Hasta el momento, Blutch era prácticamente inédito en nuestro país como autor completo; este hecho confiere un carácter excepcional a la publicación que de La voluptuosidad ha puesto en la calle, en una edición espléndida, Ponent Mon.
Pero es que, además, la obra merece por sí misma toda la atención que se le pueda dar. Y vaya por delante que no estamos ante un cómic para todos los paladares, pues aquellos que busquen una obra de consumo fácil saldrán escaldados de la experiencia.
Y es que Blutch ha construido con La voluptuosidad una obra cargada de metáforas y señales, de profunda carga freudiana, a medio camino entre la materia y el sueño, y que demuestra las posibilidades del arte secuencial, tan propicio como la literatura o el cine, para esta suerte de narrativa experimental: ¿Han leído El almuerzo desnudo de William Burroughs? ¿Han visto la reciente Inland Empire de David Lynch? Ya se hacen cargo, supongo...
La voluptuosidad, que arranca con la búsqueda de un animal fugado por parte de varios personajes, es una obra coral, protagonizada por el secretario del Presidente, al que le gastan una broma y lo dejan en mitad de ninguna parte sin cobertura en el móvil; dos cazadores, más preocupados por la infidelidad de uno de ellos que por la bestia a la que están buscando; la amante de este último, estudiante de Bellas Artes que trabaja de niñera; la madre que contrata a dicha estudiante, a su vez amante del secretario; una pareja en crisis y los padres de la chica; otra joven, que cuida a las dos hijas de un hombre adinerado; y el propio animal, una especie de mono al que todos persiguen. Y aunque son todos los que están aquí, no están todos los que son...
Blutch construye con este bestiario humano (nunca mejor dicho) una compleja a la par que divertidísima historia, a medio camino entre el humor surrealista y el drama más cruel, donde parece establecer un paralelismo entre la bestialidad del mono y los instintos más primarios de los humanos: el sexo es un elemento primordial en La voluptuosidad (como ya se subraya desde el mismo título de la obra), y conduce a los personajes hacia su destrucción: desde la muerte del obsceno a la obsesión sin salida del infiel, son estos los destinos fatales de unos personajes a través de los que Blutch muestra los deseos más ocultos (e incomprensibles para aquellos que no los comparten) de cualquier persona.
En cuanto al apartado gráfico, el artista hace gala de un estilo sucio, basado en bocetos (aparentemente) descuidados, que a poco que nos fijemos revelan el cuidado con el que han sido elaborados, sobre todo en lo referente al color, y que consigue diferenciar a los múltiples personajes y conferirles personalidad propia a todos ellos a pesar de lo primitivo del trazo.
Así pues, La voluptuosidad es una obra que pide más de una lectura, dadas las posibilidades que su historia y su ejecución sugieren, y que nos lleva a esperar con ansias la edición de otras obras de su autor.
Título: La voluptuosidad
Autor: Blutch (guión y dibujo)
Editorial: Ponent Mon
Fecha de edición: febrero de 2007
112 páginas (color) - 20 €
A mí también me ha gustado... un caramelito, una gozada visual y una historia muy sugerente, en mi opinión.
ResponderEliminartanto como divertidísima, no sé. a mí me pareció de lo más desesperanzada, pero bueno, será que soy así de retorcido..
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