El protagonista de La sangre de los asesinos es Lois, un asesino a sueldo que vive los que parecen van a ser los últimos días de su existencia. Después de ajusticiar a una de sus víctimas, la sangre brota de su boca: una tuberculosis en estado terminal o un cáncer despiadado están acabando con su vida.
Esto lo lleva a ser hospitalizado, pero consciente de que tiene asuntos pendientes que resolver antes de morir, abandona la residencia, y decide ir en busca de las mujeres de su vida: su antigua amante, que lo introdujo en el crimen, así como su mujer y su hija, a las que hace años que no ve...
No desvelaremos más del argumento de este estupendo cómic francés, publicado el verano pasado por Casterman y que ahora llega a España de las manos de Sins Entido, pues su historia es sencilla y corremos el peligro de, al resumirla, reducir las posibles sorpresas de su trama a poco menos que nada. Para disfrutar de este genuino polar como merece, lo mejor es dejarse llevar por el guión urdido por el periodista y novelista Philippe Paringaux, que como en muchos clásicos del cine del género articula la historia mediante una voz en off explicativa que puntúa la acción.
No obstante, el principal atractivo de La sangre de los asesinos es el espléndido arte de Jacques Loustal, al que la encomiable edición de Sins Entido hace justicia, con un tamaño considerable que permite disfrutar de sus planchas repletas de viñetas enormes y cuidadas hasta en el más mínimo detalle.
La sangre de los asesinos es una historia despiadada, tan aparentemente fría como Le Samouräi de Jean-Pierre Melville, tan austera como el cine de Aki Kaurismäki, que avanza de forma implacable hasta un descorazonador final. Un cómic negro sin concesiones que no deberían dejar escapar los amantes del género.
Título: La sangre de los asesinos
Autores: Philippe Paringaux (guión) / Jacques Loustal (dibujo)
Editorial: Sins Entido
Fecha de edición: febrero de 2007
72 páginas (color) - 14 €
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