres, producida por los inefables Menahem Golan y Yoram Globus y dirigida por Joseph Zito, el firmante de una cult movie del terror ochentero: The prowler, aquí titulada El asesino de Rosemary.
Invasión U.S.A. demuestra el escaso talento como escritores de diálogos de Chuck Norris y su hermano Aaron, fiel colaborador de la estrella desde su comienzo. Pero no hay que negarle que su punto de partida no es, por increíble y marciano a la par que fascista, menos atractivo: un grupo de rusos que planean invadir los Estados Unidos y desatar el terror atentando contra la existencia adocenada de la clase media y sus zonas residenciales (!).
Este argumento, junto con un espectacular arranque (¡los rusos eliminando a emigrantes ilegales cubanos que se dirigen en barco a Florida!) y un áspero final tras la muerte del villano de la función, el inolvidable Richard Lynch, justifican el visionado de un film por lo demás olvidable, protagonizado por este actor que empezó su carrera como villano enfrentado al mítico Bruce Lee.
Me da la sensación de que tienes demasiado tiempo libre....
ResponderEliminarDe todos modos Invasión U.S.A. es graciosa, aunque palidece ante Amanecer rojo, la obra maestra de la paranoia anti comunista 80s.
Tiene ud toda la razón. En lo de AMANECER ROJO, no en lo del tiempo libre...
ResponderEliminarINVASION USA ¿por lo demas olvidable?...¡si es un clasico!.
ResponderEliminarGracias a ella Jack Bauer aprendio a detener a los enemigos del mundo libre. Lo que me pude divertir viendo esta joyita.
Y por citar otra paranoia la serie "Amerika" con el Kriss Kristoferson resistiendo ante las ordas del mal.
Ahora los rusos son aliados, los indios son nobles ecologistas...cualquier dia de estos nos quedamos sin malos.
Distingamos un poco, que pese a las formas similares y un discurso aparentemente parecido, Amanecer Rojo es otra cosa.
ResponderEliminarPor lo demás, somos todos acreedores de una doble patada voladora mortal de Chuck por criticar sus obras maestras.
Cierto, una es simplemente el vehículo de lucimiento de una estrella.
ResponderEliminarLa otra es el Centauros del desierto de los 80s.